EL “MAPFRE” BUSCA UN HUECO PARA PASAR CABO DE HORNOS
Entre dos borrascas muy potentes, Iker y Xabi apuran para que no les pille una gran depresión doblando el cabo más austral del continente americano
Desde el parte de posiciones de las cinco de la madrugada en España no se ha recibido la señal de la baliza Iridium del “MAPFRE” por lo que los últimos datos oficiales con respecto al barco de los campeones olímpicos Iker Martínez y Xabi Fernández se corresponden con esa hora. En ese momento Iker y Xabi se encontraban a casi 22 millas del líder “Virbac Paprec 3” que, como apuntaba Iker Martínez en una videoconferencia ayer por la noche, “a falta de unas 8.000 millas no es nada”.
El tándem vasco volvía así a reducir la diferencia con Jean Pierre Dick y Loïck Peyron mientras pasaban la última puerta del Pacífico Sur, la Este, que los franceses ya han dejado atrás y probablemente Iker y Xabi también.
Los patrones del barco del Real Club Náutico de Sanxenxo están intentado reponer la radiobaliza que impide conocer su posición, velocidad y rumbo exactos, ya que cuentan con un repuesto a bordo, al mismo tiempo que exprimen al máximo sus propias posibilidades. Iker y Xabi están dándolo todo, y más, no sólo para no perder comba con el líder sino también para evitar un buen “jaleo” que se les viene encima según apuntan las previsiones. Ya ayer por la noche, en medio de chubascos muy fuertes, Iker comentaba que entraban de repente rachas de 40 nudos “y eso te tira el palo abajo en cualquier momento”, advertía.
Actualmente el “MAPFRE” intenta buscar un hueco para pasar Cabo de Hornos entre principalmente dos borrascas. Por delante los guipuzcoanos tienen un pequeño pero potente frente que se está comprimiendo, al mismo tiempo que por detrás se viene algo que, en palabras del responsable de sistemas eléctricos y navegación de los bimedallistas olímpicos Eduardo Valderas”, puede ser “un auténtico infierno”.
Esta gran depresión, que puede encerrar vientos de 50 a 60 nudos, comenzará a comprimirse acercándose a Hornos. La orografía sudamericana, con la cordillera de los Andes entre las latitudes 11° Norte y los 56° S, impide que las borrascas pasen por encima, por lo que todo apunta a que ésta podría comprimirse contra el cabo más austral del continente americano creándose el escenario perfecto para un fenómeno que en inglés se conoce como mountain sea waves, o lo que es lo mismo, “montañas de olas”. El paso por Cabo de Hornos siempre se vende caro. En esta ocasión, probablemente, más que nunca.