Moaña, mirando para Vigo a los pies del Faro Domaio
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Habitantes: 19.231 Extensión: 35 km2
Moaña, esencia de mar y monte ofrece al visitante todo un catálogo de atractivos turísticos y de ocio. La mar, la pesca, sus playas como referente, el monte como oportunidades de conocer el paisaje de las rías, mucho de su historia o de jugar al golf. La Villa tranquilidad y cercanía, a aun tiro de piedra de Pontevedra y de Vigo
A los pies de la mayor altura de la península do Morrazo, el Faro Domaio y su monte Xaxán se encuentra esta Villa en la ribera norte de la ría de Vigo.
Esencia de mar pues la vida gira sobre lo que esta ría ofrece. Esta mar rica ha calado tanto en sus gentes que hasta el deporte y la afición predominante, tiene que ver con ello. Moaña es remo tradicional, las traineras, son devoción, desde Tirán hasta Meira se vive intensamente, se acompaña a sus remeros, sana competencia para estar en la élite nacional de la modalidad.
Si nos adentramos al monte, podemos disfrutar de rutas llenas de leyendas de trasnos, duidras y mitos, de conocer la mini agricultura para compensar las carencia de los productos de la mar o ensueñarse siguiendo el sendero del Río de la Breñal hasta la Charca de la Mora, entre molinos y paisaje. Sin duda este último es de obligado cumplimiento. Subir a la cima del Xaxán y poder ver desde la altura todo el micro mundo de Rías Baixas.
Las primeras noticias de ocupación humana de estas tierras corresponden al hacha de época achelense (75.000 a. C.) que se encontró en la parroquia de San Martiño. Pueblo lleno de historia desde lo más antiguo, así lo certifican los restos del Paleolítico Superior y del Megalítico como el Dolmen del Chan de Arquiña y el yacimiento de O Regueiriño. De la Edad de Bronce y cultura castrexa también existen restos (más de 40 petroglifos).
En la Edad Media Moaña estuvo bajo la jurisdicción episcopal de Iria Flavia y Santiago de Compostela.
En el siglo VII los ataques Normandos provocaron una pérdida de población en todo el Morrazo, pero a partir del siglo XII, cuando el arzobispo Xelmírez estableció un buen plan de defensa de la costa se dio un nuevo resurgir de la población. Del s. XII es la Iglesia de San Martiño con la Torre de Meira, que fue destruida por los Irmandiños y posteriormente por Pedro Madruga.
Dos jurisdicciones que dominaron durante la Edad Moderna: la Casa de Soutomaior que la ejerció sobre Tirán y la del Conde de Valladares que la ejerció sobre la Casa de Meira.
En el siglo XVII la introducción del maíz cambia la economía de tal forma que el 90% de la superficie cultivada es para este vegetal, lo cual hace que surjan un sinfín de molinos por todos los ríos de la comarca. En todo ese tiempo la pesca ha sido una actividad fundamental en la economía del municipio, pero en el siglo XVII la llegada de los conserveros catalanes buscando sardina genera un crecimiento demográfico y económico muy destacable. Estos invierten muchas de las ganancias en edificaciones, tanto civiles (pazos) cómo religiosas (iglesias).
En 1702 se produce la batalla de Rande y las fuerzas inglesas y holandesas toman y saquearán Domaio, Meira y Tirán. Cien años después (1809) se libran batallas en estas tierra contra el invasor francés.
Actualmente, aprovechando el tirón turístico de Cangas, y una mejora sustancial de las comunicaciones, Moaña empieza a explotar sus recursos en este campo, creando complejos turísticos como el da A Fraga, puertos deportivos, en Domaio y Moaña o el campo de golf de Domaio a la vez que logra acondicionar playas con bandera azul.
Moaña es ideal para iniciar excursiones por la península de O Morrazo.
Es obligada la visita al Monte Faro Domaio, con un espléndido mirador, en cuyos alrededores hay restos arqueológicos.
En la ladera norte están el mirador de Cotorredondo, el lago de Castiñeiras y el dolmen de la Mámoa do Rei.
Por la zona de menor altitud podemos encontrar algunos de los puntos de más interés arquitectónico, como la iglesia de San Martiño o la de San Xoán de Tirán, también podemos visitar el Museo das Carreiras, en donde veremos temas relacionados con la industria de los hilos, cabos y elaboración de maromas. Cerca de la playa de A Xunqueira comienza la ruta "Sendeiro do Río da Fraga", 6 kilómetros de pequeñas cascadas, molinos y algunos puentes.
Dentro de esta ruta tenemos la posibilidad de desviarnos hasta el mirador da Fraga desde donde tendremos buenas vistas sobre la ría de Vigo o hasta la Pedra Morcegueira, una roca con curiosas formaciones en donde duermen los murciélagos.
Otro mirador impagable el el del Monte Paralaia, plagado de tesoros y de encantos, de mouras y mouros que aparecen y desaparecen, con la Cruz do Xestoso, de madera empotrada en una de las rocas del monte.
El último de los puntos de interés es la cascada de Poza da Moura cerca del campo de golf .