Hugo Ramón afronta su tercera transatlántica con optimismo: “Mi objetivo es estar arriba”
La Mini Transat zarpó este mediodía de La Rochelle con destino a Madeira con previsión de fuertes vientos en la zona del Cabo Finisterre
“Mi objetivo es estar arriba; si no pensara que tengo posibilidades de hacer un buen papel, hoy no estaría aquí”, aseguró el navegante mallorquín Hugo Ramón (Palma, 1985), antes de iniciar hoy su tercera regata transatlántica en solitario entre La Rochelle (Francia) y Salvador de Bahía a bordo del velero Nassau Beach Club, de seis metros y medio de eslora.
Ramón, que compite en la categoría de barcos de serie frente a 48 rivales de 11 países, admitió que ganar la Transat 650 es “es muy complicado”, dado el “grandísimo nivel de la flota”, pero reiteró su intención de darlo todo “desde el principio hasta el final de la travesía”.
Su victoria en la última edición de la Mini Barcelona ante muchos de los navegantes con los que ahora le toca batirse en el Atlántico invitan al regatista del Náutico de Palma a ser optimista y a tener “la moral muy alta, pero sin dejar de pisar el suelo”.
La Transat 6.50 zarpó hoy, a las 14.17 horas, de la localidad francesa de La Rochelle con destino a Funchal (Madeira), única escala de la travesía, con viento del nordeste de 15 nudos.
“El tramo del Golfo de Vizcaya es crucial; el barco que doble primero el Cabo de Finisterre será, seguramente, el que gane la primera etapa, ya que a partir de ese punto los vientos siempre bajan un poco”, explicó Hugo Ramón a pie de pantalán, apenas unos minutos antes de zarpar del puerto de la Rochelle para tomar la salida de la regata.
Los participantes en esta mítica travesía oceánica, de 4.200 millas, sólo pueden comunicarse a través de la radio VHF, cuyo alcance no supera los 10 kilómetros. Salvo que alguno de los barcos de apoyo de la organización u otro participante entre casualmente en esta área de cobertura, Hugo no tendrá contacto con el exterior hasta su llegada a Madeira, prevista para el día 19 de septiembre.
“Los partes anuncian viento fuerte [hasta 40 nudos en Finisterre], por lo que se prevé una travesía muy rápida. Esto significa que descansaré poco y que deberé estar atento a las roturas. No hay que olvidar que después de la escala en Madeira nos restarán todavía 3.100 millas hasta Brasil y que es muy importante que el barco llegue en buenas condiciones”, dijo Ramón, que en esta ocasión utilizará una pila de combustible para alimentar los equipos electrónicos y el piloto automático del Nassau Beach Club tras la mala experiencia con el generador convencional de gasolina de la edición anterior.
El Nassau Beach Club, un modelo Zero diseñado por Lombard y construido en Mallorca en 2005, ha sido puesto a punto para la Mini Transat en un tiempo récord. Sus velas Banks Sails se cuentan entre las más modernas de la flota y la colaboración de la empresa mallorquina Trabajos en Cabos ha permitido sustituir todos los herrajes de inox por cabuyería artesana, más resistente y ligera.