Sin cambios en la Vendée Globe. Los líderes comienzan a sentir Cabo de Hornos

En cabeza, Michel Desjoyeaux (Foncia) sigue manteniendo la diferencia, un poco más atrás (por la cantidad de millas navegadas) su inseparable compañero, Roland Jourdain en su Veolia Environnement, a la greña y haciendo la goma, 50, 60, 70 o 80 millas, son las distancias entre ellos . Será Cabo de Hornos el granítico notario que de testimonio de lo que es esencialmente contacto en una regata despues de recorrer más de 17.000 millas.
En contraste, el resto de la flota mantiene una buena separación, los números lo dicen todo: una ventaja de más de 300 millas sobre Jean Le Cam (VM Matériaux) y más de 600 millas en el dúo, Vincent Riou (PRB) y Armel Le Cléac'h (Brit Air), los otros dos inseparables.

La salida del gran océano no va a ser un camino alfombrado, la depresión que alcanza a los líderes debería ser la más profunda y fuerte que han registrado desde su entrada en los cuarenta rugientes.

Al final, esta Vendée Globe 2008/09 será de 24840 millas en comparación con 23,680 millas en la edición anterior. Y aunque Michel vire Cabo de Hornos en la noche del 4 de enero, se encuentra dentro del tiempo marcado por Jean Le Cam en 2004, esto representa un ahorro de tiempo de 3 días y medio en la edición anterior, habida cuenta de las millas adicionales impuestas.

Porque si el Cabo de Hornos marca, tal como lo señaló Michel Desjoyeaux hoy, en primer lugar, no significa que está todo el pescado vendido. Hay todavía una tercera parte muy importante para terminar de completar la Vendée Globe. La historia de la anterior Vendée Globe está ahí para mostrar: en 2005, Jean Le Cam pasó Hornos con 250 millas por delante de Vincent Riou y Mike Golding, que, tomaron la iniciativa de la regata antes de cruzar el ecuador. En 2001, Michel Desjoyeaux tenía más de 600 millas por delante de Ellen MacArthur, que le sopló en la nuca en la costa brasileña. Entre las barreras naturales que son las Islas Falkland, los golpes del Pampero, estos vientos abajo de las mesetas de la Patagonia y la calma generada por el anticiclón de Santa Elena, son las trampas a lo largo de la ruta en el Atlántico Sur . Pasar el Cabo de Hornos en cuenta es una clara ventaja psicológica, que no garantiza la victoria.

Pero no podemos olvidarnos del famoso Cabo de Hornos, antes conocido como el Cabo de las tormentas, tiene todas las características para ser el catalizador de algunas de los mejores depresiones. Situado a 55 ° S, es la más al sur de los grandes cabos. Además, hay una sucesión de bajas aquí que una tras otra quedan atrapadas por un efecto de embudo creado por la Cordillera de los Andes y la Península Antártica. De repente, el aumento de los vientos en este estrecho pasaje puede llegar a ser excepcional. Otra gran verdad, a más viento, más olas. La mar, libre de obstáculos a lo largo de su viaje a través del Océano Pacífico, de repente es atrapada por el estrecho y la menor profundidad del continente americano. El resultado de esto es que las olas cada vez más poderoso y puede llegar a alturas enormes. Muchas historias desde siempre hablan de olas monstruosas, que puede llegar a más de 20 metros de altura. Imagine un edificio de 6 pisos persiguiéndole y usted comprenderá el significado de la palabra monstruoso. Sin embargo, para los solitarios, Hornos, sobre todo significa el final del Océano Austral y el regreso hacia latitudes septentrionales, donde hay más calor y se puede decir más humanidad, ... "

Más atrás de los galgos, cada uno soluciona sus problemas y prosiguen con suerte dispar comiendo millas.

Sam Davies ahora de 6ª en su primera Vendée Globe, admite que ella preferiría no haberse beneficiado de la retirada de Jean-Pierre Dick que perdió un timón cuando su Paprec-Virbac golpeó un objeto, el de Niza habló con Sam por teléfono, felicitándole por este sexto lugar como un presente de Año Nuevo.

La mayor del Artemis II de Jonny Malbon continúa degradándose. El inglés confirmó hoy que tiene un doble agujero, deice que parcheado por encima del cuarto rizo. Dee Caffari ha informado de que tiene un problema similar, aunque no en la misma medida que el de Malbon.
Mientras tanto Steve White parece haber finalizado sus faenas en el Toe in the Water. Sus pilotos automáticos están haciendo bien su trabajo de nuevo.