El Estrella Damm, de vuelta a casa con todo por ganar
· El barco español asciende un puesto en la clasificación
· Alex Pella: “Estamos otra vez metidos de lleno en el ritmo de regata”
· Pepe Ribes: “Próxima estación, Doldrums, el tramo tácticamente más complicado; crucemos los dedos”
La Barcelona World Race está más emocionante que nunca con siete barcos navegando de nuevo en el Atlántico. La vuelta al mundo está demostrando su dureza y al paso por Hornos son varios los barcos con incidencias a bordo, lo que obliga a sus patrones a hacer esfuerzos extra en este tercio final de regata. En el grupo central, Estrella Damm, que cruzó el cabo de Hornos a las 6 y 20 de la mañana, sigue compitiendo al máximo de las posibilidades con los patrones recuperándose de sus contusiones en el costado y con Pepe Ribes aquejado de una rotura de menisco.
Su rival Mirabaud navega en modo solitario con Dominique Wavre al mando mientras Michèle Paret permanece en la litera a causa de su anemia; y Groupe Bel se ha refugiado en Ushuaia para revisar los problemas en su quilla. También Neutrogena tuvo que fondear unas horas para reparar un estay y el sistema hidráulico de su quilla está tocado. Así las cosas, la regata cobra una nueva dimensión, mezcla de competición y resistencia, y con un ascenso del Atlántico muy abierto a posibilidades tácticas que hacen que esté todo por decidir.
A bordo del Estrella Damm, en sexta posición tras sobrepasar al Groupe Bel, y envuelto en un cuerpo a cuerpo con el Mirabaud, sus patrones Alex Pella y Pepe Ribes se mostraban muy satisfechos por haber dejado atrás el duro Pacífico e iniciar el regreso a Barcelona. Para Pella, además, era el primer cruce de Hornos, el cabo de los cabos, y la primera vez que supera el Gran Sur, algo por lo que ha luchado toda su carrera: “El paso de Hornos es algo mítico. A nivel personal me hace mucha ilusión haberlo cruzado. Hacía mucho tiempo que perseguía participar en una regata de vuelta al mundo, y el Cabo de Hornos es un paso mítico en la navegación de altura. Pasan muchas cosas por la cabeza cuando cruzas, pensando en todos los barcos que han pasado a lo largo de la historia. Otra sensación es la de la vuelta a casa después de dos meses de Gran Sur, de ola muy grande, de cielo gris, frío… Doblas la esquina, vas para arriba y sube la temperatura… el regreso a casa, aunque queda muchísimo por delante”.
Respecto a la competición pura y dura, Pella prevé emociones fuertes: “La verdad es que ha habido un poco de efecto acordeón, se han juntado muchos barcos. Somos un paquete de barcos que han tenido problemas: Mirabaud con Michèle en la litera, Bel que para en Ushuaia, Neutrogena en la quilla... Son barcos que van cojos y a ver cómo queda esto según las condiciones que tengamos estos días. Nosotros la primera parte de la vuelta al mundo hasta Wellington estábamos luchando, muy metidos en la regata, por los puestos de delante. Ahora es otra regata. Ya lo sabíamos cuando salimos de Wellington con otra condiciones. Hemos conseguido llegar aquí muy juntos con este grupo de barcos, y a ver qué pasa”.
Todo por decidir
Pepe Ribes preveía en twitter esta mañana que el tramo del Atlántico sur será interesantísimo a nivel estratégico: “El mítico Hornos en el bolsillo. Próxima estación, Doldrums (calmas ecuatoriales), este tramo creo que es el más complicado de la regata tácticamente, crucemos dedos”.
En la misma línea, Pella afirmaba: “La remontada del Atlántico es muy incierta a nivel de meteorología, o sea que va a haber muchísimas opciones, muchísima estrategia, y puede pasar cualquier cosa. Nos da un plus de emoción. A ver si podemos volver a vivir el ritmo de regata como lo vivimos en la primera mitad. Nosotros desde que salimos de Wellington intentamos recuperarlo. Es algo difícil después de una parada. Además salimos de allí con calma, cogimos el ciclón… fue muy difícil coger el ritmo de regata pero ahora estamos metidos otra vez de lleno”, concluía.
El primer reto es por dónde dejar las Malvinas: “Ahora mismo está complicado porque vamos con viento de nordeste y vamos ciñendo a un rumbo 70, o sea que no da para muchas opciones”, explicaba Pella. “Los barcos que van delante lo han pasado con vientos del norte-noroeste. A nosotros no nos quedan muchas más opciones que ceñir todo lo que podamos y si seguimos así nos quedan las Malvinas a babor. De momento este va a ser el camino”, afirmaba.
Por lo que respecta a las lesiones, ambos patrones se sienten mejor del costado, y Pepe Ribes se está aclimatando a navegar con su rotura de menisco, nada fácil, como decía en su twitter: “La rodilla bien hasta que se acaben los calmantes del botiquín. Después, veremos”.