Todos en casa, finaliza una espectacular Vendée Globe con la llegada de Norbert Sedalcek
Con las llegadas de Raphael Dinelli llegó el sábado al mediodía y del austríaco Norbert Sedalcek, se cierra la conquista del Everest de los mares 2008-2009.
Raphael Dinelli llegó el sábado a Sables D’Olonne después de 125 días de navegación, y más de 28.000 millas alrededor del globo, a bordo del Open 60 Fundation Ocean Vital. Una hora y media menos que el tiempo que empleó hace tres años en completar el mismo recorrido. Ha sido su cuarta participación en la Vendée Globe, en el 2005 llegó el último esta vez tenía a su popa, a Norbert Sedalcek, un austriaco que amarró en la tarde del domingo su Nauticsport Kapsch, y que es definitivamente el último participante en llegar de los 11 supervivientes de la prueba 2008-2009 que como todas las de esta vuelta al mundo resultó fantástica sin lugar a dudas, con noicias desde su salida hasta ayer domingo, bastantes día despues de los 83 que tardó Michel Desjoyeaux, record absoluto de la regata y ganador de esta IV edición, a los 126 que empleó Sedlacek en llegar el último. De los 30 marinos que dejaron Bretaña el 10 de noviembre pasado, 19 fueron abandonando por el camino. Grandes navegantes en solitario, con máquinas al límite. La cifra de abandonos hacen recapitular a los organizadores, el tiempo nos dirá si se cambian las normas de los Imoca Open 60.
Volviendo a las últimas jornadas de regata, como siempre, los modestos son los que más sufren y los que menos se quejan. Una costilla rota es la última broma que le gastó el Atlántico norte a Dinelli. Un golpe de mar que le tiró contra sus guardamancebos fue la causa, pero la cosa no quedó así, tranquilo que si algo está mal, vendrá otra circustancia que la pondrá peor y esto le ocurrió al ecologista Dinelli, se le rompió la botavara, y sin dudas y con un tesón de hierro se enfrascó en una reparación de las muchas que ha hecho a bordo de su barco de más de diez años.
Pero que es esto para esta Olognes de adopción, en su primera participación en 1996, naufragó y fue salvado milagrosamente por el inglés Pete Goss. Estaba aferrado a su barco volcado en medio de un temporal de deshecho. Pero a estos chalados de la Vendée, en las últimas ediciones siempre se les sumó un Rafael Dinelli con la coletilla de sus viejos cacharros, no ha dejado de participar en todas ediciones de la prueba, en el 2000 una avería le obliga a terminar el recorrido sin poder clasificarse, recibió ayuda y esto se llama descalificación. En el 2005 terminó el duodécimo, el último, con el mismo barco que ahora le ha servido de laboratorio para las tecnologías limpias que fabrica Fondation Ocean Vital, para la que trabaja. Como estas energía renovables y limpias, el mejora y llega antes que su colega y compañero del Pacífico Sur.
Norbert Sedalcek, el último en llegar a meta es el primer austriaco, que se sepa, en darle la vuelta al mundo a la derecha y a la izquierda. Norbert se cansó un día de conducir tranvías en Viena, y decidió cambiar railes por mar. Para ello cási nada, se largó con viento fresco a los mares con calificativos, rugientes, tenebrosos...Para empezar se construyó, literalmente, se contruyó con sus manos un barco de 8 metros, para probar si esto de la mar le molaba y se dio una vuelta al mundo en solitario. Parece que el resultado es obvio. Participó en una regata corta pero muy extrema, la IceLimit, de Ciudad del Cabo a Ciudad del Cabo dando la vuelta al Antártico por latitudes superconocidas, y como le siguió molando se embarca en la Vendee de 2005 que tuvo que abandonar por problemas de orza. Llevaba el mismo barco que ahora, de aluminio, uno de los más pesados y con un nombre que suena como a pecado, Nauticsport Kapsch).
Norbert con un presupuesto enano como los de Rich Wilson y Dinelli, nos demuestran lo que es navegar y cumplir y ser marinos, los tres con embarcaciones tan probadas como anticuadas y presupuestos ramplones. Rompen esquemas al pensar que otros 19 marinos con respaldo mediático y económico que navegaban a bordo de máquinas salidas de los principales equipos de diseño del mundo mundial, salieron de Sables y unos por accidentes, otros por su afan competitivo, desarbolaron, perdieron orzas o timones de sus sofisticadas máquinas.
Algunos ya han anunciado su inscripción para la edición de 2012. Dinelli, también lo hará y será su quinta vuelta al mundo, Sedalcek ya lo hizo hace unos días, sin haber llegado a meta, espera conseguir un patrocinador que le pague un barco más competitivo. El resto no se ha pronunciado pero es seguro que muchos de los que abandonaron por problemas técnicos se querrán sacar la espina. Las grandes estrellas dependen más de otros compromisos, tienen garantizado el apoyo y se pronunciarán en función de sus agendas. Pero los que hasta ayer fueron modestos ya han lanzado el desafío. Desde hoy, mientras se apagan los focos en el puerto bretón, la Vendee Globe 2012 está en marcha.
Honor y gloria para estos, todos los navegantes en solitario.