Pablo Torres. “Si llego a Martinica habré cumplido mi sueño”
Pablo Torres a punto para la última etapa de la Mini Transat 2017 que zarpa este miércoles de Canarias rumbo a la Isla caribeña a través de 2.700 millas
27 de octubre de 2017.- Apenas faltan cuatro días para que el andaluz Pablo Torres retome su participación en la Regata Mini Transat 2017. Hablamos con el sevillano desde Las Palmas de Gran Canaria, primera y única parada de la regata oceánica que une La Rochelle (Francia) con la Isla caribeña de Martinica a través de 4.500 millas náuticas (9.000 km.). Doce días ha sido el tiempo empleado por el regatista del CN Puerto Sherry a bordo de su barco “El Bicho II” para completar las 1.350 millas de esta primera etapa “en la que hemos tenido de todo, calmas, vientos superiores a 30 nudos y roles, muchos roles”.
Desde el pasado día 12 de octubre la flota compuesta por 81 barcos de once nacionalidades (seis de ellos españoles) descansa en la isla canaria en un tiempo muerto que unos han aprovechado para viajar a casa o, como en el caso del andaluz, para “reparar pequeñas cosas a bordo” acompañado de su fan más incondicional, su padre. También está solucionado el único problema que le ha traído de cabeza durante esta primera parte de la travesía, la radio. “Estoy un poco enfadado conmigo mismo porque debía haberle prestado más atención e insistir en tener la radio a punto, no conseguía tener los partes meteorológicos y eso ha hecho que a ratos haya ido a ciegas sin saber si estaba o no en la regata”. El problema se presentaba en los tramos en los que Pablo dejaba de tener como referencia a sus rivales como ocurrió una vez pasado Finisterre “deje de tener contacto visual y me sentí muy solo”.
Ese fue uno de los momentos en los que Pablo tuvo que tirar de sentido común y aplicarlo a esta aventura por la que sueña desde el año 2003 cuando perdiera su barco en la primera intentona. “Trate de relajarme, pensar que lo importante era llegar y a partir de ahí todo fue mejor”. Tirando de olfato y las cualidades que lo hacen ser un gran deportista, Pablo lograba el primer objetivo, siendo el primer español y 19º de 24 en su clase Prototipo en la llegada a Canarias y lo mejor de todo, darse cuenta que nunca había dejado de estar “en la regata”.
Con la radio ya solucionada para lo que queda (2.700 millas hasta Martinica) Pablo se muestra seguro y muy contento con el barco “Mis sensaciones han sido muy buenas, el barco es un misil, yo he logrado mantener la cabeza fría para superar algunos momentos de desesperación y mantener la estabilidad”. Pablo tiene un recurso infalible para pasar tantas horas en solitario y a veces sin nada que hacer más que esperar el viento favorable “He escrito mucho, yo suelo hacerlo y eso me ha servido para sacar todas las cosas que se me pasaban por la cabeza, buenas y malas”.
De cara a la segunda y última travesía de esta aventura en solitario, Pablo escucha los consejos de unos y otros mientras él confía en su conocimiento, el instinto y la suerte. “Está claro que hay que engancharse a los vientos aliseos, el primero que lo haga será el que gane, pero hay que saber cuándo bajar y virar, esa es la clave”, nos dice el sevillano, que añade, “el factor suerte hay que controlarlo, hay cosas que no dependen de ti”. Lo mejor de todo es que para Pablo acabar es un rotundo éxito “No pido más, ni mi barco es el mejor (El Bicho II es un prototipo del 2002 de Manuard) ni yo tampoco, así que sin dudarlo un segundo puedo decir que si llego a Martinica habré cumplido mi sueño”.
Pablo Torres navega en solitario, sin ayuda externa según el reglamento de la regata, pero desde tierra le alienta su familia, muchos amigos que hacen de tripulación imaginaria y un grupo de patrocinadores que le han ayudado a poder estar en la línea de salida, es el caso de Puerto Sherry, su puerto base, Monte Albor, Blasón Aceite de Oliva, ElGuiry, Actiba Mar&Aventura, Black Bull, Verte Ophthalmics, Acedo&Martín, Grupo Merino, Demosaica, MatchBetter y la Universidad de Cádiz (UCA).
La salida será el día 1 de noviembre y a partir de ahí se calculan otros 15 días de navegación hasta llegar a Martinica, fin de la aventura.