Últimas millas de alto riesgo para los Class40
El próximo gran hito de esta 12.ª edición de La Route du Rhum – Destination Guadeloupe será, la llegada del primer Clase40 . A más tardar la próxima noche, entre las 3 y las 5 a.m. Las últimas 400 millas que le restan a Yoann Richomme (Paprec – Arkéa) para meta prometen ser muy arriesgadas. Los alisios han subido un escalón desde ayer y soplan muy inestables, con borrascas cada vez más frecuentes y en ocasiones violentas. Por otro lado, la circunnavegación de Guadalupe, aún con una cómoda ventaja de 90 millas sobre la competencia, todavía tiene muchas sorpresas guardadas. En resumen: aunque se acerca el “final del túnel”, más que nunca la vigilancia es fundamental.
Lo que hay que recordar :
Maxime Sorel (V y B - Monbana - Mayenne), quinto en IMOCA.
Paul Meilhat (Biotherm), sexto en IMOCA
Justine Mettraux (Teamwork.net),7ª en IMOCA, primera mujer en la regata, llegó esta mañana a las 3:41 a. m. Diecinueve solitarios han completado el recorrido: 7 Ultim 32/23, 5 Ocean Fifty y 7 IMOCA. 93 todavía están en el mar.
"Es entrecortado, es desigual, es muy "París-Dakar" como navegación! “, declaró Yoann Richomme (Paprec – Arkéa), todavía lanzado este martes a más de 15 nudos de media a favor del viento. “Hay entre 22 y 27 nudos con rachas grandes, chubascos potentes y olas en todas direcciones. Estamos sacudidos de una manera bastante excepcional, con grandes choques en las olas que hacen que el barco se detenga repentinamente. En principio, en 24 horas estaré en la Tête à l'Anglais", comentó el líder de Class40, que continúa su cabalgada con su perseguidor más cercano con una ventaja que se ha reducido de 120 a 90 millas en las últimas 24 horas. “Atrás tienen mejor viento y mejor ángulo que yo. Hay diferencia pero sigo mirando por el retrovisor porque se acercan lentamente. Tengo cuidado de posicionarme bien por si hay momentos menos fáciles por el viento”, añadió el vigente vencedor que corre hacia una segunda coronación, sin olvidar que mientras no se cruza meta, cualquier cosa puede pasar. "Existe el miedo a romper, sobre todo dadas las condiciones", concedió el líder que ayer por la tarde realizó un primer gran cambio en el noroeste, y que irá ajustando su arribada a Guadalupe durante el día. “Se suponía que iba a ser el último tramo, pero el viento no está saliendo como estaba previsto. Así que creo que tendré que hacer algunas trasluchadas antes de llegar al norte de Guadalupe”, explicó el navegante.
Todas las esperanzas están permitidas
El mismo programa para sus adversarios que también han hecho un primer ajuste, y están lidiando con condiciones difíciles, tanto para los barcos como para las organizaciones. “Ayer el viento varió entre 11 y 32 nudos. Esta mañana sigue muy inestable, en fuerza pero también en dirección. Es exigente”, dijo Corentin Douguet (Quéguiner – Innoveo) quien, como los demás, debe adaptar constantemente su configuración y plan de navegación. “En un Class40, pasar de un spinnaker a otro lleva treinta minutos. Así que no nos divertimos cambiando velas todo el tiempo, pero hacemos lo mejor que podemos. En las últimas 24 horas fue el más rápido del pelotón, con nada menos que 300 millaos entre las 5 de la mañana de ayer y la misma hora de hoy. “Estaba en el lugar correcto en el momento correcto”. Todo el mundo está dando lo mejor de sí en este momento con el viento que tiene. En este contexto, todavía pueden pasar muchas cosas”, aseguró el patrón del Quéguiner – Innoveo que ha reducido así parte de su retraso sobre el líder pero también se ha distanciado de su principal rival, el patrón del Allagrande – Pirelli, en diez millas. . “Con Ambrogio (Beccaria), se decidirá, un tiro para mí, un tiro para él, hasta la llegada a Guadalupe. Es el oponente del momento”, dijo Corentin Douguet, muy consciente de que lo que promete ser decisivo. “Estamos empezando a acercarnos mucho a la ruta directa. Por lo tanto, no queda mucho por hacer, excepto hacer que la máquina funcione lo más rápido posible, lo cual no es fácil con esta meteo. Pasamos nuestro tiempo en bañera trabajando con el barco a exceso de velocidad. Sin embargo, ¡intentaremos terminar el trabajo correctamente! “, que no tiene más remedio que seguir cauto, al igual que toda la flota. “De momento, dado el ritmo impuesto, es mejor jugar la carta del buen marino”, confirmaba Antoine Carpentier (Redman), codo a codo con Alberto Bona (IBSA) y en la lucha por la quinta plaza con Luke Berry ( Lamotte – Módulo de Creación) y luego Xavier Macaire (Grupo SNEF), desplazado 75 millas al norte. “Hay chubascos bastante violentos y bastante frecuentes. Tienes que ser proactivo. Cuanto más cargamos, mayor es el riesgo de rotura", añade, que a pesar de todo marca un ritmo alto con la esperanza de sacar millas a sus compañeros de delante en los últimos compases porque, como recordó Corentin Douguet: “Hacemos regatas de veleros y, por definición, lo que puede pasar a veces puede ser completamente delirante. »