El regatón de Iker y Xabi. El poderío de dos grandes navegantes ahora en la élite de los oceánicos
“Son unos competidores temibles. Es increíble el nivel de velocidad al que están navegando”. Estas palabras de Loïck Peyron, cuando el Virbac-Paprec 3 veía amenazado su liderato al tener al MAPFRE a menos de 10 millas por la popa, son relevantes y resumen el extraordinario potencial que Iker Martínez y Xabi Fernández han desarrollado en esta Barcelona World Race.
Iker Martínez y Xabi Fernández comenzaron la Barcelona World Race inmersos en el pelotón de cabeza que navegó compacto hasta el cabo de Gata. Allí los vascos escogieron la opción norte, que los retrasó al punto de cruzar el estrecho de Gibraltar, el 5 de enero, en octava posición. Pero tres días después, al norte de las islas Canarias, ya se colocaron quintos.
Planeando con los alisios
Con los alisios, el MAPFRE logró superar los 21 nudos de media en un par de clasificaciones; fue la primera demostración de la capacidad de Iker y Xabi para llevar el barco al máximo. Este alto ritmo les hizo atrapar al Mirabaud poco después de sobrepasar las islas de Cabo Verde, dejando claramente atrás al Groupe Bel, al Neutrogena y al Président.
Sólo el Estrella Damm aguantaba su ritmo, mientras iban recortando distancia al Virbac-Paprec 3. Cuando el MAPFRE cruzó el ecuador, el 13 de enero, se encontraba a 160 millas del líder, y éste y el Foncia anunciaban que se iban a detener en Recife. Tras la parada técnica de los líderes, el MAPFRE se colocó segundo por detrás del Estrella Damm.
Nuevas opciones tácticas se abrían para los perseguidores ante el anticiclón de Santa Helena. El Estrella Damm, el Groupe Bel y sus seguidores optaron por acercarse al centro del anticiclón. El 18 de enero, el MAPFRE entró en modo invisible para ocultar su elección; en aquel momento iba tercero a 150 millas del Estrella Damm. Reapareció tercero a 183 millas del barco rojo.
Segundo en el Atlántico
Esta situación dejó al MAPFRE entre los dos grupos: al este, el pelotón liderado por el Estrella Damm; al oeste, pegados a la costa sudamericana, el Virbac-Paprec 3 y el Foncia tras reintegrarse a la regata. Al estar en medio de los dos grupos, el MAPFRE no logró la velocidad de los del sur, pero sí navegó mucho más rápido que el pelotón que tenía al norte y, el 24 de enero, superó al Estrella Damm colocándose tercero. Luego, el Foncia rompió le palo e Iker y Xabi se colocaron segundos, 540 millas por detrás del Virbac-Paprec 3 y 187 millas por delante del Estrella Damm.
El 29 de enero, el MAPFRE dobló el cabo de Buena Esperanza. Durante la primera parte de la travesía del Índico, recuperó casi 300 millas hasta el 3 de febrero. El 5 de febrero los vascos sufrieron una colisión que dañó seriamente una de sus orzas. Ello los obligó a bajar el ritmo para reparar el apéndice del que perdieron más de un metro. Con todo esto, el Virbac-Paprec 3 se les escapó a más 780 millas. Fue la distancia más grande que el líder ha puesto por delante del barco español.
La gran remontada del Pacífico
En el estrecho de Cook la regata dio un nuevo giro inesperado: el 16 de febrero, el Virbac-Paprec 3 se detuvo en Wellington. Cuando volvió a zarpar, el MAPFRE estaba a 150 millas. En la primera mitad de la travesía del Pacífico, el MAPFRE protagonizó una espectacular remontada: en cinco días se colocaron a 8,3. Pero el líder reaccionó y, cuando dobló el cabo de Hornos, volvió a tener 140 millas de ventaja. El MAPFRE pasó Hornos el día 3 de marzo a las 15:40, hora española. Esto les dio luego la merecida victoria en el Trofeo del Pacífico con un tiempo de 12 días, 8 horas y 20 minutos.
Tras pasar Hornos, un problema en las drizas les obligó a fondear en isla Nueva, en la desembocadura del canal de Beagle. Lo arreglaron por sus propios medios y cuando se reincorporaron a la navegación los franceses se les había puesto a 220 millas. El resto de la subida del Atlántico fue un constante juego de acordeón entre ambos. En los doldrums este acordeón llegó a su punto más favorable a Iker y Xabi, quienes se situaron a 111 millas de del Virbac-Paprec 3. Luego la distancia vuelve a aumentar, hasta que el 25 de marzo, ante la estrategia a realizar ante el anticiclón de las Azores, ambos barcos entraron de nuevo en modo invisible.
Pocas opciones hasta el final
El Virbac-Paprec 3 decidió ir hacia el este, pasando al norte del archipiélago canario; el MAPFRE pasó entre las islas de La Palma y El Hierro. No hubo grandes cambios y el Virbac-Paprec 3 cruzó el meridiano de Tarifa el 1 de abril; 30 horas después lo hizo el MAPFRE, a 250 millas del líder.
La suerte estaba echada y ni la inestabilidad mediterránea pudo dar una alternativa al barco español, pero su regata será recordada en los anales de la vela oceánica española, pues es la primera vez que un equipo enteramente español sube al podio de una regata IMOCA y lo hace superando a un importante elenco de figuras internacionales. El futuro oceánico más prometedor está abierto para Iker y Xabi.