De la Estaca de Bares al puerto de Espasante

Al S de Ortegal navegaremos ante los acantilados más altos del Sur de Europa, graníticos muros con alturas que superan los 600 m y que esconden mucha porción de la Galicia mágica. Tremendos miradores al infinito donde es posible escuchar el rugir de las olas en una sinfonía de mar y viento. Mares que muestran su temible poderío ante una costa salvaje, con pocos puertos de resguardo, solo aquellos de la Ría de Santa Marta y Cariño y más hacia el S la Ría de Cedeira a medio camino de Prior.
Los vientos predominantes en invierno son los del S al W y N, rolando en este sentido con el paso de los frentes. Suelen venir acompañados de chubascos, cerrazón y con visibilidad reducida. Su régimen comienza en octubre y dura hasta marzo. Entre diciembre y abril están más presentes, los N y NW. Son temibles en las cercanías de las puntas, provocan mucha marejada y rebote de mar. Los NE no son tan frecuentes en el período invernal, pero cuando entran, los marinos de la zona los denominan por su dureza como “Nordés Pardo”. Con estos vientos y navegando a vela nos cuidaremos de darle resguardo a la costa alargando los bordos que nos alejen de ella. De junio a octubre predominan los NE. No levantan mucha marejada en las proximidades de tierra y suelen predecir buen tiempo. Las nieblas son más generales en verano y casi siempre son anuncio de fuerte ventada del nordés.
Atención: Siempre es aconsejable y necesario cuando naveguemos por estos mares tener información clara de la predicción meteorológica.
Las corrientes cerca de la costa son de poca intensidad y provocadas por las mareas en sentido NE al E cuando van hacia pleamar y de SW a W cuando menguan a excepción de si reina viento del NE duro que determinadamente toma la primera dirección, aumentando su intensidad con la del viento.

Cabo de la Estaca de Bares (f)

Es la tierra que avanza más al N de la Península Ibérica. Emplazado en una meseta llamada Ventueiro, sobre un montículo cuya prolongación forma el cabo creando un litoral alto, escarpado, absolutamente salvaje, inabordable y sin un mal abrigo. Solamente rompientes, acantilados casi verticales y un mar espoleado por el incesante viento y en movimiento constante. Como si formasen parte del cabo, por el NNW se ven de los islotes altos y puntiagudos, los Sigüelos y cara a occidente el petón del Estaquín (wp). En la misma demora que los Sigüelos y el Estaquín, separado unos 600 m existe una menor sonda de 9 m sobre fondos de 15 donde levanta la ola (wp). Desaconsejamos totalmente el paso entre los islotes de la Estaca incluso con la mar en calma. Así mismo el paso entre el bajo al N del Estaquín y éste, solo es posible con buena mar.
Con mar de fondo del W al N a partir de olas de 2m, estas suelen comenzar a aumentar de altura antes del bajo, rompiendo y extendiéndose la rompiente y espuma hasta tierra.
Con mal tiempo la rompiente en la Estaca avanza mucho hacia la mar, en el caso de presentarse condiciones con fuerte marejada a mar gruesa resguardar con buena distancia las inmediaciones del cabo, principalmente por los cuadrantes N, aconsejable de 2 a 3 M.
En caso de recalar a vela, hay que tener siempre en cuenta que los vientos del primer y cuarto cuadrante nos aconcharán al cabo.

RÍA DE ORTIGUEIRA Y CARIÑO

Al W de la Estaca y visible sin mediar cerrazón se alza otro importante accidente geográfico: Cabo Ortegal. Entre ambas puntas, separadas 7,9M, abre la Ría de Santa Marta de Ortigueira, también conocida como Ensenada de Cariño, completamente abierta del N al ENE entrando en tierra al S 4M.
En sus riberas se hallan los puertos de refugio de Espasante y Cariño y la entrada a la canal que nos conduce a la marina de Santa Marta de Ortigueira.

En sus primeras millas de vertiente oriental encontramos acantilados a pico que desde la Estaca parten al SE recurvando al SW hasta Punta Herbosa 43º 45,2’N 007º 43,6’W formando una ensenada conocida como Concha da Dorna donde podemos encontrar socaire a la mar del NE.
La isobática de 10 m corre casi paralela a la rompiente a una distancia media de 150 m de ella sin peligros bajo el agua a partir de esa sonda.

Punta Herbosa cierra por el N a la Playa de Esteiro que podemos abordar por su medianía, y fondear sobre arena con buen tiempo. Atención a la fuerte resaca.
Podemos acceder a la cala llevando por la amura de Br las piedras blanquecinas de la mina de Caolín que destacan por detras del arenal y una vez al S de Herbosa aproar la medianía del arenal.

A la Playa de Esteiro le siguen acantilados rotos por playas de complicado acceso por mar: Picón, Gabioteiro y Castro y entre ellas, puntas que despiden arrecifes e islotes:
Punta Puerto Noval (sus arrecifes avanzan unos 400m) y el islote Sardina (wp).
Punta Pedrafurada que despide islotes y piedras hasta 350 m mar adentro (wp).

El saliente más destacado de esta costa, es Punta Bandexa 43º 44’N 007º 48’W totalmente bordeada de peñascos y rocas, algunas velan y otras nunca.

Es necesario resguardarla en todo su contorno desde el E al W unos 500 m con la salvedad de que al N de ella a menos de 0,5 M de Punta Bandexa fondea el Bajo Górgola (wp). Al NW de Górgola velan las Piedras Meas (wp).

Punta Bandexa cierra por el W la Playa Sarridal, arenal de 0,5 M todavía en estado salvaje, abordable por su centro y con especial atención a las piedras de Bandexa.

El paso entre Meas y Bandexa sonda 11 m de agua. Con mar gruesa suele romper en la canal.

Desde Piedras Meas ya tenemos a la vista la inabordable Ensenada de San Antonio y el puerto de Espasante.

Navegaremos en demanda de la boya que señaliza las Piedras Lixeiras (wp)) una vez la tenemos al E/W arrumbamos al S hasta tener al través el espigón del puerto de Espasante.