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La emoción crece rumbo a Hornos

La emoción crece rumbo a Hornos

· La flota empieza a comprimirse entre el tercer y séptimo puesto en la aproximación al mítico y temido cabo
· El Estrella Damm Sailing Team sigue al máximo nivel a pesar de las dolencias de Pella y Ribes
· Pepe Ribes, aquejado de una rodilla: “Fue un mal paso hace dos días”

La emoción va en aumento en la Barcelona World Race, una atractiva mezcla de aventura y competición, en que los patrones se enfrentan no sólo a sus rivales, sino principalmente a sí mismos y a la supervivencia en las condiciones más extremas. A estas alturas de regata, prácticamente todos los barcos han reportado incidentes de mayor o menor importancia, pero la competición sigue su curso en lo que es un ejemplo de superación y sacrificio y una aventura humana de primer orden. El sueño de los marinos, completar la vuelta al mundo, está en juego.

Es el caso del Estrella Damm, que sigue marcando un ritmo fortísimo y ha reducido distancias con la mayoría de sus rivales, tal como preveía ayer el patrón Alex Pella. Así, en las últimas 24 horas han recortado 95 millas al Mirabaud, 172 al Neutrogena y 97 al Renault, tercer clasificado. Sólo el Groupe Bel ha aumentado ligeramente las diferencias en las últimas horas por tras una bajada del viento en unas condiciones muy variables entre chubascos, y está a 87,6 millas por la proa.

Los patrones del Estrella Damm, Alex Pella y Pepe Ribes, están sacando el máximo rendimiento al barco a pesar de las contusiones que sufrieron al enfrentarse a la tormenta del ex-ciclón Atu, y que siguen ocasionándoles molestias, por lo que están tomando calmantes. Pepe Ribes ha reportado además haber sufrido un incidente en la rodilla izquierda. “Fue un mal paso bajando del lateral a la bañera hace dos días”, comentaba este mediodía el patrón de Benissa. Ribes ha estado en contacto con los servicios médicos de la Barcelona World Race: “Es posible que tenga el menisco exterior roto, y puede que algún ligamento esté afectado”. Pero el patrón sigue adelante. “Puedo caminar aunque cojeando y con cuidado. No tiene por qué empeorar”, aseguraba con su habitual entereza.

Respecto al dolor en la zona de las costillas que Pella y Ribes padecen tras sendos golpes durante la tormenta, Ribes explicaba estoicamente: “Un barco no es el mejor sitio ni son las mejores condiciones para que remita el dolor, ya que hay que darle al winche y al grinder a menudo, pero es lo que hay”.

En estas circunstancias, los patrones del Estrella Damm se concentran plenamente en la velocidad del barco y en cumplir lo mejor posible sus turnos de descanso para reponerse en la medida de lo posible hasta pasar las duras condiciones del Pacífico Sur.


Nieve en cubierta

El frío y el oleaje cruzado no ayudan a la recuperación, pero tampoco les detienen. “No ha parado de nevar en las últimas 24 horas”, contaba Ribes. “A cada chubasco, nieva”. Son sin duda condiciones difíciles e inestables: “El viento está evidentemente muy variable por los chubascos, entre 15 y 25 nudos y con roles de 30 grados”, explicaba el patrón del Estrella Damm.

Se anuncia compresión

Las condiciones de los próximos días hacia Hornos anuncian una compresión de la flota entre la tercera y la séptima posición, por lo que la lucha por los primeros puestos vuelve a estar al rojo vivo, dado que los barcos de delante se verán afectados por una transición de vientos que no afectará tanto a los de más atrás. A bordo del Estrella Damm, sin embargo, la concentración está en ir más rápido paso a paso, sin pensar en sus rivales: “Cómo lleguemos a Hornos aún está por verse. Ahora nuestro objetivo es cruzar la última puerta de seguridad del Pacífico”.