El Estrella Damm, a 600 millas del mítico cabo
· Alex Pella, deseoso de marcar este hito por primera vez: “Tenemos muchas ganas de cruzarlo, será como un gran ¡uff!”
La lucha de Alex Pella y Pepe Ribes a bordo del Estrella Damm por abandonar las duras condiciones del Pacífico Sur y emprender el regreso a casa continúa. Ambos patrones siguen poco a poco recuperándose de sus contusiones en el costado, que les impiden realizar demasiadas maniobras en medio de un mar agitado con olas de más de seis metros y viento de más de 35 nudos, y con Pepe Ribes aquejado además de una rotura de menisco.
Pero aún así, el Estrella Damm sigue aguantando el ritmo de regata con un promedio de 16 nudos de velocidad cuando quedan unas 600 millas para llegar al Cabo de Hornos. El barco español se vas acercando al sexto clasificado, el Mirabaud, que atraviesa una delicada situación con Michèle Paret aquejada de anemia y tendida en la litera, y llevando el barco Dominique Wavre en solitario. El barco suizo está a unas 63 millas por la proa del Estrella Damm.
“Nos quedan unas 615 millas para Cabo de Hornos, unas 38 horas”, explicaba esta mañana Alex Pella. “Esperamos poder ir directos, sin maniobrar, pero habrá que ver cómo evoluciona la meteorología estas horas”, comentaba. El patrón catalán reconocía una ligera mejora en costillas, posiblemente fisuradas: “Cada día me siento un poco mejor. Si no hago mucho esfuerzo muy seguido, voy mejorando”, comentaba. “Ahora que son condiciones buenas para el piloto automático voy bastante bien”, proseguía. “Ayer, sin embargo, tuvimos que llevar el barco a mano casi todo el día, y eso es mucho desgaste. Te cansas muchísimo con la ola cruzada… es un Cristo, y además no se puede ir muy rápido”, explicaba.
Para Pella será el primer paso por Cabo de Hornos, un hito que todo marino espera con impaciencia. Pero el patrón del Estrella Damm tiene sobre todo ganas de dejar atrás el duro Gran Sur y poner rumbo norte para encarar la fase “final” de esta apasionante vuelta al mundo, sobre todo teniendo en cuenta las duras circunstancias que tanto él como Ribes están afrontando: “Espero con ilusión pasar el Cabo de Hornos por primera vez. Es algo mítico y tengo muchas ganas, pero principalmente tengo ganas para poder empezar a tirar hacia arriba y tener menos ola que aquí y estar un poco más tranquilos, y no tan pendientes de que no se rompa nada. Es un punto complicado por la dureza de las condiciones y por las posibilidades de averías, así que tenemos ganas de dejarlo atrás. Será como un gran uff! Como quitarse un peso de encima después del Índico y el Pacífico”.
Un compañero solitario
Durante la tarde de ayer los patrones del Estrella Damm avistaron al Sodebo, el trimarán con el que Thomas Coville intenta batir el récord de vuelta al mundo en solitario:
“Ayer vimos al Sodebo”, explicaba Pella. “No pudimos contactar con él por radio. Fue curioso, y pensar que está en solitario en medio en un frente de 40 nudos… ¡vaya tela!”, comentaba Pella, olvidando por un momento que él está en una situación muy similar.