Las palabras del 2º y 3º Imoca a su llegada

Los dúos Yoann Richomme - Yann Eliès (Paprec Arkéa) y Sam Goodchild - Antoine Koch (For the Planet) nos ofrecieron un final grandioso y emocionante. Una batalla final en la bahía de Fort-de-France, bajo la luz dorada del amanecer, la prueba definitiva del duelo de alto nivel que los líderes habían librado durante doce días. Tras la llegada triunfal de For People la pasada noche, también hay pleno para el arquitecto-navegante Antoine Koch.

Paprec Arkéa, segundo en Fort-de-France

Yoann Richomme: "Sinceramente, no creo que no hubiéramos podido ganar. Había demasiadas cosas que no sabíamos de estos barcos, yo el primero. Y Thomas y Morgan estaban un escalón por encima de nosotros. Volvimos con un cuaderno lleno de notas sobre el funcionamiento de estas máquinas, que son un poco... locas.

Cuando dejamos las Canarias, pensamos un poco en ello. Rápidamente, vimos que tenían un ritmo bastante alto y además teníamos una de nuestras velas que es un poco pequeña y sufríamos en cuanto bajaba de 17 nudos. Sin esos pocos metros cuadrados, era difícil competir en igualdad de condiciones. A pesar de eso, hemos progresado mucho, hemos conseguido utilizar el barco con este pequeño déficit y no rendirnos, estoy muy contento. Es la culminación de una gran historia. Llevamos más de dos años con el objetivo de terminar la Transat Jacques Vabre, para iniciar el proceso de clasificación para la Vendée Globe, así que todo el equipo está muy orgulloso de haber logrado esta misión".

Yann Eliès: "Tenemos la sensación de haber tenido un día caluroso porque es cierto que caímos en las calmas a 1,5 millas de la llegada. Nos dijimos que si perdíamos este segundo puesto, nos cabrearíamos mucho. ¡Qué final tan feliz! Al mismo tiempo, nos dimos un poco la vara hace dos días al dejar que siguieran su propio camino. Teníamos demasiada fe en los archivos de viento y cuando suspendimos, estábamos demasiado lejos de For People. For The Planet estaba remontando y no habríamos merecido el segundo puesto. Pero estábamos decididos a mantenerlo".

Yann Eliès: "El barco se siente como un multicasco, en cuanto le coges el tranquillo tienes la impresión de que vuela, de que el barco toca más el agua. Las primeras 24 horas me parecieron muy, muy duras, en ceñida seguía bien, lo sabíamos, pero detrás, cuando tuvimos que atacar con un mar de locos, miré a Yoann y me dije "yo no lo habría hecho así". Tuvimos que trabajar muy duro y salí masticado, ¡masticado y molido!

For The Planet, tercero en Fort-de-France

Sam Goodchild: "Es un gran regalo de cumpleaños, casi un atraco. Si nos hubieran dicho que seríamos terceros al principio, nos habríamos apuntado antes. Es un tercer puesto para el equipo. El equipo que hemos formado con Thomas demuestra lo fuerte que es. Somos una treintena trabajando a tiempo completo y eso nos ha permitido alcanzar el nivel que necesitamos para estar en el podio y para que For People gane".

Antoine Koch: "Todo ha ido muy bien. Ha sido un placer compartir esta carrera con Sam. Estamos bastante abonados a los terceros puestos, lo que es bueno porque el campo de los IMOCA ha ido creciendo toda la temporada con muchos barcos nuevos. Pensábamos que iba a ser duro y el comienzo de la regata lo fue, pero poco a poco hemos conseguido remontar. Estamos encantados.

También estoy muy contento de que los dos barcos que ayudé a diseñar hayan terminado en los dos primeros puestos. Pero, ¿ha visto a las tripulaciones? No creo que los barcos lo hayan hecho solos. Estas magníficas tripulaciones supieron explotarlos al máximo y burlar los escollos de la regata".

Sam Goodchild: "Ha sido gratificante. Aprendes muchas cosas y no navegas al final como al principio. También tuvimos dos o tres pequeños problemas técnicos que nos pusieron a prueba y que conseguimos resolver. Con Antoine fue muy interesante discutir y analizar, sobre todo la parte de los alisios de Canarias. Ha diseñado dos barcos en torno a todos los problemas de los dos últimos años y lo tiene todo en la cabeza.
Antoine Koch: "¿Reiniciar un proyecto en mi nombre? Estas regatas a dos tienen la ventaja de poner las cosas en su sitio. Aquí, las condiciones meteorológicas eran muy tranquilas sobre el papel, con un mar de alisios relativamente plano. El viento oscilaba entre 17 y 18 nudos. La forma en que esto se traduce a bordo es que hay guerra todo el tiempo. El potencial de velocidad de los barcos es tal que navegamos en popa a 23 nudos con toda la lona puesta y un centro de vela muy alto. Como resultado, el barco tiende a apretar el acelerador muy rápidamente, con algunas paradas bastante violentas en el fondo de las olas. Cuando hay una pequeña ondulación y el viento sube a 20 nudos, cambia completamente el ambiente a bordo y se convierte en una guerra. Así que cuando navegas en solitario alrededor del mundo, realmente no sé cómo lo hacen. No es que no quiera hacerlo, pero admiro mucho a quienes lo hacen, porque es un ejercicio de altos vuelos.