Vendée Globe: By by Índico, hola Pacífico

Después de varias semanas de navegación, bordo a bordo entre ellos, cada pareja se encuentra dentro de un radio de menos de 100 millas con una separación entre “el profesor” y Boissières de 1800 millas, casi nada.
Este escenario, pasados dos océanos y para algunos ya remontados dos de los grandes cabos, es el resultado de las diferentes opciones tácticas de cada solitario, los vientos en cada zona, las diferencias en los diseños de cada barco y su eficacia, y por supuesto una pizca de suerte. Si: suerte. Lo han vivido algunas de las parejas que se han roto por el rugir del Índico en un daño irreparable para ellos. Para otros como Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 2), que abandonó momentáneamente el papel para reparar su timón o Marc Guillemot (Safran) transformado en San Bernardo de Yann Elies (Generali), la danza oceánica proseguirá en breve.

En la parte trasera de la carrera, el hermoso concepto de navegar sin presión, en solitario, pero también el conocer el horror de velear en solitario sin un posible socio en el que apoyarse. Este papel se le asigna a Norbert SEDLÁČEK (Nauticsport-Kapsch) ya tiene más de 3.700 millas acumuladas con los galgos, el equivalente a dos semanas de navegación.

"Complicado", "brutal", "duro", "insoportable"... Los adjetivos son una gran parte de las definiciones de los solitarios al describir el Océano Índico, que ha sido testigo de sumergir a la Vendée Globe en otra dimensión. Pasados lo primeros 36 días de regatas, algunas máquinas han mostrado signos de debilidad y los hombres y las mujeres han tenido que multiplicar sus conocimientos y fuerzas para hacer frente a la dureza del contexto, el frío, la contínua humedad, repetidas galernas, icebergs, un excelente panorama que profundiza en la épica de esta regata, un exigente mar que no da tregua y que reclama ese plus que demuestran estos marinos. Al final, te das cuenta de que este Índico es algo que los solitarios han vivido de muchas diferentes maneras. Para Michel Desjoyeaux en su 60 pies FONCIA, este Océano Índico resultó ser bastante suave, no demasiado violenta: "No he visto más de 42 nudos durante los últimos 15 días”. De hecho, este océano ha sido bastante positivo para “el profesor” que desde el martes 16 de diciembre, toca el tambor en la clasificación. La guinda del pastel es que ha sacudido los números de la regata y ha marcado el mejor rendimiento en 24 horas en toda la historia de la Vendée Globe con 466 millas navegadas. Positivo o negativo el Índico? ... "Sí y no ... Sabemos que puede ser duro y muy caprichosa, pero hemos tenido suerte, no hemos sido dañado. Pocos de nosotros hemos perdido algunas plumas ... Espero que el Pacífico va a ser bueno y no hay razón por la cual no debe ser pacífico ... ".
Suerte para unos, y mala, muy mala para otros, tras estas declaraciones y sin quitarle ni una pizca de su honor y gloria, nos reafirmamos en lo que comentamos en el primer párrafo.

Michel Desjoyeaux, mientras tanto, sigue jugando con los nervios de sus oponentes. Tomadas sus rentas, el capitán de Foncia es menos locuaz, no libera gran parte de sus sensaciones. Navega e impone su ritmo y es dudoso que Roland Jourdain, su pareja de baile le robe millas, en esta noche les separan 35 más que en el report de las 12 horas anteriores. Seb Josse en una derrota y opción similar a la dupla cabecera tampoco, de momento, le puede soplar el aliento en sus nucas, solo Jean Le Cam sigue, como es habitual, a su bola, más al S con 4 nudos de velocidad superior a ellos. Reconoció que para recuperar terreno necesita vientos sostenidos: la clasificación de 5h (GMT +1), mide 18 nudos cuando sus oponentes directos navegan a 15 . Las 233 millas de separación que por la tarde había sobre el líder pueden derretir en las próximas horas.