Pepe Ribes: Han sido 48 horas muy duras, con viento de 45 nudos de media y oleaje confuso. ¡Tenemos un barcazo. Alex Pella: ¡Ya pasamos Atu! ¡Qué gusto!
Una vez superada la durísima tormenta Atu, el Estrella Damm vuelve al ataque siendo el más rápido en las últimas 5 horas
Los patrones del barco español, felices de volver a concentrarse en la velocidad, aunque con algunas contusiones
La tormenta provocada por los restos del ciclón Atu en el Pacífico Sur ya ha pasado y parece que la “calma” vuelve a los barcos que peor lo han pasado por su causa, Groupe Bel y Estrella Damm. El barco español, séptimo en la clasificación de la Barcelona World Race, ha tenido que pasar prácticamente por el ojo de la tormenta, con oleaje montañoso (10 metros) y confuso y vientos de 45 nudos de media, como reportaba Pepe Ribes desde el Estrella Damm esta mañana: “eso que no queríamos ni acercarnos hace dos días (…) No sé si os acordáis de esta frase de película: "no subestimes el poder de la fuerza". Pues sentimos y bien el poder y la fuerza de la naturaleza”.
Recuperada la normalidad, aunque con algunas contusiones (Pella en las costillas al golpearse con el winche del mástil y una molestia muscular en el costado derecho en el caso de Ribes, tras un golpe cuando recogía un enrollador de proa), los patrones del Estrella Damm se han lanzado al ataque y ya son los más rápidos de la flota en las últimas cinco horas, en que han promediado 19 nudos de velocidad (dos más que el líder y el Groupe Bel, su más directo rival) con un viento del noreste de través de unos 25 nudos: “A nuestro barco le gusta este ángulo de viento, de unos 100 grados”, aseguraba un sonriente Pepe Ribes en videoconferencia esta mañana.
Dos patrones animados e inspirados
Los ánimos están muy altos en el Estrella Damm tras superar los días más duros de la regata, y ambos patrones se han sentido especialmente inspirados para escribir esta madrugada. Alex Pella aseguraba en un e-mail de a bordo (http://www.barcelonaworldrace.org/es/actualite/emails-marins/detail/mensaje-desde-el-estrella-damm-0-13663) que estaban con las pilas puestas tras una increíble semana en que tuvieron incluso que realizar una parada técnica no deseada en Nueva Zelanda: “¡Ya pasamos Atu! (…) ¡Qué gusto! (…) Esta nueva situación nos vuelve a poner con ganas de regatear, y seguro que nos hará olvidar los stays rotos, las velas al agua, las calmas interminables, los ciclones por el camino, los terremotos... Bueno, ha sido una semana increíble, una detrás de otra, y esperamos que el Pacífico nos devuelva ahora un poco más de normalidad”.
Por su parte, Ribes (http://www.barcelonaworldrace.org/es/actualite/emails-marins/detail/mensaje-desde-el-estrella-damm-0-13633) se felicitaba de que el barco haya sobrevivido sin graves daños en tan duras condiciones, con vientos de 45 nudos de media, rachas de cincuenta y olas de diez metros: “Alex y yo lo hemos conseguido (sobrevivir) a medias, ya que los dos salimos del ciclón dándole fuerte al ibuprofeno: Alex con un golpe en las costillas y yo en el lado derecho debajo de las costillas. La perla (el Estrella Damm) no parece que tenga desperfectos a simple vista pero no lo sabremos hasta que haya un poco de calma y podamos revisarla de proa a popa. ¡Vaya barcazo tenemos, cómo se está portando! Y eso que lleva ya las millas de cuatro vueltas al mundo. Pero está dando la talla, ¡qué relación tenemos! Sin ella no somos nada aquí en el océano”.
El patrón de Benissa (Alicante) explicaba en videoconferencia que estas condiciones les han causado mucho estrés por la integridad del barco: “Ha sido bastante duro, hemos navegado casi todo el tiempo con tres rizos en la mayor y trinqueta, e incluso hemos arriado totalmente la mayor durante 12 horas. Hemos estado muy estresados por el barco, pero pensamos que no tiene ningún problema grave. Nuestras heridas se curarán mientras el barco esté bien”.
Capeado el temporal, los patrones del Estrella Damm se concentran de nuevo en competir: “Ahora empezamos de nuevo a meternos en la dinámica de la regata, controlando a los barcos que vienen por detrás y a los que tenemos delante. Nos estamos haciendo un plano de situación de las próximas semanas en el Pacífico. Tenemos al Groupe Bel a 80 millas y creo que podremos ir recortando antes de llegar a la puerta de seguridad Pacífico Oeste, a unas 500 millas”.
Un restaurante de cinco tenedores en mitad del Pacífico
“He estado sin comer solido 30 horas alimentándome de batidos y barritas energéticas, ya que era imposible estar en la perla (el Estrella Damm) si no estabas atado, en cubierta o en la litera”, explicaba en su e-mail Ribes. Tras la vuelta a la normalidad, el patrón lanzaba un tweet explicando lo bueno que es comer caliente, aunque sea un sobre de comida liofilizada y un postre hecho con polvos: “Llevo 30 horas sin comer. Este sobre de pasta y mi mousse de chocolate favorito me saben a restaurante de cinco tenedores”.
Tras la tormenta, el optimismo vuelve al Estrella Damm: “No sé si saldrá el sol pero lo mejor espero que esté por delante”, concluía su e-mail Pepe Ribes.