El Estrella Damm asciende al quinto puesto en el Atlántico Sur

Cuando se cumplen 70 días de la salida de la Barcelona World Race, la vuelta al mundo sigue ganando emoción día a día, con mucho por decidir en el tercio final. El barco español Estrella Damm ha conseguido auparse de nuevo al quinto puesto, tras adelantar ayer por la tarde al Mirabaud suizo a la altura de las Malvinas, regresando a las posiciones de cabeza y metido de lleno en la pomada tras un accidentado Pacífico en que las averías, los temporales y las lesiones hicieron mella en la clasificación y pusieron a prueba la resistencia de sus patrones. Pero Alex Pella y Pepe Ribes jamás perdieron la cara a la regata y haciendo gala de su espíritu de superación se están sobreponiendo a los reveses, incluyendo una escala técnica, sendas contusiones en el costado y una rotura del menisco de Pepe Ribes. “Perdimos mucho el ritmo en la parada en Wellington y lo hemos recuperado. Estamos muy contentos y muy motivados”, aseguraba Alex Pella este mediodía.

“La parada en Wellington fue accidentada con todo lo que nos pasó antes y después: las averías, la calma al salir, después el ciclón… era una detrás de otra. Ahora el ánimo está alto. Con la compresión de la flota en Hornos con un buen grupo de barcos entre los que estamos luchando, aunque Groupe Bel ha tenido que parar y venía haciéndolo muy bien… es una situación mucho más competitiva a bordo. Es más agradable, te motivas mucho más y te dedicas a trimar, a cuidar de la velocidad y la estrategia, que es a lo que veníamos”, explicaba el patrón catalán.

Así las cosas, la regata está reñidísima. El Estrella Damm aventaja en sólo seis millas al Mirabaud, de donde esta mañana se ha recibido la buena noticia de que Michèle Paret está recuperada de su anemia, que la mantuvo en la litera varios días. Por la proa del barco español está el Neutrogena, a tan solo 84 millas tras la remontada de Pella y Ribes, que le han recortado 55 en las últimas 24 horas.

No sólo el ascenso en la clasificación anima a los patrones del Estrella Damm, sino que tras el duro Gran Sur, las condiciones que están viviendo en el Atlántico son más llevaderas: “La remontada anima porque va haciendo más bueno y la ola baja completamente. Se agradece mucho”, explicaba un risueño Pella, que explicaba las condiciones de navegación: “Ahora vamos ciñendo con 15 nudos de viento y sin mucha ola. Vamos poco a poco hacia casa”.

Para el catalán, esta ha sido su primera experiencia en los océanos del sur, tras una trabajada carrera. Pero por dura que haya sido la travesía, no será la última: “Todo lo que he aprendido en el Gran Sur os aseguro que lo voy a aprovechar, y lo voy a mejorar cuando repita. Porque seguro que voy a repetir”, aseguraba entusiasmado por estar cumpliendo un sueño largamente perseguido.

Pero la meteorología no va a regalar nada al Estrella Damm en el último océano de la vuelta al mundo. Las condiciones para estos días se aventuran complejas, tanto a nivel estratégico como de conservación del barco, por lo que los patrones de la embarcación española estudian cuidadosamente cómo afrontar los nuevos retos: “Este es un tramo siempre complicado. No hay una situación clara ni estable. Esta noche y mañana tendremos un frente de una baja presión y dentro de dos días otra más potente con viento duro. A ver cómo la sorteamos. Es bastante incierto, y en cuanto a la estrategia de regata está todo completamente abierto, con muchísimas opciones”, explicaba el patrón barcelonés.

Jardinería marítima

Son muchos los obstáculos que se tienen que salar cuando se navega, pero cuando es en competición muchos inconvenientes son más molestos si cabe, pues hacen bajar la marcha. Es lo que le ha pasado al Estrella Damm durante el jueves, como explicaba, siempre con buen humor Alex Pella en un e-mail de a bordo: “Hoy pasamos al través de las Malvinas. Ha sido increíble, ¡nos hemos pasado toda la tarde haciendo de rastrillo marino! Sí, sí de rastrillo marino. Hemos estado cogiendo algas toda la tarde. Dos veces en la quilla, obligándonos a parar el barco y hacer marcha atrás. Cuatro veces en la deriva y seis en los timones. De dos tipos, unas gordas y con bolas, ¡y otras como taggliateles gigantes súper largas!
Esperamos que nuestra sesión de jardinería marina se haya acabado”.