Lanzarote. llamada La “Isla de los Volcanes”
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La más oriental y septentrional de las Islas Canarias, también llamada la “Isla de los Volcanes”, está situada en 29°02′06″N 13°37′59″W, a 140 km de la costa de África y a unos 1.000 km del extremo sur de la Península Ibérica.
Desde Punta Fariones, en Orzola, lo más al N, y Punta del Papagayo en Playa Blanca, lo más al S (57 km en línea recta), y su zona más ancha entre Arrecife y La Santa (22 km) y sumados la extension del archipiélago Chinijo (de Alegranza, La Graciosa, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste) alcanza una superficie de 845,94 km² donde residen en sus siete municipios una población de 141.900 personas, “conejeros” como coloquialmente se conoce a los lanzaroteños.
Su capital es Arrecife, al E de la isla, con 58.000 habitantes que se desarrolló en torno al puerto, (Puerto de Naos), principal entrada por mar de mercancías y cruceros (Puerto de los Mármoles).
Su máxima altura. 671 m, se encuentra en las Peñas del Chache (Haría).
Dedicada en el pasado fundamentalmente a la agricultura y la pesca en la actualidad la economía de la isla gira en torno al sector servicios, fundamentalmente a la industria turística. (2.516.364 turistas en 2015). A esta actividad comienza a añadírsele la viticultura, de importante peso en siglos anteriores y que se ha relanzado con la creación de la Denominación de origen para los vinos de Lanzarote.
La isla cuenta con el Aeropuerto de Lanzarote-Guacimeta, en el municipio de San Bartolomé; y con los puertos marítimos: Puerto de los Mármoles - Arrecife, y el puerto de Playa Blanca en el municipio de Yaiza.
Toda la isla de Lanzarote fue declarada en 1993 Reserva de la Biosfera por la UNESCO y cuenta con más del 40% de su superficie integrada en la red canaria de espacios naturales protegidos que ampara un total de 13 entornos naturales, entre los que destaca el Parque nacional de Timanfaya, máximo exponente natural y una de las principales atracciones de sus visitantes.
El clima de Lanzarote se define como subtropical en lo que se refiere a sus temperaturas y seco o subdesértico respecto a las precipitaciones. Las temperaturas experimentan escasas variaciones tanto entre las diferentes estaciones como entre el día y la noche, gracias a la acción moderadora del océano. La temperatura media del mes más frío (enero), a nivel del mar, es de 17 °C y la media del mes más cálido (agosto) es de 24 °C. Las temperaturas no suelen bajar de los 14 °C en invierno ni suelen ser superiores a los 29 °C en verano. Por su parte, la media de precipitaciones es de unos 250 mm anuales, concentrándose en los meses de invierno y siendo prácticamente nulas entre mayo y octubre. Las precipitaciones varían de los 250 mm en Famara a tan sólo 50 mm en la zona de la Costa del Rubicón. La bondad atmosférica que goza es causada por los alisios y la corriente fría de Canarias. El viento es prácticamente permanente en la isla. Un fenómeno relativamente frecuente es la presencia de vientos procedentes del desierto del Sáhara, las conocidas como “calima” que arrastran cantidades de polvo en suspensión provocando altas temperaturas y visibilidad muy reducida.
Lanzarote, como todas las demás Islas Canarias, es el efecto de los procesos geológicos derivados de la apertura del Atlántico (Mesozoico) sin aflorar a la superficie hasta hace unos 20 millones de años en la vecina Fuerteventura y 11 millones de años en la isla de Lanzarote. Esta historia geológica de Lanzarote se divide en tres fases:
En una primera, hace 11 millones de años, durante el Mioceno, aparecen los restos más antiguos en la zona de Famara, al norte de la isla, en los municipios de Teguise y Haría y en los Ajaches, al sur. Los procesos erosivos han desmantelado y han evolucionado a surcos profundos con una buena red de drenajes caracterizados por valles en forma de “U” actualmente secos y áridos. Característico de estas formaciones es el risco de Famara, donde se encuentra la mayor altitud en la isla.
Una segunda fase desde el Mioceno hasta el Pleistoceno, produce emisiones importantes de lava que unen las dos formaciones antiguas en el sector central de la isla con dirección NE-SO, con una evolucionada red de drenaje en formas redondeadas, amplios valles, vegas y moderadas penillanuras. Cabe decir que en esta etapa Lanzarote y Fuerteventura estaban unidas por el estrecho de la Bocaina y por la isla de Lobos. La última vez que lo estuvieron fue durante la última glaciación, la glaciación de Würm.
La tercera fase geológica, no tiene nada característico, aunque es la más importante desde el punto de vista e intereses de los seres humanos ya que las erupciones acaecidas en los siglos XVII y XVIII (Timanfaya) marca profundamente el devenir de esta isla.
Sin la menor duda. el gran hacedor de su espectacular naturaleza y paisajes, uno de sus principales atractivos turísticos.
La flora, está plagada de endemismos: 16 endemismos exclusivos de la isla, a los que se suman otros 30 exclusivos de las islas orientales, 41 de los endemismos canarios y 19 endemismos macaronésicos.
Pero si de algo se puede sentir los orgullosos los “conejeros” es el haber estado a la vanguardia de Canarias en lo referente a conciencia ambiental; un pionero marco legal para la ordenación del territorio logra un perfecto equilibrio entre desarrollo turístico y preservación del medio natural.
Y de estos hechos, una figura esencial, un visionario, César Manrique Cabrera (Arrecife, 24 de abril de 1919-Teguise, 25 de septiembre de 1992), pintor, escultor, arquitecto y artista que en 1966 regresa de su estancia en Nueva York y se instala en Lanzarote; donde se puso manos a la obra para generar las condiciones con las que la isla se transformaría en un destino turístico respetuoso con su paisaje e identidad cultural encontrando la armonía entre el arte y la naturaleza como espacio creativo. Obtuvo, entre otros, el Premio Mundial de Ecología y Turismo y el Premio Europa.
Contó con el apoyo del por entonces presidente del Cabildo, José Ramírez Cerdá y del periódico insular "La Antena", comunicador de la idea y conciencia social. Hoy Lanzarote es posible. Convirtieron en una década, la isla en algo más que un destino turístico de buen clima y playas, en donde el paisaje agrícola, la naturaleza volcánica de la isla, la idiosincrasia del isleño, el arte y la arquitectura tradicional se combinaron para crear una marca turística genuina. En 1968 se había abierto al público el tramo visitable de la Cueva de los Verdes, acondicionado por el artista Jesús Soto. Ese mismo año, Manrique inauguraría la escultura "Fecundidad", o "Monumento al Campesino", en el centro geográfico de la isla, junto a una Casa-Museo inspirada en la arquitectura tradicional. A esta obra le seguirían las del Mirador del Río, el Centro de visitantes de las Montañas del Fuego (Timanfaya), el Museo Internacional de Arte del Castillo de San José y el acondicionamiento de Los Jameos del Agua. De esta manera, cuando el turismo era aún una actividad embrionaria, la isla supo dotarse de una red de centros en los que arte y naturaleza se fusionaban para seducir al visitante.
A pesar de la conciencia ambiental de los isleños, algunas zonas de Lanzarote cayeron en el modelo desarrollista y ambientalmente insostenible implantado en otros destinos turísticos desde finales de los años 80. Antes de su muerte, en 1992, el propio Manrique se había colocado a la cabeza de las protestas contra del turismo masivo y los desaciertos urbanísticos, convirtiéndose en un símbolo de la defensa del territorio y la naturaleza de Canarias.
El crecimiento turístico ha sido constante a lo largo de los últimos años, pasando de 50 mil plazas hoteleras en 2001 a más de 72 mil en 2006. Desmedido crecimiento a pesar de la pionera normativa urbanística que ha sido incumplido por un buen número de nuevos establecimientos hoteleros, cuyas licencias han sido anuladas por la justicia, encontrándose en la actualidad en una difícil tesitura legal, y cuyo futuro aún se desconoce.
La economía volcada hacia el turismo y el sector de la construcción, con trabajadores muchas veces procedentes de la península y de estancia temporal en la isla, ha llevado a Lanzarote de ser una isla que emigraba a ser una isla que vive una enorme inmigración fruto de la cual ha experimentado un espectacular aumento demográfico. En la actualidad, la mitad de la población que reside en Lanzarote ha nacido fuera de la isla, y una cuarta parte de los censados son extranjeros.
Paisajes y espacios protegidos
Cinco hitos geográficos marcan la morfología de Lanzarote, dotándola de una personalidad única y albergando cada uno de ellos paisajes diversos, de gran valor natural y geológico. Se trata de los dos macizos montañosos de gran antigüedad, ubicados cada uno de ellos en el extremo norte y sur de la isla (Famara-Guatifay y Los Ajaches, respectivamente); dos áreas de vulcanismo más reciente, que conforman la zona de volcanes de Timanfaya, en el centro-sur, y el volcán y malpaís de La Corona, al norte; y, finalmente, una lengua de arenas de origen marino que atraviesa el centro de la isla, en el área conocida como El Jable. Estos cinco espacios, junto al conjunto de islotes del Archipiélago Chinijo, al norte de la isla, albergan la mayor parte de los encantos paisajísticos de la "isla de los volcanes".
Iniciamos nuestra andadura en Arrecife, de la capital, la iglesia de San Ginés Obispo, el Castillo de San Gabriel y la zona comercial de la Calle Real, son sus principales atractivos, se encuentran en el sur del Puerto de los Mármoles, a orillas de la llamada Charco de San Ginés, una laguna de agua de mar que penetra en la ciudad. En el norte del puerto se encuentra el Castillo de San José, que alberga el Museo Internacional de Arte Contemporáneo.
Partiendo de Arrecife hacia el S llegaremos al Puerto del Carmen, población dedicada al turismo de sol y playa, de casas blancas con balcones de madera pintadas de azul, el conocido como "azul Lanzarote"que con el blanco, verde y marrón son los colores de la isla. Un poco más al S el complejo hotelero y puerto deportivo de “Puerto Calero”.
Vamos camino al parque nacional a través de los paisajes de La Geria entre formaciones de piedra volcánica colocadas en media luna para proteger del viento las viñas. Una forma de cultivo exclusivo de esta isla. Viñas de origen mediterraneo que se adaptaron gracias al clima subtropical por los labradores que secularmente vivieron de la agricultura, actividad agrícola que se centra ahora en el valle de Haría. Hoy en día la viticultura es parte de la economía isleña que ha conseguido la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote.
Muy cerca del parque nacional, pasado el pequeño pueblo pesquero de El Golfo se encuentra el Charco Verde o Charco de los Clicos y su playa. Una laguna de agua de mar verde cuyo color se debe a las algas microscópicas, dentro de un cráter, la mitad bajo el mar y la mitad fuera del agua.
En el sur -muy cerca del Charco de los Clicos-, las Salinas y la Hervideros (cuevas del mar). Los Hervideros se nombran por la "espuma" causada por la fuerza del mar rompiendo contra los acantilados de lava
En el extremo S de la isla, frente a la costa norte de Fuerteventura el estrecho de la Bocayna y la Isla de Lobos, el pueblo y puerto de Playa Blanca y la Marina deportiva de Rubicón, pero lo interesante son la cadena de playas vírgenes de arena blanca llamadas “Papagayo”, donde disfrutar de aguas cristalinas.
En el norte de Timanfaya, en ruta desde Arrecife al N, se encuentran las más importantes obras de César Manrique.:
El Jardín de Cactus, los Jameos del Agua y el Mirador del Río. Tres paradas que no se puede perder. Muy cerca del segundo, a menos de un par de kilómetros, otro lugar de obligada visita, esta obra de la naturaleza, la Cueva de los Verdes. Para rematar en el fértil valle y pueblo de Haría, el valle de los cientos de palmeras.
El Jardín de Cactus en Guatiza, es un gran ejemplo de intervención arquitectónica integrada en el paisaje por Manrique. Dentro de sus 5.000 m2, se pueden observar 7.200 cactus pertenecientes a 1.100 especies diferentes de todo el mundo.
El Monumento Natural del Volcán de la Corona es el protagonista en el paisaje del norte de Lanzarote. Su lava fluyó hacia el mar a través de túneles que hoy podemos visitar y conocer. Espectacular lo visitable de los seis km de la Cueva de los Verdes, (debe su nombre a unos pastores llamados Verdes y sirvieron de refugio a los habitantes de Arrecife atacados por los piratas en 1617). Hacia el mar, este tubo de lava colapsa, dejando al descubierto un tramo inundado conocido como los Jameos del Agua; tubos volcánicos al aire libre, cuyos habitantes más famosos son pequeños cangrejos blancos ciegos llamados "jameitos". La piscina blanca,al aire libre, con aguas azules es uno de los exponentes de Cesar Manrique.
Subiremos la montaña entre cientos de deportistas, ciclistas preferentemente que preparan Iron Man, pruebas triatléticas etc hacia el Mirador del Río, en lo alto del macizo de Famara-Guatifay. La armonía del conjunto Manriqueño con las paredes volcánicas, sin duda perfecta, no en comparable a la panorámica con vistas al archipiélago Chinijo. Un primer plano de la isla de La Graciosa separada por el “Río”, una mar turquesa recorrida por fuertes corrientes. Con buena visibilidad las otras islas componentes del archipiélago, hasta la Alegranza, la primera de las islas Canarias, la más norteña. Un poco más al sur, se encuentra el punto más alto de los acantilados: Peña del Chache, elevándose a 670 metros sobre el nivel del mar, que es también el pico más alto de Lanzarote.
Otra famosa obra de César Manrique es el Monumento al Campesino, situada en el centro geográfico de la isla (Mozaga) con un museo granja y una escultura monumental dedicada a la fertilidad, y el Museo Internacional de Arte del Castillo de San José en Arrecife, así como la de visitantes del Parque nacional de Timanfaya.
Ya de vuelta pararemos en Teguise, pasearemos sus calles blancas y subiremos al Castillo de San Bartolomé para poder disfrutar de una de las mejores vistas isleña.
De Timanfaya hablamos en otro artículo, el paisaje lunar se lo merece.
Como último comentar que el acceso a Timanfaya, Verdes, Jameos, Mirador del Río etc, no es gratis, existen bonos para todas las entradas que os aconsejo sacar, entre 30 a 40 € persona, so pena de resentimiento de la cartera.