Vendée Globe. Louis Burton se retira. El Bureau Vallée se dirige al puerto de La Coruña
Bureau Vallée se retira en La Coruña. El patrón francés Louis Burton ha tomado la decisión de retirarse de la Vendée Globe tras no poder afrontar con tiempo la preparación del obenque de babor de su Open 60.
Pretendia llegar al puerto de Le Sables d´Olonne a tiempo de poder realizar la reparación y volver a la regata antes de las 13:02 horas del 20 de noviembre, pero todo pasaba porque pudiese navegar hasta el puerto francés navegando amurado a estribor ya que el obenque de babor estaba roto.
Las condiciones meteorológicas no han sido favorables para que Louis Burton pudiese hacer la ruta de la forma más favorable, así que los sueños del patrón más joven de esta Vendée Globe se esfuman a los cinco días de competición tras el abordaje sufrido en la madrugada del pasado miércoles.
Finalmente ha entrado en el puerto de A Coruña, donde espera que su equipo de tierra llegue mañana, intentaran reparar el obenque para después retornar a Francia.
En la Coruña esta mañana
Louis y Bureau Vallée acaban de llegar al puerto de La Coruña, donde ha conseguido entrar solo. El equipo de Louis llegará en la noche del viernes al sábado, porque este desvío de su ruta en principio no estaba previsto. Está bien, y el mástil de su Bureau Vallée sigue en el estado previsto.
Louis quiere agradecer, en primer lugar, al conjunto de sus patrocinadores, Bureau Vallée, Bic, Exacompta-Clairefontaine, Fellowes, el Groupe RATP, Biard Déménagement, así como al conjunto de patrocinadores técnicos que han hecho posible ese proyecto. Su agradecimiento se extiende también a su equipo, a los voluntarios que han ayudado en el proyecto, a la Dirección de Regata y a las personas que lo han apoyado, a él y a su equipo, en sus gestiones para regresar a Les Sables d'Olonne. Los apoyos, las propuestas de ayuda han motivado a Louis hasta el final y han permitido mantener una esperanza de volver a salir.
Esta gran energía no se pierde. ¡Nos vemos dentro de cuatro años!
Menos cuatro en la Vendée Globe. Con la retira del Bureau Vallé esta mañana y la rotura del mástil del Savéol la flota de la Vendée Globe se reduce a dieciséis OPEN 60 en menos de seis días de competición.
Ahora los ojos de la Organización estarán pendientes de si el Acciona Sailing puede reparar la driza de la vela mayor al socaire de las islas Canarias. Y de los problemas a bordo del OPEN 60 polaco Energa, tal como indica su patrón Gutek: “Tengo un par de problemas electrónicos y eléctricos. El tema más importante es que mi piloto automático no funciona como debería, y así está sucediendo desde la salida, y por eso no puedo navegar rápido. Además, me equivoqué al decidir ir al Oeste. El problema del piloto automático es que no puede mantener el ángulo con el viento real, y eso es esencial en una regata, y estoy intentando arreglarlo (Nota: pasa del rumbo de compás al del ángulo real del viento y viceversa). El siguiente problema afecta al sistema de funcionamiento de la quilla, de manera que no puedo moverla de la forma normal cuando necesito corregir la escora del barco. Eso es lo siguiente que tendré que arreglar. Y hay un tercer tema que es muy malo para nuestro equipo: el ordenador de medios de comunicación no funciona en absoluto, y por eso no puedo mandar vídeos o fotos. Por ahora la única forma de mantenerse en contacto es por teléfono. Todo eso tampoco es bueno para mí descanso, porque todos esos problemas exigen tiempo. Por eso necesito atravesar esa zona de bajas presiones y después, cuando mejoren las condiciones, espero que me vengan ideas frescas que me ayuden a solucionar todos esos temas.”
Otro que se ha salvado por los pelos fue Jean-Pierre Dick, que se tuvo que lanzar al agua para liberar de unas redes la quilla de su OPEN 60 Virbac-Paprec: “No entendía por qué o avanzaba a la velocidad teórica del barco durante toda la noche anterior”, ha confesado el patrón del Virbac-Paprec. … descubrí una larga red enganchada bajo el bulbo de la quilla. Intenté hacer marcha atrás, pero fue inútil. Solo quedaba una solución: ¡patos al agua! Paré el barco, amollé la mayor y me sumergí bajo el casco para sacar esa red que me frenaba”.
Dury Alónso