Estrella Damm de Alex Pella y Pepe Ribes recupera el cuarto puesto frente al Neutrogena tras una jornada de intercambio de posiciones en las calmas
· Pepe Ribes: “Calma o temporal... Me da igual lo que haya si somos los más rápidos"
La lucha en los puestos de cabeza de la Barcelona World Race sigue deparando grandes momentos a sus seguidores. En cuarta y quinta posición, el Estrella Damm y el Neutrogena están inmersos en un combate cuerpo a cuerpo. El barco español aventaja ahora en poco más de una milla al quinto clasificado, luchando a brazo partido por aprovechar cada racha, con vientos que apenas superan los seis nudos, y no permiten promediar más de cinco. Es una especie de match race a cámara lenta, pero con una intensidad extenuante para los protagonistas de este duelo. A la vez, inmersos en las calmas en una zona de transición frente a Salvador de Bahía, intentan no perder de vista al Renault Z.E. , que marca las posiciones de podio y parece haber arrancado, apenas 160 millas por delante.
En un e-mail de a bordo Pepe Ribes reflexionaba esta mañana sobre qué era preferible, si las calmas por las que atraviesan ahora, o los duros temporales que han tenido que superar en los 79 días que llevan Alex Pella y él en esta durísima vuelta al mundo a bordo del Estrella Damm: “Es la pregunta que todo el mundo nos hace siempre, ¿Qué preferimos, calma o temporal? Cada una tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. En la calma podemos recuperarnos un poco a nivel físico. La vida a bordo se vuelve muy fácil, ya que el barco se mueve dócilmente, nos podemos dar una duchita, como hoy me he dado yo (pero no me ha dado para cambio de calzoncillos ya que solo me quedan dos de aquí hasta Barcelona), podemos hacer los currillos de mantenimiento más delicados, como una fuga en el tanque de lastre de proa que hemos reparado hoy, subir al palo a revisar (lo haremos mañana, esperemos que por última vez antes de Barcelona); a la hora de comer te puedes tomar tu tiempo, ya que no te urge entrar en la litera, vas con bermudas y sin camiseta; desde que te despiertan para la guardia hasta que estás en cubierta listo pueden pasar cinco minutos…”
Pero por supuesto, para el patrón de Benissa no todo es positivo en las calmas: “Para mí lo malo de la calma es que las millas que haces de cara a casa son muy pocas, el calor que hace dentro del barco (ahora mismo 32 grados a las 5 de la mañana), hay que estar muy pendiente del trimado (el ajuste de las velas), aunque no hay que estar conduciendo toda la guardia, y que un barco que está a 30 millas puede ser mucho más rápido porque estás metido en una nube sin viento”.
Dos modos de vida en alta mar
Muy diferente es la vida en medio de la tormenta, como bien saben los patrones del Estrella Damm, que sufrieron lo peor de los restos del ciclón Atu en el Pacífico Sur, que les causó contusiones de las que aún se recuperan: “En el temporal acabas agotado a cada guardia”, proseguía Ribes. “La vida a bordo se vuelve muy difícil ya que el barco salta de un lado a otro, acelera, frena, y casi solo se puede ir a cuatro patas. Por dentro del barco, para no hacerte daño, estás siempre estresado para que no se rompa nada; cualquier pequeño fallo a la caña y puedes fastidiar una vela… Como resulta difícil mantenerte en pie, comes rápido y enseguida te metes en la litera que es donde mejor estás ya que no puedes hacerte daño y además estás descansando y se tarda un montón de tiempo en estar preparado por la cantidad de ropa que llevamos. En el Pacífico Sur los días más fríos, desde que te despiertan hasta que estás en cubierta listo, pueden pasar 45 minutos. Normalmente hay que conducir constantemente ya que el piloto (automático) no puede con las olas grandes. Lo bueno es que haces un montón de millas hacia casa. Los barcos que tienes cerca normalmente están en las mismas condiciones o sea que no hay grandes diferencias y la adrenalina te sube a flor de piel en cada guardia”.
Calma y temporal son sin duda dos modos de vida opuestos en alta mar, pero para el competitivo Pepe Ribes, tienen algo en común: “¿Qué prefiero?... Calma o temporal... La verdad es que lo que quiero es que la Perla (el Estrella Damm) sea más rápida que los barcos que tenemos cerca. Me da igual lo que haya si somos los más rápidos. Somos capaces de pasar por el ojo de un ciclón de ceñida para sacarle una milla a un rival.... O sea que imaginaros qué mal nos funciona la cabeza”, bromeaba el patrón.
Cocido madrileño y flamenco frente a las costas de Brasil
Ribes concluía su bitácora compartiendo con los lectores su menú del día y la música que escuchaba antes de irse a dormir durante la guardia de su compañero Alex Pella: “Esto es nuevo y os lo voy a poner a partir de ahora cada día que escriba:
Hoy he comido cocido madrileño y mousse de chocolate, mis preferidos.
En mi iPod suena un recopilatorio de Paco de Lucía.Me voy a la cama... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…”