De Punta Langosteira a Malpica de Bergantiños. Costa da Morte
En Punta Langosteira comienza una costa que encierra una vibrante belleza pero que es a la vez de los más complicado de costear del litoral español. Cada cabo, golfo, ensenada o ría que completan las aproximadamente 160 M de la Costa da Morte nos ofrece estampas que siempre recordaremos. La fuerza de su mar ante una tierra ruda exige ser aún más prudentes cuando la naveguemos. Conocer la previsión de viento y olas, calcular y llevar certeramente nuestra derrota, tiempo estimado en recorrerla, previsión de dónde entrar con la máxima seguridad en caso de arribada, son los mejores consejos que os podemos dar para afrontar una navegación al son de las condiciones que son habituales cuando reinan tiempos bonancibles en la Costa da Morte: mar tendida del NW con olas entre 1 y 2 metros y mar de viento.
En las primeras millas del tramo costero entre Pta. Langosteira y las islas Sisargas (14 M en rumbo directo) sobresalen visibles las chimeneas del polígono industrial de Arteixo (de noche iluminadas) por detrás de los arenales de Sabón, Alba, Ripibelo, Valcobo y Barrañán, playas con fuerte resaca, donde las olas con bastante recorrido y un potente seno hacen las delicias de los aficionados al surf, circunstancia esta, por lo que resulta impensable poder fondear en ellas.
Más al W de Barrañan destacan dos salientes: Punta Atalaya y la península de Caión.
Estas aguas están libres de bajos salvo el Pego (wp) a 1,7 M al N de Barrañan y las piedras mucho más cercanas a la costa de Guimerans, la Loba y Vixiadora (wp) que velan a poniente de la misma playa.
A 2,13 M al W de Punta Langosteira fondea una Boya ODAS(f).
Las casas blancas de la villa de Caión, una de las estampas más típicas de la costa gallega, nos facilitan el reconocimiento tanto de Punta Atalaya, alta y escarpada como de la Península de Caión.
Entre ambos hitos, al final de una pequeña ensenada con fondos bastante sucios y abierta al NE, encontramos el puerto de esta villa.
Principales obstáculos para abordar el puerto:
Al N de Punta Atalaya el bancal San Martiño (wp) y en la línea N/S del centro de la ensenada el bancal de Baixas (wp) bastante más extenso que el anterior.
Entre ambos bancales y Caión se sondan entre 8 y 15 m por donde fluye la enfilación (f) que al Rv: 147º 10’ facilita la entrada a puerto entre Atalaya y la península.
Aproados a esta enfilación libramos los bancales y la piedra Laxes, un petón ahogado algo alejado de la península y que pasamos relativamente cerca.
Posiblemente tengais alguna dificultad para encontrar la enfilación por lo que proponemos otra derrota para acceder con luz diurna:
Una vez que determinamos la situación de la Baixas, buscamos situarnos a su N marcando como segunda demora Punta Atalaya al 135º, en este momento al Rv 180º llevamos la punta del espigón de Caión por la proa, navegamos media milla y entramos a la rada.
La configuración del puerto nos proporciona algún abrigo cuando sopla del 2º, 3º y 4º cuadrante siempre que no vengan acompañados de mar, pero al estar totalmente abierto al NE penetran olas y lo convierten en un puerto incómodo.
En las inmediaciones de la punta del espigón medimos profundidades entre 3 y 2 m.
Con mar de fondo del NW la ola levanta mucho en la entrada a este puerto pudiendo llegar a ser peligrosa.
Salimos de Caión navegando al N con el espigón del dique por la popa hasta la altura de la piedra Laxes, donde poco a poco caemos a Br, negociando los arrecifes visibles en búsqueda de la isobática de 10 m que encontramos a unos 100 mar adentro. Cuando nos situamos al N/S de su punta más septentrional ya nos abre por tierra la playa de Salseiras. Su fondo aplacerado provoca que las olas comiencen a subir y a romper cerca de nuestra situación por lo que abordarla resulta peligroso.
Ponemos rumbo al S de los bajos de Baldaio y navegamos 2,5 M ante una costa no muy alta con sus fondos salpicados de piedras. Las más alejadas y peligrosas, donde además la isobática de 10 m rompe su dirección casi paralela a la costa, son: la Piedra Corbal (wp) que vela a 0,5 M al W de la Punta de Caión y la Piedra Serro (wp). Navegamos por el norte de estas latitudes con agua suficiente y llegamos a la playa de Baldaio.
Esta costa nos obsequia y sorprende con otro paraje fantástico.
El complejo intermareal de Baldaio-Razo, un espacio de gran valor ecológico que plasma en un perfecto manual de armonía de la naturaleza, la existencia de tres ecosistemas: marisma, laguna litoral y barra arenosa, de dunas, móviles o estabilizadas. En este gran arenal es muy corriente, por no decir habitual, ver a pescadores practicando el surfcasting. Y como no, a los surfistas, grandes dominadores de las playas del norte gallego.
Bajos de Baldaio (wp)
Llegados a este punto, con Malpica y Sisargas a la vista, tenemos que hablar del extenso plácer de piedras, agrupadas en dos bloques que emergen a 1,3M al N de la medianía de la playa de Baldaio: Los bajos de Baldaio.
Con sondas medias menores de 10 m, algunas de sus piedras siempre velan, otras cubren y descubren y la mayor parte de ellas permanecen ahogadas.
Es probable ver cómo faenan los pesqueros entre ambos grupos de bajos pero desaconsejamos totalmente emularlos u omitir el área de seguridad que proponemos.
En cuanto a la decisión de pasarlos por el N o entre la playa será nuestra procedencia y el tiempo reinante los que nos marquen las pautas.
No habiendo mucha marejada por la canal entre el bajo y la playa se miden sondas de 15 m.
Con fuerte marejada o con el típico maretón que se forma cuando la borrasca se centra al S de Irlanda, y navegando a vela, no tengamos problema en buscar más agua por el Norte.
Lindante a Punta de Razo descubrimos una cala donde existe un pequeño embarcadero con rampa y grúa para pequeñas embarcaciones pesqueras con una entrada franca desde la mar al SSW.
Punta Razo despide una restinga de piedras que avanza hasta unos 400 m de su línea costera, el bajo Ponte de Terra es el más septentrional (wp).
Desde aquí hasta el puerto de Malpica de Bergantiños, del que nos separan 3,5 M, la costa que observamos se presenta alta y escarpada. Las piedras que despide son la mayoría visibles y en todo caso los peligros se encuentran hacia tierra de la isobática de 10 m, veril que discurre casi paralelo a la costa.
El tramo que hemos navegado tuvo como fondo de lienzo la figura ciclópea del Cabo San Adrián y las Sisargas y al S, destacando por sus casas que se elevan en el tómbolo de la Atalaya de Malpica, la villa que le da el nombre.
El potente dique de abrigo de 420 m, que sale por el final del istmo al SE de la Atalaya, resguarda el puerto pesquero. En su interior se ubican los muelles y una esclusa que cierra y abre con la marea. Dispone de varadero para pequeñas embarcaciones . El fondeadero tiene sondas que van desde los 10 m hasta los 4 en su interior. El tráfico portuario es alto y el descanso nocturno se ve interrumpido por el trasiego de pesqueros. El puerto dispone de grúas y Travel lift con potencia hasta 80 Tn, surtidor de gas-oil para pesqueros y tomas de agua potable.
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