El Estrella Damm aprende a sufrir sin viento en defensa del podio
En el día cincuenta de regata, Pepe Ribes y Alex Pella recuperan la tercera posición inmersos en una lucha cerrada con Groupe Bel en medio de las calmas rumbo al estrecho de Cook. Pepe Ribes no piensa hacer parada técnica en Wellington: “La mayor ya no es una preocupación, así que a día de hoy no paramos”
El Estrella Damm de Alex Pella y Pepe Ribes lleva cincuenta días en el mar y le quedan aproximadamente otros cincuenta por delante para terminar la Barcelona World Race. Los patrones llegan a este momento habiendo recuperado la tercera posición sabiendo sufrir en medio de una meteorología impredecible en el acercamiento al estrecho de Cook, pero con el Groupe Bel francés a menos de una milla por detrás. Es sin duda una lucha sin tregua por no perder comba con los dos barcos de delante, Virbac Paprec 3 y Mapfre. Los franceses arrancaron ayer tras su parada técnica en Wellington y los vascos han cruzado esta mañana el paso entre las dos islas neozelandesas.
Pese a las complicadas condiciones de calma cerca del cabo Farewell (extremo norte de la isla sur de Nueva Zelanda), los ánimos a bordo siguen intactos, favorecidos por la buena recuperación de los esfuerzos en la reparación de la vela Código Cero hace unos días: “Físicamente estamos perfectos”, aseguraba Pepe Ribes en conexión radiofónica esta mañana. “Hemos descansado y estamos perfectamente para afrontar el Pacífico, que me da que será durillo. Creo que estamos haciendo una regata muy buena en el grupo de cabeza y estamos contentos con la posición”, afirmaba.
Sin embargo, el patrón de Benissa (Alicante) no ocultaba poco más tarde en videoconferencia que la encalmada les impedía recortar con los barcos de delante, que navegan en otras condiciones: “Es una pena que Mapfre se escape, porque a nosotros nos quedan unas 30 horas hasta que pasemos Cook, pero es lo que nos ha tocado (…) Pero la regata es muy larga y queda mucho que decir aún”, aseguraba un desafiante Ribes.
La inestable meteorología está poniendo serias dificultades a Ribes y Pella, que no tienen más remedio que confiar en su instinto y en la lectura de los instrumentos de a bordo, ya que los partes meteorológicos no están siendo precisos en esta zona: “Lo que a priori parecía que sería una aproximación muy fácil hace 48 horas, está volviéndose complicada, con una alta presión que tiene varios centros que están moviéndose todo el rato, y ninguno de los partes que tenemos, ni los neozelandeses ni los australianos, ni los ficheros de GRIB se corresponden con el viento real que tenemos aquí. A veces intentamos hacer un poco de táctica con la información que tenemos pero entonces cambia totalmente el viento y viene del otro lado, y todo lo que habías pensado lo tienes que repensar. Es muy complicado ahora mismo navegar con otra cosa que no sea lo que marca la electrónica del barco, que es lo que tenemos en el momento. No puedes planificar nada”, explicaba Ribes.
“En el parte indica que aquí habría 30 nudos de norte, y aquí ahora mismo hay tres nudos del 70 (E), así que es muy complicado hacer una previsión o una estrategia de aquí a las sesenta millas que nos quedan para entrar en el estrecho, sino que simplemente es navegar como si fuera una regata de flota”, proseguía el patrón.
Parar o no parar en una regata muy “bestia”
Preguntado por si la decisión del Mapfre de no parar en Wellington a hacer reparaciones afectaba en la estrategia del Estrella Damm para hacer o no lo mismo, Ribes aseguró: “A nosotros no nos afecta nada. Creo que a nosotros ni a nadie. Si quieres parar es porque tienes problemas que no puedes solucionar y que no te permitirán llegar a Barcelona. Y si puedes solucionar los problemas a bordo no creo que nadie pare, así que yo creo que lo que ha hecho Mapfre es lo que harían todos los barcos. No creo que dependiendo de si ellos paran o paremos nosotros pare nadie de atrás. El que tenga problemas gordos tendrá que parar y el que no, seguirá”.
Respecto a la posibilidad concreta de que el Estrella Damm haga por su parte una parada en Wellington como la que hizo Virbac Paprec 3 o la que hará Groupe Bel, Ribes comentó que de momento no entra en sus planes, ya que la principal preocupación del equipo, el estado de la mayor tras una pequeña rotura reparada hace unos días, parece haberse resuelto favorablemente: “El problema que más nos preocupaba era la mayor. Pensábamos que el roto que tenía podía ser en una zona estructural, pero hemos hablado con el diseñador de la vela y con Jan (Santana, director del Estrella Damm Sailing Team) y parece ser que no es estructural. Además, cuando bajamos la mayor anteayer vimos que la reparación que habíamos hecho hace ocho o nueve días estaba perfecta”. “O sea que a día de hoy nosotros no vamos a parar” sentenció Ribes.
“Ahora mismo la mayor no es una preocupación, así que la próxima vez que la revisemos será cuando tengamos algún momento de calma, que creo que no será hasta pasar Cabo de Hornos”, prosiguió.
El patrón se refirió también esta mañana a la gran cantidad de pequeñas reparaciones que habían realizado estos días a bordo del Estrella Damm: “Esta es una regata muy dura y exigente. Es tan bestia que cualquier cosa puede pasar. Estos barcos pasan por un montón de situaciones que la gente no puede ni imaginarse y se van rompiendo cosas pequeñitas que hay que reparar sobre la marcha”.