El We Are Water a medio camino del Cabo de Hornos
El We Are Water se encuentra a 2.000 millas del mítico cabo
El We Are Water, después de trasluchar esta pasada madrugada, navega amurado a babor rumbo a la puerta del Pacífico medio que debería alcanzar en las próximas horas.
En poco más de nueve días el We Are Water habrá recorrido la mitad de la distancia que separa Nueva Zelanda del Cabo de Hornos, beneficiado por unos vientos portantes que, según las previsiones, deberían seguir acompañándoles estos próximos días.
Al respecto Jaume Mumbrú comenta que “este Pacífico no tiene nada que ver con el Índico, donde nuestra progresión, entre calmas y vientos de proa, fue frustrante”, y añade “las condiciones que tenemos aquí en el Pacífico son las que imaginábamos en cuanto al frío y borrascas. Lo que sí nos ha sorprendido es la inestabilidad del viento, que puede arreciar de repente 10 o 15 nudos, sin previo aviso. Esta inestabilidad hace difícil mantener equilibrado el barco, ya que no es lo mismo tener una configuración vélica para 30 nudos que para 40. Aunque habíamos oído hablar mucho del gran Sur, hay que venir aquí para entenderlo”.
Respecto al ritmo de navegación Cali Sanmartí explica que “desde que entramos en el Índico hemos navegado con cautela, sabemos que nuestro barco tiene 10 años, que el palo, como la quilla, han dado ya la vuelta al mundo. Mantenemos un compromiso entre velocidad y seguridad. Por ahora estamos satisfechos ya que el barco esta de una pieza y entendemos que es lo coherente con nuestro proyecto.”
La distancia que actualmente separa El We Are Water del cabo de Hornos es de poco más de 2.000 millas. De continuar al ritmo que vienen manteniendo desde que zarparon de Wellington, deberían alcanzar el mítico cabo alrededor del 27 de marzo, en el que será, sin duda, un momento muy especial para la tripulación, pues tanto Cali como Jaume lo doblarán por primera vez. El Cabo de Hornos está considerado como el “Everest” de los navegantes por las difíciles condiciones de navegación que se suelen dar en las aguas que lo rodean