La ECA mediterránea provocará variaciones en los precios y las matrices de transporte de petróleo
A partir del 1 de mayo de 2025, el mar Mediterráneo se convertirá en una zona de control de emisiones (Emmissions Control Area, ECA) y el contenido máximo de azufre del combustible utilizado a bordo de un buque que navegue por estas aguas pasará de un 0,5% a un 0,1%, a menos que esté equipado con un sistema de depuración de gases de exhaustación (scrubber).
El sector del transporte marítimo no es ajeno a las ECA. Ya existen en las costas de los EE.UU. y el mar Caribe, el Báltico y el norte de Europa. Tras su puesta en marcha y la introducción de la normativa OMI2020, las refinerías y los suministradores de combustible han demostrado que pueden adaptarse a los cambios necesarios en la demanda. Sin embargo, según un informe reciente del analista Gibson, esta nueva ECA tendrá implicaciones tanto en términos de precios del combustible como en los flujos de mercancías dentro y fuera del mar Mediterráneo.
La demanda actual de combustibles marinos en el Mediterráneo se estima en unos 21,5 millones de toneladas (Mt), de las que más de un 50% corresponden a VLSFO (Very Low Sulphur Fuel Oil) con un contenido máximo de azufre del 0,5%. A partir de mayo del año que viene, se espera que la demanda de dicho combustible en la región disminuya. Según datos de Marine and Energy Consulting Ltd, la demanda de VLSFO podría caer a unos 6Mt anuales, desplazándose al MGO (Marine Gas Oil) y ULSFO (Ultra Low Sulphur Fuel Oil).
En teoría, la demanda del fueloil convencional, HSFO (High Sulphur Fuel Oil) debería mantenerse estable, ya que los buques equipados con scrubbers siguen utilizando combustibles con alto contenido en azufre. Sin embargo, dado que algunos sistemas de depuración son incapaces de reducir el HSFO al 0,1%, queda por ver cuántos armadores se verán obligados a cambiar a combustibles con menor contenido en azufre.
Así pues, para Gibson, los buques que operen en la región tendrán que hacer frente a costes más elevados. Tomando como referencia Gibraltar, el MGO con un 0,1% de azufre ha alcanzado una media de 798 $/t, en lo que va de año, frente a los 590 $/t del VLSFO (+35%), lo que debería traducirse en un aumento de los fletes.
La introducción de la ECA mediterránea también tendrá implicaciones para las matrices de transporte de productos refinados dentro y fuera de la región. Según Gibson, será inevitable una disminución de la demanda de VLSFO en el mar Mediterráneo, que debería impulsar las exportaciones desde la región, muy probablemente hacia el este de Suez. Asimismo, aumentará el déficit estructural de gasoil que se compensará con importaciones desde EE.UU. y Oriente Medio.
La demanda de combustible en la región también se verá afectada (aunque en menor medida) por la próxima legislación FuelEU, que impone una reducción de un 2% en la intensidad de los GEI a partir del 1 de enero de 2025. Aunque el impacto inicial será pequeño, parte de la demanda se desplazará de los combustibles convencionales a alternativas más ecológicas.