El Estrella Damm vuela y recupera el podio en Crozet
El barco español realiza una espectacular remontada y mientras lucha cuerpo a cuerpo con el Groupe Bel recorta millas al segundo y al líder
Alex Pella y Pepe Ribes recorren 460 millas en las últimas 24 horas, su mejor registro y la mejor singladura de la flota en la jornada
El duelo al rojo vivo que dos barcos del mismo color están protagonizando en la Barcelona World Race tuvo un nuevo capítulo anoche, cuando el Estrella Damm recuperó la tercera plaza en la puerta de seguridad cercana a las islas Crozet en el Índico Sur; un tercer puesto que durante un día le había sido arrebatado por el francés Groupe Bel.
El barco español ha sido además el más veloz de la flota en las últimas 24 horas (entre los informes de las diez de la mañana del miércoles y el jueves), en que ha recorrido 460 millas, su mejor registro hasta la fecha, lo que supone una velocidad media de casi 19 nudos, con algunas medias horarias de casi 23. Aún así, el enfrentamiento sigue siendo apasionante y ambos barcos (ahora sí) están a la vista, algo increíble tras un mes de regata, con el francés a tres millas por la popa del Estrella Damm.
“Desde ayer tenemos un compañero de viaje aunque ayer no lo pudimos ver por falta de visibilidad”, explicaba Pepe Ribes desde a bordo en su bitácora matutina. “Esta noche hemos avistado su luz por la proa a sotavento”, proseguía. “Después de una noche de curro, mucho curro, ahora el que nos ve a proa y a sota es él. La Perla (el Estrella Damm) sonríe”, concluía un inspirado Ribes.
Además, las dos embarcaciones han recortado algunas millas frente al segundo clasificado, el Mapfre de Iker Martínez y Xavi Fernández, afectado por una zona de transición. Alex Pella y Pepe Ribes están ahora a 135 millas de los vascos. Respecto al líder Virbac-Paprec 3, el Estrella Damm ha recortado 52 millas en 24 horas y está ahora a 568.
Volar no es fácil
La extraordinaria singladura del Estrella Damm ha sido posible merced a un viento sostenido de unos 30 nudos de media de componente sur, unas condiciones muy favorables a la velocidad, ya que permiten un rápido rumbo de través, pero nada fáciles para la vida a bordo, como explicaba Pepe Ribes en su e-mail matutino: “Metidos en este través de 30 nudos a 100 de ángulo. Además, muy pero que muy mojado y duro para el barco, ya que las olas son bastante grandes y el barco sale volando cada cinco o seis olas”, describía.
Ribes explicaba que uno de los elementos más afectados por el oleaje es la quilla: “La “Perla Roja” (el Estrella Damm) empieza a sonar como un verdadero galeón pirata, solo que los crujidos y los chasquidos en vez de ruido a madera hacen ruido a carbono y a metal. La zona del hidráulico de la quilla se lleva el premio a lo que más nos asusta, seguido del “trim-tap” de la popa que cruje cada salto. En este rumbo estamos teniendo que trabajar a tope, sobre todo por la seguridad de la quilla, que no para de bajar y subir según sea la magnitud de los impactos que el barco está recibiendo”.
El patrón de Benissa (Alicante) explicaba que las condiciones de ola han mejorado ligeramente frente a las que anoche les causaban una intensa inquietud: “Esta mañana la ola se ha abierto un poco con el viento y nos permite surfear alguna que otra ola, en vez de saltarla. Durante los saltos, esos segundos que el barco cae al vacío, son lo que nos quita el sueño, debido a que son condiciones que nos pueden romper cualquier cosa”. El riesgo, consustancial a esta regata, no arredra sin embargo a Ribes y Pella, que sacan el máximo rendimiento de estas fuertes condiciones: “Hace dos noches frenamos un poco, ya que el barco se volvía incontrolable, y anoche, en cambio, fuimos capaces de navegar en un porcentaje alto sobre el rendimiento del barco”, explicaba Ribes.