Día 21: Toma y daca entre Thomson y Le Cléac'h
Thomson sigue siendo el “Boss” mientras Le Cléac'h amenaza con pasarle. El francés robó la pole position de la Vendée Globe a Alex Thomson, pero el británico le devolvió la moneda de inmediato. El español Didac Costa vuelve a estar a menos de 300 millas de su predecesor.
En la clasificación de las nueve de la mañana de hoy sábado, Le Cléac'h recuperaba por primera vez en dos semanas el liderato, en detrimento de Hugo Boss. El cambio de líder llegó tras casi tres semanas de vuelta al mundo en solitario mientras los dos patrones de cabeza trataban de navegar a través de una complicada zona de vientos ligeros, surgida en su ruta hacia los fuertes vientos del Océano Índico.
Con Thomson trasluchando hacia el norte, Le Cléac'h decidió continuar hacia el este, y cuando salió la nueva clasificación el barco francés Banque Populaire VIII estaba ocho millas por delante. Sin embargo, tres horas después todo cambió de nuevo. Esta vez Le Cléac'h optó por dirigirse hacia el norte mientras Thomson se dirigía hacia el este. Hacia el mediodía, Thomson estaba de nuevo al mando con una ventaja de 16 millas, un lugar que ha ocupado desde el pasado día dos de noviembre, a excepción de este intervalo de tres horas.
Le Cléac'h dijo que lo más importante no era su clasificación sino que había cazado a Thomson. "No es fácil intentar avanzar ya que estamos en un agujero de viento entre dos borrascas", dijo en una conexión en directo con el centro de operaciones de la regata en París. "Estamos tratando de abrirnos camino en condiciones cambiantes, pero me alegra haber alcanzado a Alex. Ahora me he vuelto a situar en el norte porque las cosas se estaban estancando y mi principal objetivo es estar en esta zona con más viento".
A trescientas millas de la pareja líder, Sebastien Josse, tercer clasificado, luchaba hoy con vientos ligeros pero acelerará cuando su Edmond de Rothschild se vea alcanzado por la nueva borrasca, en la que Paul Meilhat (4º) y Jeremie Beyou (5º) ya están inmersos. "Tengo un viento ligero con más presión barométrica que los otros, pero está previsto que me coja en 24 horas y luego podré navegar muy rápido y directamente hacia Australia", declaraba pasado el mediodía Josse. "Tres semanas y mi barco está en buena forma, ya que desde la salida no hemos tenido muy mal tiempo, así que hemos sido rápidos, como evidencian los récords que ha batido Alex. Es increíble lo rápido que son estos barcos pero todavía no hemos tenido las condiciones típicas de la Vendée Globe".
Unas 2.000 millas por detrás de los líderes, la disputa entre Jean-Pierre Dick, Thomas Ruyant y Jean Le Cam ha entrado en una nueva fase, con éste último perdiendo terreno tras el frente trío que sobrepasó a su barco Finistère Mer Vent. El navegante de 57 años, que disputa su cuarta Vendée Globe, reveló que perdió más millas al no escuchar la alarma y quedarse dormido. "Anoche estuve haciendo cambios continuos en la vela. El viento cambiaba de 35 a 15 nudos en un abrir y cerrar de ojos", dijo. "Por fin me acomodé con dos rizos en la mayor y el tormentín, comprobé que iba bien durante un rato más y luego cerré un ojo. Desafortunadamente, me dormí y no escuché el despertador. Me desperté cinco horas más tarde con poco viento y aún con dos rizos y tormentín". Mientras que Le Cam debe ahora ganar sur en busca de viento más favorable, Ruyant y Dick están dispuestos a ampliar su ventaja ya que se benefician de navegar por delante de la borrasca que ha perdido Le Cam.
La mala suerte, en forma de anticiclón cortándoles el paso, espera al grupo más grande de barcos: del Bureau Vallée de Louis Burton (11º) al Kilcullen Voyager Team Ireland de Enda O'Coineen (23º). El único de este grupo que todavía mantiene la sonrisa es el suizo Alan Roura, patrón de La Fabrique, que si es capaz de bordear el centro del anticiclón podría escalar puestos en la clasificación pronto.
Morgan Lagravière, patrón que hace dos días se vio obligado a abandonar la regata por daños en el timón, llegaba a las 9:30 horas de esta mañana sano y salvo a Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Vincent Riou, que también se dirige al puerto sudafricano, debería llegar a tierra al atardecer.
Mientras tanto, el Jurado Internacional de la Vendée Globe ha decido imponer a Jérémie Beyou una penalización de dos horas, por romper accidentalmente el precinto del motor cuando se cayó encima del propulsor.
Un anticiclón a Dídac Costa antes de que entre en las condiciones del Océano Sur
El español Dídac Costa, que hace un par de días se quedaba sin su J1 y tiene que arreglárselas sin esta vela ahora, navega en condiciones de ceñida con ola y espera que el viento baje un poco de intensidad. Tendrá que negociar un anticiclón antes de encontrarse finalmente con las condiciones del sur, quizás en una semana. Mientras tanto, tal y como comentaba su director de equipo Jordi Griso esta mañana, Dídac prepara el “One Planet One Ocean” para afrontar el sur, haciendo pequeñas reparaciones en el generador y la electrónica del barco, su meta en los próximos cinco días.
En la plaza 25ª de la flota, en las últimas 24 horas ha recorrido 219,3 millas náuticas a una velocidad media de 9,1 nudos. La brecha entre él y su antecesor, Sebastien Destremau, se va cerrando poco a poco estando ahora en 290,3 millas. Según el último parte de posiciones publicado (18:00 horas de hoy sábado), en las últimas 24 horas el francés registra una velocidad media y millas recorridas ligeramente inferiores (210,4 millas a una velocidad media de 8,8 nudos).
A este respecto Jordi Griso reconocía que “tener un barco 300 millas por delante ayuda a su rendimiento. Ver que puedes ganar algunas millas con cada parte de posiciones, ayuda. Creo que Dídac necesita condiciones diferentes para cogerle, y eso no es fácil con las condiciones actuales”.
MÁS DECLARACIONES
..................................................................
Armel Le Cléac'h, Banque Populaire:
"Trato de continuar hacer andar el barco y encontrar la mejor ruta. En este momento no es muy sencillo, hay que encontrar la mejor manera de cruzar la zona de poco viento, pero estoy contento de estar de nuevo en contacto con Alex (Thomson).
Estas son las primeras horas que puedo dedicar a reparar y revisar el barco. Desde esta mañana no he parado. Ha ido bien que el viento bajase de 20 a 12 nudos, suena extraño para un regatista, pero viene bien relajarse un poco.
El tiempo es el típico de los 40 Rugientes: no hay mucha luz, el cielo alterna grises claros y oscuros y esta mañana había niebla. Las noches son muy cortas, de sólo tres horas. Hay albatros volando merodeando… Es el ambiente de los 40 Rugientes.
El lunes nos alcanzará una borrasca que nos impulsará hasta las Islas Kerguelen, el siguiente ‘waypoint' de la ruta en medio del Índico, y a continuación nos acercaremos a la zona de icebergs, limitada por las autoridades australianas a 1.000 millas de sus costas. Será una zona compleja. Hay un pasillo estrecho al sur de las islas y por el norte, bajos que esquivar. Es una zona muy delicada y ya veré qué estrategia sigo cuando conozca la posición exacta de los icebergs. Ahora están muy cerca del límite de exclusión. La temperatura descenderá y tocará abrigarse bien: más capas de ropa y un buen gorro. Voy día a día, nunca sé en qué día estamos, sólo tengo números en mi mente. Sé que es día 26 pero no tengo ni idea de si es viernes o sábado, cuento en horas o en días. Las bolsas con las raciones de comida indican que el tiempo avanza”.
Jean Le Cam, Finistère Mer Vent:
“Me he puesto las pilas en las maniobras durante las últimas horas. Una maniobra exitosa es la que realizas sin ningún problema. No es fácil que salgan redondas pero me alegro cuando lo consigo. Es importante pensar la maniobra, planearla y ver que todo está listo antes de empezarla. Yo siempre la visualizo previamente pero es difícil acertar siempre, lo cual es normal: somos humanos. La gente piensa que estoy loco haciendo cuatro Vendée Globe pero ¿no es mejor estar dando la vuelta al mundo que dar vueltas en círculos en casa? Tal vez los franceses estamos hechos de otra pasta. Después de quedarme dormido con poco trapo izado, puse el gennaker con buen viento, llevaba el barco y me fui de orzada. Mal rollo…, pero volví a repetirlo. No obstante, si cometes un error tonto ¡es mejor hacerlo dos veces para estar seguro!”.