Los primeros buscan los alisios de Santa Elena. Las diferencias se reducen. Por detras muy mal tiempo para arribar a Hornos

Queda aún mucho mar para llegar a Sables d'Olonne, sobre todo cuando los vientos portantes no acompañan y toca ceñida con la consiguiente reducción de velocidad. Este es el caso de Michel Desoyeaux (Foncia) lider y apertura de ruta durante las últimas cuatro semanas, que está luchando frente a Río para pasar una barrera que le separa de los alísios de Santa Elena. El “catedrático” está a 415 millas al sureste de Río ha tenido que virar varias veces y perder millas con su perseguidor que ha navegado al mismo rumbo más de 300 millas.
Una situación que beneficia temporalmente a Roland Jourdain (Veolia Environnement), que redujo en más de 70 millas su separación con el “catedrático” desde el lunes por la noche. Bilou envió imágenes de la reparación efectuada en su mástil que reflejan un verdadero talento bricolagero. Ahora debe sacar todo el potencial a su barco. Por detrás Armel Le Cléac'h (Brit Air) con portantes, aprovecha la circunstancia, su posición es cada vez más amenazante y la reducción de más de 100 millas en su diferencia con le lider, promete emoción hasta el final.
La mayor del Aviva de Caffari destrozada.

Sam Davies, también, reconoció hoy que se enfrenta a un tiempo difícil, impredecible en los próximos días.
Marc Guillemot (Safran), que remontó ayer el Cabo de Hornos, debería arribar mañana a las Islas Malvinas para intentar la enésima reparación en su járcia de labor. Una operación compleja que intentará realizar sin fondear pero si amarrar a una boya de la Marina Británica, o dejarse a la deriva empujado por el viento isleño.

Pero la gran movida se encuentra por detras. La situación continúa muy difícil, para los que están en el Pacífico. Especialmente para Dee Caffari (Aviva), que, además de pasar uno de los mayores temporales de su gira mundial, ahora lamenta su el desgarro de la mayor a la altura del tercer rizo que le hace navegar con una importante reducción de trapo, navega con los cuatro rizos tomados. Por el momento, su preocupación era la de virar Cabo de Hornos en medio del carajal. Los dos últimos días antes de Hornos han sido brutalmente difíciles para Brian Thompson (Bahrain Team Pindar), Arnaud Boissières (Akena Vérandas) y Dee Caffari. Para estos tres, el pasopor la mítica roca será sinónimo de liberación. La situación es para el trío Thompson / Boissières / Caffari es escabrosa. La tormenta anunciada ayer por Météo France barre actualmente el Pacífico Sur. Rachas de 64 nudos y olas de más de 10 metros han tumbado totalmente por dos veces al monocasco de Arnaud Boissières y rasgó la mayor de Dee Caffari. En su comunicación con su equipo de tierra esta media tarde, Arnaud Boissières dijo haber llegado a surfear a 30,2 nudos, un record involuntario en pleno arratre de su barco por las olas. Su anemómetro registró un máximo de viento d 62 nudos, total cási sol y moscas. En una de esta surfeadas, la mar se llevó la cúpula de la protección de su antena Fleet 77, el receptor que sirve para recibir archivos de tiempo y enviar fotos y vídeos. "El barco tumbó totalmente dos veces. En la primera pensé que desarbolaba, en la segunda tomé una ola atravesado y esta ha arrancado la antena. Una vez más, he visto el palo abajo cuando escuché el crujido pensé que todo se acababa para mi. "
La confirmación del carajal la realizó esta tarde en su comunicación, Dee Caffari, la inglesa midió 64 nudos de viento mantenidos durante siete horas. "La mejor manera de describir el estado del mar sería decir"totalmente horrible. " El barco va bien. Estoy bien, pero la mayor no va a sobrevivir! "

Rafael Dinelli (Fondation Océan Vital): "Todavía estamos ciñendo. Tenemos que hacer nuestro camino hacia el norte y el sur. El barco no está realmente diseñado para navegar en ceñida. En realidad no es agradable. En cada pantocazo toda la estructura del barco se estremece. Soy afortunado de que mi barco está hecho de fibra de vidrio, que le hace un poco más flexible. A veces, todo el barco está siendo sacudido tanto, que parece explotar. Es una sensación desagradable. Es raro. Nunca he navegado en ceñida en el Océano Austral. Es la primera vez que he tenido que dar bordos como estos. Este año, el Pacífico es realmente extraño. Sólo tengo seis semanas de suministros. Voy a tener que racionarme. "