Recorrido fotográfico por San Sebastián - Donosti
La “Bella Easo”, abrazando su bahía “La Concha”, besa al mar con la arena blanca de sus playas Ondarreta, La Concha y la Zurriola entre los montes Urgull e Igeldo.
Ciudad eminentemente comercial, de servicios, turística y de congresos, situada a la vanguardia de las ciudades europeas que basan su desarrollo en un apoyo integral hacia la ciencia, la tecnología, el desarrollo sostenible y la cultura.
Su nombramiento como Capital Europea de la Cultura en 2016 refrenda esta decidida apuesta.
Con una ordenada distribución urbana. Donosti está proclamada como una de las ciudades más bella de España, y cortas distancias, es perfecta para recorrerla a pie, con amplios espacios peatonales y paseos que se extienden por toda su línea de mar, de punta a punta.
Sus playas, bahía y una arquitectura singular como es el Palacio de Congresos el Auditorio del Kursaal..., amplia oferta hostelera y, sobre todo, una creatividad gastronómica que se ha convertido en referente en todo el mundo son algunos de los
muchos alicientes reconocidos con el Premio Mejor Destino de Calidad Turística SICTED 2010 , y la mejor invitación para conocerla.
Fundada en 1180 por Sancho el Sabio, rey de Navarra, para ser puerto marítimo del reino, en el 1200 rinde vasallaje a Castilla que la conquista militarmente.
Comienza prosperar gracias al tráfico portuario, no sin penurias por los múltiples incendios que padeció a partir de 1266, llegando a arder por completo seis veces en dos siglos y cuarto. En el período de la Guerra de los Cien Años s.XIV, se desplazan las principales líneas de tráfico hacia Bilbao. Donostia se transforma, decae su emporio mercantil y se convierte en plaza militar. En enero de 1489 un incendio la redujo a cenizas, acontecimiento que tuvo como medida la reconstrucción de la villa utilizando piedra. En trescientos años aproximadamente, la villa sufrió numerosos sitios. Este continuo estado de guerra supuso un fuerte deterioro de su economía en los dos siglos siguientes.
Se le concede en 1662 el título de Ciudad y es tomada en el año 1719 por un poderoso ejército francés mandado por el Duque de Berwick y ocupada hasta el 25 de agosto de 1721 en que fue evacuada por el Tratado de La Haya.
Ocupada en 1808 por tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia es liberada en septiembre de 1813 por tropas anglo-portuguesas, al mando de Sir Thomas Graham. Saqueada e incendiada, solo se salvaron 35 casas y las iglesias de Santa María y de San Vicente y conventos de San Telmo y de Santa Teresa. En 1854 se declara a San Sebastián capital de la provincia.
La reina María Cristina fue clave en la consolidación de San Sebastián como ciudad turística y de veraneo de la burguesía. Alcaldesa Honoraria, se le dedicó un puente, la calle Reina Regente y el principal hotel de la ciudad, además de diversas esculturas De esta etapa son todos los edificios reseñables de la ciudad como la Catedral del Buen Pastor, la actual sede de Correos y el Centro Cultural Koldo Mitxelena, el Palacio de Miramar, el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, las villas del Paseo de Francia o la estación del Norte, así como el resto de edificios del Área Romántica, todos ellos con un marcado estilo francés que hizo acreedora a San Sebastián del sobrenombre de Pequeña París o París del Sur.
Con una decidida vocación de “ciudad de veraneo” incluso en la dictadura, Donosti apostó por ser una ciudad de servicios y turística, una ciudad para vivirla, con actividad cultural y un glamour recuperado. Iniciativas como el Festival Internacional de Cine de San Sebastián (1953) así lo aseveran .
En su visita se entenderá como aúna tradición con modernidad, buenos ejemplos son lo típico de su Ciudad Vieja de gran ambiente, el Museo arqueológico pictórico y etnográfico de San Telmo, la plaza porticada de la Constitución, la Alameda del Boulevard, entrada a la ciudad romántica, el antiguo ayuntamiento hoy reconvertido en biblioteca, el Peine del Viento obra de Chillida en la Punta Torrepea o el Kursaal obra de Moneo, el Teatro Victoria Eugenia, el neoplateresco Hotel María Cristina. Y así podríamos ir citando más construcciones, Diputación Foral, Centro Cultural Koldo Mitxelena, sus casas señoriales, el puente de María Cristina y las farolas diseñadas por Mariano Benlliure
A todo lo comentado anteriormente se le suma la tradicional “Tamborrada”, principal fiesta que se celebra el 20 de enero, de raíces históricas surgida a finales del XIX. En agosto, durante la semana del día 15 celebra la Semana Grande donostiarra, la gran fiesta veraniega de la ciudad. A finales de agosto se celebran las Euskal Jaiak (Fiestas Vascas), suma de eventos culturales, deportivos y festivos relacionados con la cultura vasca. No podríamos olvidar la olimpíada del remo de banco fijo, la Bandera de La Concha de traineras. Otros deportes náuticos como la vela, el piragüismo y muy desarrolladas las actividades subacuaticas y el surf.
Tema aparte y uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad es la gastronomía. No vamos a hablar del prestigio internacional de la cocina vasca que partiendo de la calidad de una excelente materia prima y un repertorio de platos tradicionales o de “nouvelle cuisine” perfectamente aderezados, inventados y cocinados por algunos de los mejores “chef” del momento, universo de estrellas de restauración quien no conoce los nombres de Arzak, Subijana o Berasategui.