Océana advierte que el decreto del Govern Balear para proteger la posidonia es ilegal
El anuncio del Govern de prohibir el fondeo sobre posidonia a embarcaciones de más de 12 m de eslora a menos de 35 m de profundidad y el régimen de autorizaciones para afectaciones puntuales sobre posidonia incumple la normativa
La normativa obliga a establecer todas las medidas necesarias para asegurar una protección total de este ecosistema ante los impactos –incluidos los fondeos por parte de cualquier tipo de embarcación– y a cualquier profundidad
Oceana considera que la iniciativa del Govern Balear de prohibir el fondeo de embarcaciones de más de 12 m de eslora a profundidades inferiores a 35m es insuficiente para proteger la posidonia e incumple la normativa española y de la UE. Debido a la claridad de las aguas de Baleares, este hábitat alcanza profundidades mucho mayores y se puede encontrarse a más profundidad.
Además, el decreto propuesto hoy por el Govern permite el fondeo sobre posidonia a embarcaciones de menos de 12 m de eslora. Esto, aunque se trate de zonas no protegidas, muestra una absoluta irresponsabilidad por parte del Govern Balear y un total incumplimiento de la normativa existente.
En esta misma línea, Oceana avisa de la ilegalidad que representa la creación de un régimen de autorizaciones para afectaciones puntuales sobre posidonia (de 1000m2 o del 2% de la pradera) y afectaciones superiores con el permiso del Consell de Govern. Esto muestra una permisividad absoluta ante impactos importantes, como podrían ser la construcción de puertos deportivos o cualquier otra infraestructura sobre las praderas de posidonia, que tendrían un impacto irreversible sobre este ecosistema.
Esta planta marina se encuentra protegida por variada legislación nacional e internacional. Ejemplos de esta normativa son el Convenio de Barcelona, donde la posidonia forma parte del Anexo II “Especies en peligro o amenazadas”, el Listado Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial o la Directiva Hábitats. Esto significa que los países mediterráneos deben establecer las medidas necesarias para protegerla y recuperarla, además de proteger su hábitat.
“Teniendo en cuenta que se trata de una especie y un hábitat protegidos, y el valor económico y ecológico demostrado de este ecosistema, todas las administraciones deben asegurar que ningún tipo de embarcación fondea sobre ella. En caso que se desconozca su presencia y a falta de una cartografía detallada y según la normativa europea, se debería aplicar el principio de precaución, es decir, no permitir el fondeo en el rango de profundidad donde esta planta se distribuye”, ha manifestado Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa.
Las praderas de posidonia aportan numerosos bienes y servicios ambientales, como evitar la erosión de las playas y suministrar arena a estas, proteger a gran variedad de especies comerciales y no comerciales y producir gran cantidad de oxígeno y materia orgánica.
El valor de los servicios ambientales que aportan estas praderas se ha calculado en más de 14.000 euros por hectárea y año, por lo que se las considera entre los ecosistemas más productivos que existen. Además, las praderas de posidonia actúan como sumideros excepcionales de CO2, estimándose el valor del carbono almacenado en las praderas de posidonia de las Islas Baleares en unos 4.000 millones de euros