Estrella Damm marca el mejor ritmo de la flota promedia 17 nudos mientras se acerca al Cabo de Hornos y ya está a sólo 12 millas del Mirabaud

El Estrella Damm de Pepe Ribes y Alex Pella sigue sorprendiendo por su gran rendimiento a pesar de sus lesiones en las últimas 165 millas del Pacífico Sur rumbo al Cabo de Hornos. El dúo español está marcando la mejor velocidad de la flota de la Barcelona World Race en las últimas 24 horas, con una media de casi 17 nudos y casi 400 millas recorridas. El cruce del mítico cabo se prevé a primera hora de la madrugada del miércoles.

Pella y Ribes están acercándose no sólo la punta sur de Sudamérica, sino también a sus rivales del Mirabaud y el Groupe Bel, que en sexta y quinta posición también están superando sus propias dificultades en esta dura y trepidante vuelta al mundo. Mientras que el barco suizo está siendo conducido sólo por Dominique Wavre, al estar su compañera Michèle Paret convaleciente en la litera a causa de una anemia, la embarcación de la vaca que ríe anunció ayer que tenía problemas de quilla, por lo que deberá resguardarse en una zona calmada en cuanto le sea posible para revisarla.

En una breve conexión telefónica a primera hora de la tarde Pepe Ribes reconocía estar ansioso por cruzar el Cabo de Hornos por tercera vez en su carrera y enfilar el camino de vuelta a casa a través del Atlántico: “Ya tenemos ganas de tirar para arriba”. Las condiciones a bordo eran bastante exigentes, con 25 nudos del 323 (NO), y el barco navegando de través a 17 nudos.

El patrón de Benissa (Alicante) esperaba poder conservar más velocidad que sus rivales: “Sí que es verdad que vamos más rápido ahora, pero conforme nos acerquemos a tierra nos debería pasar como a ellos y perder velocidad. Por eso seguramente pasemos el Cabo de Hornos algo más lejos de tierra, unas 30 millas al sur, donde habrá más viento, pero dependiendo de la evolución meteorológica tal vez nos acerquemos más.”

Recuperación y resistencia

Ribes era optimista respecto a las contusiones en el costado que tanto él como Pella sufrieron mientras atravesaban la tormenta Atu hace una semana: “Del costado estoy casi bien, y Alex también está mejorando poco a poco de las costillas”, explicaba. Sin embargo, el pronóstico de su rodilla, con un menisco roto, no era tan halagüeño: “Lo de mi rodilla no se arreglará hasta que me opere; no tiene arreglo aquí, sólo con calmantes, pero es lo que hay”, reconocía con entereza, consciente de que le queda afrontar cojeando todo el ascenso del Atlántico y el Mediterráneo.