Vendée Globe. Como motos al Norte de la isla de Gough.
Una concentración de icebergs fuerza el cambio de la puerta de hielo de Kerguelen
El récord en solitario de Alex Thomson, establecido en 2003, pronto debería ser tachado de las listas del World Sailing Speed Record Council, el organismo que oficializa los récords de vela de todo tipo. ¿Pero quién, entre François Gabart (MACIF), Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) o Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat), inscribirá su nombre en el palmarés?
¡Van zumbados!
En la ruta de los Cuarenta Rugientes, los solitarios de la Vendée Globe aprovechan que la mar aún está relativamente tranquila para sumar millas. Más que las velocidades punta, son las medias lo que impresiona. No lejos de los 20 nudos durante 24 horas para Jean-Pierre Dick y François Gabart en la clasificación de las 16 horas. Y se rumorea que algunas clasificaciones intermedias podrían reservar otras sorpresas. El grupo de los ocho primeros acelera, con la cabeza agachada, hacia la puerta de Agujas, primer punto de paso obligatorio en la ruta del hielo.
Cambio
A ese ritmo, los participantes no destacan por su elocuencia. Un Jean Le Cam (SynerCiel) especialmente concentrado lamentaba no poder llevar el timón, estimando que el piloto automático no podía igualar al navegante en el tacto con la caña. Jean-Pierre Dick esperaba el paso del primer frente tras el que el estado de la mar podría complicarse bastante, y la situación calentarse como si de un horno de pizzas se tratara. Más al Norte, Armel Le Cléac’h (Banque Populaire), aplicando el principio de que a mal tiempo buena cara, reconocía que la situación no le era favorable del todo y admitía, por primera vez, la posibilidad de que los hombres del Sur le pasaran por delante.
Por detrás, Javier Sansó aún tiene esperanzas de escapar a las calmas del anticiclón de Santa Helena que se está reconstruyendo. Un día más está batiendo sus propios registros, hasta superar las 400 millas en 24 horas, 402,4 exactamente en la clasificación de las 4 de la tarde.
La situación, sin embargo, parece muy comprometida para el trío Arnaud Boissières (Akena Vérandas), Tanguy de Lamotte (Initiatives-cœur) y Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets), hasta hace poco compañeros de grupo del patrón español. Solo Alessandro Di Benedetto (Team Plastique) ve con buenos ojos la situación, que podría acercarlo al último pelotón de esta Vendée Globe.
Puerta de hielo: de Kerguelen a Crozet
Once grados de latitud, es decir 660 millas (unos 1.200 km), es la distancia entre la antigua puerta de hielo denominada de Kerguelen y la nueva, bautizada como puerta de Crozet. El motivo de semejante descalabro es la detección de una concentración de icebergs de pequeño tamaño en la ruta de los navegantes. CLS, el organismo de vigilancia de los hielos, ha tenido acceso a imágenes complementarias facilitadas por el CROSS Réunion. El Centro Regional Operativo de Salvamento de esa isla tiene como misión vigilar en las inmediaciones de las tierras australes francesas la presencia de barcos de pesca y comprobar que no se trata de barcos en situación ilegal. Disponen, en una zona restringida, de informaciones mucho más precisas sobre la presencia de hielo flotante y pueden detectar icebergs de 20 metros de diámetro.
Esta nueva puerta modifica sensiblemente la situación y alarga el recorrido en más de 300 millas. Pero hoy está asumida la opción de proteger a los navegantes de la tentación de ir a flirtear con las latitudes extremas, que acercaría la regata oceánica al juego de la ruleta rusa. Cuando se sabe que varias decenas de miles de trozos de hielo van a la deriva en el océano Austral, uno llega a la conclusión de que llevar el juego a ese extremo no vale la pena.
HAN DICHO...
A bordo del Banque Populaire va todo bien. Tengo 20-25 nudos de viento, planea bien desde esta mañana. El cielo está bastante despejado, hace un buen sol, pero se ven los primeros signos del frente, con un cielo tapado al fondo que se acerca. Voy acelerando suavemente. Las diferencias con mis colegas se reducen como estaba previsto. La opción de Jean-Pierre era un poco mejor, pero creo que el balance tampoco es malo. Tendremos que negociar una nueva estrategia con la puerta Kerguelen que ha sido remontada y que ahora se llama puerta Crozet. Habrá momentos difíciles a superar. Empezará una nueva regata.
Armel Le Cléac’h (FRA, Banque Populaire)
La noche ha sido movida, pero todo ha vuelto a su sitio, y también se ha frenado mucho. A bordo todo va bien. La mar está bastante movida porque esta noche pasado un frente. Hay bastantes olas, entre 10 y 15 nudos de viento y tiene tendencia a amainar. Pero gracias a las olas consigo hacer pequeñas planeadas y por suerte, porque delante van muy rápidos y la goma tiene tendencia a tensarse. Lo que me gusta sobre todo es regatear, aunque desde hace 24 horas me doy cuenta de que el elástico se está estirando. Pero me digo que cada día que paso en mi barco es un día de felicidad. Moralmente a veces es complicado, pero nunca olvido que tengo la suerte de estar aquí, me gusta seguir aún en regata. Tenemos una profesión magnífica, tenemos trabajo. No me quejo, disfruto cada día.
Arnaud Boissières (FRA, AKENA Vérandas)
Va francamente bien, sí. Hay agua por todas partes, y más que habrá dentro de tres horas. Va bien, aunque me gustaría poder llevar la caña; pero es imposible: fuera es la guerra. Me pongo al abrigo. Hay olas. Al piloto automático le cuesta coger las olas, llevar el barco recto. De vez en cuando hace planeadas a 24 nudos.
Jean Le Cam (FRA, SynerCiel)
Las condiciones son duras con el frente que pasará pronto. El viento ha ido subiendo desde esta mañana. Con las nubes que llegan, da cosas bastante raras. Voy a una veintena de nudos. Armel, François y yo mismo nos vamos a encontrar. Será una lucha bonita, pero relativicémoslo, no hay que romper el material. No ganaremos la regata por las dos o tres millas que podamos sacar ahora. La regata ha sido muy intensa, pero ayer fue un día muy bonito, con un buen sol y buenas condiciones de olas. Aún no he visto a mis amigos los albatros, pero no tardarán. Estoy pasando la isla de Gough, no es fácil pronunciarla. Y pronto veremos otros peces, estarán más en el agua y menos volando. Era una buena opción, pero me ha faltado un poco de éxito porque estuve 12 horas completamente encalmado en el momento en que tenía que empezar a salir, y eso ha permitido que los otros se pegaran. Pero lo importante es que estamos todos un poco juntos, la regata ya hará las diferencias.
Jean-Pierre Dick (FRA, Virbac-Paprec)
En general como entre 3.500 y 5.000 calorías al día, depende sobre todo de la temperatura exterior. Y hay mucha variedad: conservas, liofilizado e incluso algo fresco. Algunos de los platos que consumiré los ha cocinado mi tío. Está todo guardado en bolsas, una bolsa para cada día. También tengo algunas botellas con bebidas que no son agua, como por ejemplo zumos de fruta. He previsto comida para 100 días, pero además tengo el equivalente de diez días de platos liofilizados.
Tanguy de Lamotte (FRA, Initiatives-Cœur)