La aventura y desventura que no conocíamos en esta Vendée Globe de Jean Le Cam
“He pasado por muchas cosas difíciles en mi vida, pero esta vez he experimentado lo insoportable. Sigue siendo increíble. Es un milagro que esté aquí hoy. Es increíble.
Aventuras:
Papi clack clack clack Le Cam, o Le Roi Jean como se conoce coloquialmente a uno de los mejores navegantes oceánicos del mundo, se comprueba simplemente con conocer su palmarés: Figarista vencedor en tres ediciones, primeras vueltas al mundo como tripulante de Éric Tabarly, en la Whitbread Round, Ruta del Ron, Jacques Vabre, dos Barcelona World Race, 2º , cinco participaciones en la Vendée Globe… casi nadie al aparato.
Esta introducción solo es para demostrar el pelaje de tipo más sorprendente, simpático y menos convencional de los solitarios.
Desventuras… que fueron final feliz
Es normal y conocido “a medias”, que en las contactos vía radio o satelital con tierra describiendo la situación en averías, roturas etc, los navegantes omitan o digan verdades a medias para no dar ventaja a oponentes o ellos sabrán el motivo.
En este caso nos enteramos de las desventuras de “Papi” con ⅔ del recorrido, el Índico Pacífico y Atlántico por la proa, en la rueda de prensa a su llegada a Le Sables d’Olonne:
“He pasado por muchas cosas difíciles en mi vida, pero esta vez he experimentado lo insoportable. Sigue siendo increíble. Es un milagro que esté aquí hoy. Es increíble.Al día siguiente del rescate de Kevin Ecofier en el Índico, a 360 millas al norte de Crozet, en mi control del barco comprobé que el casco se estaba deslaminando, tenía una flexión de 5 centímetros, sin duda se estaba agrietando. Es una situación muy peligrosa, si se rompe, te hundes. Hice una primera reparación de urgencia, aprovechando la bondad del clima en aquel momento, cortando los tanques de lastre. Las esquirlas de carbono eran mi segunda piel, y para colo no tenía suficiente resina...
No aguantó mi intento y se rompió de nuevo. Me fui más al norte con mucho mar, así que paré una segunda vez para rehacer reparaciones. Y todos los días desde entonces, he estado cruzando los dedos para que no se produjera. Ni siquiera me atrevía a seguir adelante. Ya no utilizaba los tanques de lastre, ya que había cortado el del medio, por lo que ya no podía abrir la válvula, de lo contrario me hundiría. Hubert (su gran amigo fallecido recientemente hermano de Michel Desjoyeaux) me trajo de vuelta y le ayudé.
Vi que mi reparación funcionaba, así que me dije que podía ir más allá. Luego volvió a romperse en medio del Pacífico y no tuve más remedio que llegar hasta el Cabo de Hornos. Y en el Cabo de Hornos había 50 nudos, así que no podía acercarme más a la plataforma continental, así que pasé a 100 millas de la costa. Después de tres semanas de miseria, por fin hubo diversión. Seguí navegando hacia el norte y me dije: "Si voy a estar en una balsa salvavidas, es mejor estar en una balsa salvavidas, mientras el agua esté caliente", y luego, "¿No sería mejor estar en tu balsa en medio de los vientos alisios?
¿Por qué no lo he comentado? Porque decir cosas así habría causado controversia. No era algo que preocupara al resto del mundo. Lo explico como algo que es una realidad, pero que ya ha quedado atrás. Si cuento esto es porque esta Vendée Globe ha sido tan especial y dura.
Es una locura esta acogida, con tanta gente diciéndote lo que les has hecho pasar. Todas esas personas que estaban allí a las 2 de la madrugada, son apasionadas. Sientes esta profundidad, esta sinceridad. Es hermoso, es hermoso. Nunca podrás tener esa belleza en otras situaciones. Eso es en parte por lo que es extremo”.
Lo comentamos en parrafo anterior, es habitual que cuestiones graves o importantes no transciendan más allá de tu equipo de tierra, siempre se guarda lo esencial. Jean Le Cam ni comentó los problemas estructurales que tenia a bordo, ni el que se hubiese roto una costilla días antes de llegar.
Es de destacar y agradecer la defensa que hizo de los patrones jóvenes que desean participar en una Vendée Globe pero que no disponen de presupuestos, ahora totalmente fuera de órbita de equipos que se gastan en 6 y 7 millones de euros en la construcción de nuevo IMOCA.
“Creo que entre Benjamin Dutreux, Damien Seguin y yo, hemos dado a los jóvenes la confianza de que la Vendée Globe sigue siendo accesible. Hoy en día, esta regata se está volviendo económicamente inaccesible. Hay barcos que valen entre 6 y 7 millones de euros, así que nos preguntamos si es necesario tener una multinacional como patrocinador para poder participar y no quedarnos al margen. Me atrevo a esperar que esta edición de la Vendée Globe permita a los organizadores mirar el futuro desde una perspectiva diferente. Es importante -esencial- que la Vendée Globe sea accesible para las pequeñas y medianas empresas y los jóvenes”.
Siempre defendió que los OPEN 60 con derivas siempre tendrán su participación en esta regata. El dilema está sobre la mesa de la Clase IMOCA y en la organización Vendée Globe, a los OPEN 60 con derivas laterales rectas no se le puede dejar fuera de esta regata porque son barcos que permiten competir con unos presupuestos más contenidos y accesibles a jóvenes patrones: y la Vendée con foils o si ellos siempre será la misma aventura.