El Estrella Damm se arma de paciencia en mitad de la borrasca

La Barcelona World Race es una regata extrema que depende en gran medida de los detalles y de cómo se afronten los contratiempos. El español Estrella Damm, quinto clasificado provisional, ha visto ralentizado su avance en mitad de la borrasca frente al río de la Plata (Argentina). La razón, la rotura del hook de la trinqueta (especia de anclaje que sujeta la driza de la vela al mástil). Con la sensatez necesaria para salvaguardar su seguridad, los patrones Alex Pella y Pepe Ribes han levantado el pie del acelerador, poniendo cuatro rizos a la mayor para esperar mejores condiciones de navegación. De este modo salvaguardan el barco en medio de vientos de más de 40 nudos y un mar desordenado con olas de más de seis metros, conscientes de que esta es una carrera de resistencia. En el último parte de posiciones el Estrella Damm empieza a mejorar su velocidad y ya ha promediado más de diez nudos en la última hora.

“El mar está muy desmontado, con olas de todas direcciones desde hace dos días, cuando el Mirabaud perdió el palo”, explicaba esta mañana Alex Pella en videoconferencia. El patrón barcelonés detalló las condiciones de la pequeña avería que les ha ralentizado: “Con el role del viento al noroeste íbamos de cara a la ola, de unos seis metros, que es como chocar con una pared constantemente. Hemos pegado unos pantocazos muy violentos que ponen el peligro el barco y el material. Esta noche íbamos con tres rizos y la trinqueta, con 30-35 nudos de viento, y entonces el hook de la trinqueta se rompió y la vela se fue al agua. La recogimos y está entera. La reparación es relativamente fácil: volver a amarrar el hook. Lo que pasa es que para hacerlo hay que subir al palo y ahora mismo es muy complicado y peligroso con el mar que hay”.

Sin el estay de la trinqueta, la prioridad era proteger el mástil, como explicaba Pella: “Como venían cuarenta nudos y no veíamos claro cómo iba a reaccionar el barco con tres rizos, sobre todo sin estay delante, pusimos el cuarto rizo a la mayor. De otro modo es peligroso para el palo, porque puedes invertir y romper. Hemos levantado mucho el pie del acelerador. Vamos muy tranquilos y navegando muy despacio, a unos 8 nudos y sin poner en peligro el barco ni a nosotros mismos. No podemos poner ninguna vela de proa para estas condiciones, porque el tormentín va con el mismo hook. Esperamos que baje un poco el viento para poder poner por lo menos el solent. Para esto hará falta que el viento baje al menos a 30 nudos y ahora tenemos 40, así que habrá que tener un poco de paciencia todavía”.

Mejoría, resistencia y espíritu competitivo

La nota positiva, y aunque parezca increíble en semejantes condiciones, es que Pella y Ribes han podido descansar y comer adecuadamente, al no tener más remedio que bajar el ritmo. Así, se reponen mejor de sus lesiones en el costado y la rodilla, como comentaba Pella: “Físicamente estamos bien. Hemos descansado esta noche, y nos ha venido muy bien. Cada día que pasa estoy un poco mejor de la costilla. Ya no me estoy tomando los calmantes. Cada vez que hago esfuerzo me lo noto, pero antes no podía hacer fuerza con el brazo izquierdo. Pepe se está tomando los calmantes y cada día se encuentra un poco mejor, pero se sigue doliendo bastante de la rodilla sobre todo.”

Pese a verse frenado en un momento alto, el espíritu competitivo del Estrella Damm Sailing Team no decae, y los patrones saben que en esta gran aventura hay que saber resistir y esperar nuevas oportunidades. “Hemos vuelto a perder millas en una situación en que ya estábamos regateando y habíamos remontado. Este contratiempo nos hace perder millas, pero a ver cuándo podemos volver a recuperarlas”, concluía Pella con optimismo y seguridad.