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Centros báricos. Anticiclones y Borrascas

Hay muchos factores que intervienen en la formación, dirección y fuerza del viento: diferencia de presión de las isobaras, variación de la gravedad del aire, rotación de la Tierra, curvatura de las isobaras, rozamiento del aire en la superficie terrestre, peso especifico del aire, nubes, orografía de la zona, etc.. La diferencia de presión, es el factor primordial, y como el movimiento del aire que tomamos más en consideración es el horizontal, tendremos mas en cuenta el gradiente horizontal de presión.
a) La dirección del viento , si no hubiera circunstancias que la modificarán sería perpendicular a las isobaras y en sentido de mayor a menor presión b) La intensidad del viento es directamente proporcional a la diferencia de presión entre dos isobaras e inversamente proporcional a la distancia entre ellas.

Si la configuración de las isóbaras es cerrada, puede acontecer que los vientos circulen en el Hemisferio Norte en sentido de las agujas de reloj y al contrario en el Hemisferio Sur en una alta "Anticiclón" o en sentido contrario a las agujas en el Norte o a favor en el Sur en una baja, "Depresión o Borrasca".
Recapitulando:
En los centros de alta presión el viento circula a su alrededor en sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte y en sentido contrario en el sur, divergiendo de las proximidades del centro de la alta
En los centros de baja presión los vientos circulan en el sentido contrario de las agujas del reloj en el hemisferio norte, en sentido contrario en el hemisferio sur. Convergiendo en las proximidades del centro de la baja.

Llamamos centros de acción a las regiones en las que se generan las masas de aire que definen el tiempo atmosférico. Masas de aire cálidas o frías, secas o húmedas. Existen, en el conjunto del planeta, una serie de altas y bajas presiones donde se concentran la mayor parte de los centros de acción. Son los centros de acción permanentes. Otros tienen un carácter temporal. Estas regiones son: las bajas presiones ecuatoriales o Zona de Convergencia Intertropical, las altas presiones subtropicales que por su estabilidad tienen nombre: como los anticiclones de las Azores, Hawai, Índico, del Pacífico Sur o del Atlántico Sur; las bajas presiones polares que definen el Frente Polar; y las altas presiones polares, que también tienen nombre, como los anticiclones ártico, antártico, canadiense o siberiano.

Los Anticiclones: son zonas atmosféricas de alta presión, que corregida al nivel del mar, es superior a la del aire circundante. El aire de un anticiclón es más estable que el aire que le circunda y desciende sobre el suelo desde las capas altas de la atmósfera (Troposfera), produciéndose un fenómeno denominado subsidencia. Como consecuencia, se produce un calentamiento dinámico del aire (siguiendo el gradiente adiabático seco de unos 10ºC/km), un descenso de la humedad relativa (la temperatura de rocío aumenta aproximadamente 1,7ºC/km), aumenta la estabilidad atmosférica, hasta producirse inversión térmica en invierno y hay poca o ninguna nubosidad. Los anticiclones, debido a lo anterior, provocan situaciones de tiempo estable y ausencia de precipitaciones, ya que la subsidencia limita la formación de nubes.En verano, se dan vientos suaves y pocas nubes del tipo cúmulos de buen tiempo por calentamiento desde la superficie; las noches son frescas porque a falta de humedad se pierde mucha radiación y hay algunas nieblas sólo en la costa. En invierno, se produce inversión térmica durante las noches y, como consecuencia, se forman nieblas y heladas y se acumula la contaminación.
Las isóbaras tienen valores crecientes de la periferia al centro. Las zonas de alta presión suelen tener mayor diámetro que las de baja, se desplazan a menor velocidad y suelen tener un gradiente de presión menor.

En las cartas meteorológicas españolas, francesas e italianas se representa con una "A". En las inglesas norteamericana y alemanas con una "H".

Pueden distinguirse dos tipos de anticiclones que son distintos en su génesis, su estabilidad y su estructura vertical.

Los anticiclones fríos se producen por enfriamiento superficial, que provoca una contracción del aire en contacto con el suelo. Es el enfriamiento el que arrastra una convergencia en la tropopausa.

Los anticiclones cálidos se forman por convergencia en la tropopausa, que empuja al aire hacia abajo. Este descenso provoca el calentamiento del aire en la troposfera media y baja. A esta categoría pertenecen los anticiclones subtropicales (como el de las Azores).

Los anticiclones más estables se producen cuando un anticiclón cálido se desplaza hasta una superficie continental muy fría. Entonces se suman los efectos de la convergencia en altura con el enfriamiento en la base y los anticiclones pueden permanecer inmóviles (pegados al suelo) durante semanas, impidiendo el paso de otros sistemas meteorológicos por la zona por lo que se conoce como situación de bloqueo. En España, esta es la causa frecuente de sequías en invierno, cuando el anticiclón de las Azores se sitúa sobre la península y da lugar a un bloqueo. En verano, es frecuente en la islas Británicas y Escandinavia y, entonces, el bloqueo desvía las lluvias hacia el sur.

Los anticiclones También pueden considerarse fijos y móviles:
- Los Anticiclones fijos son aquellos que por tener gradientes pequeños quedan estabilizados durante cierto tiempo, ocupando grandes extensiones
- Los Anticiclones móviles son de extensión mucho menor que la de los fijos y suelen hallarse entre dos depresiones móviles participando de su trayectoria.

Las Borrascas

Una borrasca es cualquier zona de presiones bajas respecto a las zonas circundantes. La circulación del viento en las borrascas sigue las isobaras, en el hemisferio norte girando alrededor de la baja presión en el sentido antihorario. Las bajas presiones se producen esencialmente por calentamiento del aire desde el suelo o por convergencia de viento en superficie, de forma que resulta a veces difícil separar causa y efecto. Recapitulando: son centros de convergencia de los vientos al nivel del suelo, siendo éstos tanto más fuertes cuanto mayor es el gradiente, o sea cuanto más juntas estén las isobaras. Debido a la rotación de la tierra, el viento que entra en una borrasca es desviado hacia la derecha de su trayectoria inicial en el hemisferio septentrional y hacia la izquierda en el meridional (fuerza de Coriolis), de ahí que el aire gire en el sentido contrario al de las manecillas de un reloj en el primer caso y en el mismo sentido en el segundo y la fricción del viento con la superficie de la tierra le provoca reducción de la fuerza del viento y que éste se incline de 10 a 20 grados respecto a las isobaras, hacia dentro en los centros de baja presión y hacia fuera en los de alta La Ley de Buys Ballot's resume todo este farragoso texto de la forma siguiente: Si nos ponemos cara al viento, el centro de la baja presión estará entre los 90º a 135º por nuestra aleta de estribor en el Hemisferio Norte y por la de babor el el Sur.
De menor extensión que los anticiclones fijos, varían mucho de tamaño y profundidad, desde 100 hasta 2000 millas de diámetro y alcanzar presiones entre 1000 960 milibares. Casi siempre son móviles trasladándose de W a E a una velocidad media de 25 nudos. Las isobaras son circulares o elípticas y tienen valores decrecientes de la presión desde su periferia al centro. La presencia de baja presión se traduce siempre en:

  • convergencia de viento en superficie,
  • movimiento ascendente del aire con inestabilidad,
  • formación de nube y precipitación

Se dividen en tres:

  1. Las borrascas extratropicales o borrascas ondulatorias, llamadas así por deberse a ondulaciones de los frentes polares
  2. Las depresiones térmicas, que se deben al calentamiento del suelo y sin frentes asociados
  3. Los ciclones tropicales caracterizados por valores extremos de la presión y de la intensidad de los vientos y propios de latitudes bajas

Al proceso de formación de las borrascas dinámicas ondulatorias se le denomina ciclogénesis. El frente polar separa las masas templadas de los anticiclones subtropicales de las masas frías de las borrascas polares. Los primeros cerca del frente tienen una componente E y las segundas W, este diferente sentido hace que se ondule y altere el frente. Estas ondulaciones, si son inestables, son el origen de la borrascas. En altura la existencia de un cinturón de vientos a latitudes cercanas al frente polar, influye decisivamente en la formación
de las borrascas. Este cinturón de vientos se ondula debido a la existencia de las llamadas “ondas de Rossby” a la altura correspondiente a unos 500 mb, que inducen directamente las ondas del frente polar.