La lucha por el cuarto puesto ya se centra en el Mediterráneo
- Diez horas han separado al One Planet, One Ocean & Pharmaton y al We Are Water en el paso del estrecho de Gibraltar
- El Renault Captur supera la latitud de Canarias y pone rumbo Este para un bordo largo hasta el peñón
- El Spirit of Hungary disfruta de alisios establecidos 450 millas al suroeste de Cabo Verde
El One Planet, One Ocean & Pharmaton y el We Are Water ya navegan en el Mediterráneo. Separados por sólo 53 millas, los cuatro navegantes catalanes han vuelto al mar donde se formaron, el mar que decidirá también la cuarta plaza de la Barcelona World Race 2014/2015. Por delante en esta lucha desde el paso del Ecuador, Aleix Gelabert y Didac Costa cruzaron el estrecho de Gibraltar ayer a las 20:25 horas de Barcelona, con vientos ligeros del Oeste y corriente a favor, y tras 95 días, 6 horas y 25 minutos desde la salida de la regata el pasado 31 de diciembre. A bordo del We Are Water, los hermanos Bruno y Willy Garcia han superado la longitud de Tarifa esta mañana, a las 6:14 horas de Barcelona, sólo diez horas después que sus rivales y amigos.
Ya en el mar de Alborán, para los dos barcos ha empezado a soplar el Levante anunciado, con entre 25 y 30 nudos de intensidad. Tras el siempre delicado paso del estrecho de Gibralta r, se reanuda pues la batalla por el cuarto puesto, ahora en el Mediterráneo y de ceñida, contra vientos fuertes y mar formada “que dificultan el avance y cumplir el routing que preveía la llegada a Barcelona el próximo miércoles por la tarde”, según han reportado los tripulantes del One Planet, One Ocean & Pharmaton, que como los del We Are Water han optado por acercarse a tierra, donde el viento no sopla con tanta violencia.
Eso sí, mientras navegan a unos 7 nudos de velocidad media en este camino cerca del litoral, giros de viento y desventes causados por la costa, tráfico marítimo, balizas y redes de pesca son algunos de los obstáculos que deberán sortear el One Planet, One Ocean & Pharmaton y el We Are Water en el último sprint de la vuelta al mundo al dos. Su querido Mediterráneo, el mar en el cual tanto Aleix Gelabert y Didac Costa como los hermanos Bruno y Willy Garcia han aprendido a navegar, les tiene guardadas dosis iguales de amor y odio, y dosis de intensa emoción para todos los aficionados y seguidores de la Barcelona World Race.
En el We Are Water Bruno y Willy Garcia han embarcado a dos de estos fans: “Dos pajaritos que parecen petirrojos y que nos hacen compañía y nos entretienen. Entran en la cabina, salen, se esconden entre las escotas, y se pasan el día atrapando insectos, que desde ayer abundan; se están poniendo las botas. Son unos cracks y por eso los hemos bautizado… ¡Aleix y Didac!”.
La última virada
En sexta posición, el Renault Captur está ya a menos de 2.000 millas de la llegada. Durante la mañana Jörg Riechers y Sébastien Audigane han progresado a 9,2 nudos de media, gracias a los vientos alisios del NE. Superada la latitud de Canarias, han puesto rumbo al Este y dentro de poco empezarán a gozar de los vientos del Norte que les trae una alta presión situada a su noreste, y que prácticamente les permitirán hacer ruta directa al estrecho de Gibraltar, aunque aún distan 1.300 millas de este paso.
“Probablemente hemos hecho la última virada antes de Gibraltar –ha explicado esta mañana en videoconferencia Audigane-, así que nos espera un bordo largo de unos tres días hasta el estrecho. Estamos un poco cansados, sobre todo moralmente porque no tenemos rivales con los que jugar. Físicamente estamos bien, descansamos bien porque no tenemos muchas cosas que hacer a bordo aparte de hacer avanzar el barco de ceñida, que no es muy complicado. Aunque es verdad que hemos tenido algunos problemas, atravesamos una zona de algas que se quedaban enganchadas en los apéndices, hemos tenido una avería eléctrica, y ahora tenemos un problema de motor para cargar las baterías que espero arreglar durante el día”.
Rutinas de alisios
Cerrando la flota, el Spirit of Hungary de Nandor Fa y Conrad Colman< /b> navega con los alisios establecidos a unas 680 millas de la popa del Renault Captur y a 450 millas al suroeste de las islas Cabo Verde, promediando también 9,2 nudos durante la mañana. Con estos vientos constantes, la vida a bordo se simplifica, según ha descrito en un correo Colman: “Ahora que hemos encontrado unos sólidos vientos alisios, nuestros días se rigen por unas simples repeticiones mecánicas. Pequeños cambios para trimar las velas en respuesta a las variaciones de fuerza y dirección del viento. Hacer retroceder el barco para limpiar los timones y la quilla de algas. Reparar pequeñas fugas en el sistema de lastre, tan crucial en la reducción de golpes y pantocazos cuando navegas con el viento en contra. Estos son los ritmos que dan forma a nuestra vida”.