“Ganar la Barcelona World Race dos veces seguidas es mágico”
* Jean-Pierre Dick llega extasiado al Portal de la Pau tras imponerse con autoridad junto a Loïck Peyron en la vuelta al mundo a dos
* El alcalde da la bienvenida a “estos dos grandes héroes” y los invita a la tercera edición de la regata
* Los ganadores elogian a la organización por reunir un plantel tan alto de regatistas y aplauden especialmente a los “excelentes” Martínez y Fernández
“Ganar por segunda vez consecutiva la Barcelona World Race es mágico, es el fruto de varios años de trabajo. Gracias, Loïck, por haberme aguantado y haber vivido conmigo estos tres meses maravillosos en contacto con la naturaleza alrededor del mundo”. Jean-Pierre Dick estaba realmente extasiado cuando ha puesto pie en el Portal de la Pau, al final de las Ramblas, minutos después de ganar la segunda Barcelona World Race tras haberse adjudicado ya la primera. Su compañero en esta aventura triunfal, Loïck Peyron, no ha querido ser menos y ha hecho gala de su buen humor al agradecer a su copatrón “haberlo invitado a dar la vuelta al mundo, con escalas sorpresa, y con un barco magníficamente preparado”.
En un ambiente festivo, el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, ha dado la bienvenida a estos “dos grandes héroes” y los ha invitado a participar en la tercera edición de la vuelta al mundo a dos. Junto al alcalde, se encontraban el delegado de Deportes del ayuntamiento de Barcelona y presidente de la Fundació Navegació Oceànica Barcelona (FNOB), Pere Alcober; el presidente del Port de Barcelona, Sixte Cambra; el director general de la Cambra de Barcelona, Xavier Carbonell, y la cónsul general de Francia en Barcelona, Anne Grillo.
La magia y el peligro del cabo de Hornos
Los dos flamantes vencedores no han querido concretar uno o dos momentos clave de su triunfo. “Hemos ganado en muchos compartimentos. Hemos tenido el potencial para reincorporarnos a la lucha después de la parada forzosa de Recife”. En cuanto a su gestión del anticiclón de Santa Helena, en el Atlántico Sur, donde ampliaron su ventaja sobre el MAPFRE hasta un extremo que los navegantes españoles no han podido recuperar, Dick ha indicado que la tenían decidida desde antes de doblar el cabo de Hornos.
La noche antes de pasar este mítico promontorio fue quizá el momento más duro de toda la regata, cuando los dos navegantes se encontraban en proa haciendo una maniobra “impresionante; aún me acuerdo de aquellas olas”. En cambio, cuando al día siguiente doblaron el cabo“fue un momento mágico, nunca lo había pasado tan cerca, apenas 1,5 millas, hasta el punto que perdimos un poco de viento”, ha dicho Dick.
Nivel más alto que en la primera edición
El navegante de Nizaha valorado más este triunfo que el de la primera edición, especialmente por el nivel de la participación, tanto la francesa, con la presencia de varios navegantes muy destacados que se han visto forzados a retirarse por averías como Michel Desjoyeaux, Jean Le Cam y Kito de Pavant, como la española. “Los españoles serán segundos, terceros y cuartos, y esto es impresionante”. Ha tenido palabras de admiración para Iker Martínez y Xabi Fernández, sus rivales más directos a bordo del MAPFRE: “Son excelentes; aprender a la velocidad que han aprendido es extraordinario”.
La victoria, en cifras
Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron han concluido su vuelta al mundo poco después de las 12 de este mediodía. El Virbac-Paprec 3 ha empleado 93 días, 22 horas, 20 minutos y 36 segundos para cubrir las 25.200 millas de recorrido teórico, a una media de 11,18 nudos. De hecho, han navegado 29.075 millas, a una media de 12,9 nudos. Pese a no haber batido el récord establecido por el propio Jean-Pierre Dick en la primera edición de la prueba, en aquella ocasión en compañía de Damian Foxall (92 días, 9 horas, 49 minutos y 49 segundos), han superado la media conseguida entonces, pues el recorrido Barcelona-Barcelona ha sido este año 520 millas más largo.
Si para Dick éste es el segundo triunfo en una vuelta al mundo, ha sido el primero para Peyron, después de que este veterano navegante francés hubiera acabado segundo en dos ocasiones en otras tantas circunnavegaciones: primero en solitario en la Vendée Globe y después de The Race, en maxicatamarán.
EL CAMINO A LA VICTORIA
El Virbac-Paprec 3 ha sido no sólo el ganador de la segunda edición de la Barcelona World Race, sino su gran dominador. A dos días de la salida ya tomó el liderato y así pasó el estrecho de Gibraltar. Se alternó con el Foncia la primera posición hasta su parada en Recife, Brasil. Pero el 23 de enero se colocó en cabeza de la flota y no abandonó esa situación hasta la llegada en Barcelona.
E,l Virbac-Paprec 3 alcanza el liderato de la Barcelona World Race por primera vez en el mar de Alborán, el 2 de enero. Fue en la clasificación de las 15 horas, dos días después de la salida. Al día siguiente, a las 19.55 horas, atraviesa el estrecho de Gibraltar y es el primer barco en entrar en el océano Atlántico. En esa parte de la regata, durante casi un mes, su principal oponente es el Foncia deMichel Desjoyeaux y François Gabart. Ambos protagonizan una lucha terrible y se alternan en el liderato. Intercambian la primera posición en ocho ocasiones hasta que el 25 de enero, el Foncia rompe su mástil.
Paralelos con el Foncia
El duelo es muy intenso en Cabo Verde y en el Atlántico Sur. Tan parejo que ambos equipos comparten hasta la parada técnica en el puerto de Recife. El 15 de enero a las 10.00 horas, el Virbac-Paprec 3 amarra en el puerto brasileño para reparar el carro de escota de su vela mayor arrancado de cubierta en un tramo de 2,50 metros. La parada dura 15 horas y vuelve a la regata detrás del Foncia. El anticiclón de Santa Elena ofrece la primera posibilidad de jugada estratégica y los dos rivales eligen la riesgosa opción oeste que los lleva a bordear la costa americana rumbo al Gran Sur. Como parte de esa táctica los dos barcos activan el modo invisible.
Esta estrategia, lejos de la mayoría de la flota que opta por un coquetear peligrosamente con la alta presión, permite al Virbac-Paprec 3 y al Foncia no sólo recuperar las millas perdidas durante la escala, sino hasta alcanzar el liderato. En ese sprint de velocidad hacia el cabo de Buena Esperanza, el 22 de enero Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron establecen el récord de distancia navegada en 24 horas, aprobado por el WSSRC. Elevan la marca de 501,3 millas registrada por Alex Thomson y Andrew Cape en la primera Barcelona World Race a las 506, 33 millas (21,1 nudos promedio) actuales. Esta cabalgada también les permite a Jean-Pierre y Loïck alcanzar a Michel Desjoyeaux y François Gabart y recuperar el control de la regata el 23 de enero, dos días antes de que el Foncia rompa el mástil. Ese 25 de enero el Virbac-Paprec 3 comienza una navegación en solitario, aunque no por mucho tiempo.
La tenaz persecución del MAPFRE
Con el abandono del Foncia, el MAPFRE toma su relevo en la persecución del líder. Las diferencias con Iker Martínez y Xabi Fernández fluctúan mucho. El 7 de febrero, en el océano Índico, son 781 millas. El 25 de ese mismo mes, la distancia entre la popa de los franceses y la proa de los españoles es de sólo 8,3 millas. Claro que en el medio, el 16 de febrero el Virbac-Paprec 3 se ve obligado a realizar una segunda parada técnica, esta vez en Wellington.
Jean-Pierre y Loïck se ven obligados a ir a puerto a buscar reemplazos para sus carros de sables de vela mayor y reparar una de las burbujas transparentes de los puestos de gobierno que había explotado en una tormenta en el océano Índico. Tras las 48 horas de penalización parten con una meteorología perfecta, pero con los patrones vascos en sus talones. El MAPFRE comienza la presión. Jean-Pierre y Loïck resisten y pasan el cabo de Hornos el 3 de marzo.
Los españoles tienen problemas con sus drizas y están obligados a parar en la isla Nueva para solucionar el problema. Al volver a la regata los olímpicos ya están 220 millas detrás. Jean-Pierre y Loïck negocian el anticiclón de Santa Helena de manera perfecta. La diferencia aumenta a 545 millas y disminuye a 111 en las calmas ecuatoriales, pero la situación parece estar siempre controlada por los franceses. Tras más de 15 días de navegación contra el viento, en la que ambos barcos recurren a la estrategia del modo invisible (como ocurriera con el Foncia en la bajada del Atlántico), el Virbac-Paprec 3 atraviesa el estrecho de Gibraltar el 1 de abril a las 03:35 hora española con 40 nudos de viento en la nariz...
En el Mediterráneo, Jean-Pierre y Loïck administran las 30 horas de ventaja. Luchan contra las clamas y los vientos de proa que retrasan su victoria, pero nunca la ponen en peligro. "Nuestro secreto es el respeto mutuo y la música -declara Jean-Pierre Dick, 24 horas antes de cruzar la línea de meta-. La buena comunicación es un camino hermoso y da una mayor velocidad al barco". Habrá que creerle, si es que ésta es la misma fórmula que utilizaron para ganar la Transat Jacques Vabre de 2005.