Dominique Wavre, Mirabaud, séptimo de la Vendée Globe 2012-2013
Dominique Wavre ha cruzado la línea de llegada de la Vendée Globe a las 16 horas, 16 minutos, 42 segundos, hora española. Consigue así la séptima posición, detrás de Mike Golding, y concluye su décima vuelta al mundo.
Su tiempo de regata ha sido de 90 días, 03 horas, 14 minutos y 42 segundos. Su velocidad media a lo largo del recorrido teórico (24.393,41 millas) ha sido de 11,3 nudos. Ha recorrido 27.395,82 millas sobre el agua, a una media de 12,7 nudos.
Ha llegado a 1 día, 20 horas, 38 minutos y 16 segundos del anterior clasificado (Mike Golding). Su diferencia con el vencedor (François Gabart) ha sido de 12 días, 00 horas, 58 minutos y 02 segundos.
Un cincuentón muy amable
Al acabar su tercera Vendée Globe de cuatro intentos, Dominique Wavre añade una décima vuelta al mundo a su palmarés. Un palmarés impresionante del navegante suizo que ha demostrado una vez más que se puede ser un competidor de alto nivel y mantener una cortesía y un fair play impecables.
Alrededor de la célula familiar
Dominique Wavre no ha derogado la norma por la que se rige desde hace años: monta sus proyectos en familia, con la ayuda de su compañera Michèle Paret y de la hija de esta, Magali. Michèle, competidora nata, lo acompaña en sus regatas a dos, mientras Magali se encarga de los aspectos logísticos. Establecido en La Rochelle la mayor parte del tiempo, Wavre siempre prepara sus proyectos con gran meticulosidad. Al igual que Jean Le Cam, el navegante preparó su Vendée Globe sin enfrentarse a los otros IMOCA. Una filosofía que le ha permitido encarar esta edición 2012-2013 sin demasiada presión respecto de su competitividad ante los barcos de última generación.
Cada cual a su ritmo
Desde el principio de la regata, Dominique Wavre tuvo que resignarse a ver cómo se distanciaban los prototipos de última generación, que tienen un mayor potencial de velocidad con rumbos portantes y viento moderado. Las condiciones meteorológicas en aquellos primeros compases de la vuelta al mundo beneficiaban a los hombres de cabeza, que pronto abrieron un hueco con el resto de la flota. Wavre se encontró así encuadrado en el pelotón de caza, junto a Mike Golding y Jean Le Cam.
Nacen los ‘gánsteres a la fuerza’
Las calmas ecuatoriales frenaron al grupo de cabeza y el pelotón de los cincuentones aprovechó esa circunstancia para acercarse a un centenar de millas de los 5 primeros, entre los que solo uno de ellos, Alex Thomson, navegaba en un barco viejo, de 2007. Este trío de cincuentones fue bautizado por Wavre como los gánsteres a la fuerza, en recuerdo de una película de Michel Audiard de hace exactamente 50 años. El grupo de esos gánsteres a la fuerza o de viejos rockeros navegó en pelotón hasta Tasmania, donde Jean Le Cam tomó las de Villadiego. Antes, sin embargo, esa navegación había dado lugar a situaciones curiosas, como el encuentro entre Wavre y Jean Le Cam en pleno océano Índico a pocos metros uno de otro, que los dos patrones inmortalizaron en sendos vídeos, especialmente interesantes de visionar en paralelo.
Undécimo cabo de Hornos
Doblar Hornos no es algo sin importancia. Antes, hay que franquear el obstáculo del Gran Sur. Esos mares, símbolo de libertad y grandes espacios salvajes, son el motivo por el que Wavre embarca una y otra vez para dar la vuelta al mundo. Al navegante helvético no le gusta, sin embargo, el intento de civilizarlos que suponen las puertas de hielo. Si no las discute por motivos de seguridad, no le gusta la navegación secuenciada que imponen esos pasos obligados. Sobre todo cuando en repetidas ocasiones los perseguidores se han visto frenados por diversas dorsales anticiclónicas. El suizo nunca ha levantado la voz, pero no es ningún secreto que no se siente a gusto en esa multiplicación de obstáculos en el océano Austral. Ello no impidió que celebrara su décimo paso por Hornos como se merece el acontecimiento.
El purgatorio atlántico
Normalmente el paso de Hornos supone una liberación. Dominique Wavre, sin embargo, tiene suficiente experiencia para saber que aún quedan entre tres y cuatro semanas –a veces un poco más- para llegar a Les Sables d’Olonne y que las últimas millas son a veces complicadas. Pese a ello, Wavre nunca había vivido una remontada del Atlántico Sur tan dura como esta. Vientos de proa y erráticos, ficheros meteorológicos que no se correspondían con la realidad, mar rompebarcos. Como sus compañeros de infortunio -Jean Le Cam, Javier Sansó, Arnaud Boissières, Mike Golding-, el suizo sufre. Pero aguanta sin rechistar, consciente que esos momentos difíciles son los que permiten disfrutar más los otros.
Al acabar en la séptima posición suizo concluye su cuarta participación en la Vendée Globe y, con Mike Golding, se convierte en el segundo navegante que ha conseguido acabar esta regata en tres ocasiones. Y nadie ha dicho que no sea capaz de volver a la línea de salida dentro de cuatro años.
Datos
- Mayor distancia recorrida en 24 horas: 437,5 millas el 20 de diciembre (18,2 nudos)
- Les Sables – Ecuador: 11 días, 20 horas, 43 minutos (récord ostentado por Jean Le Cam desde 2004-2005 en 10 días, 11 horas, 28 minutos)
- Ecuador – Buena Esperanza: 12 días, 17 horas, 10 minutos (récord JP Dick 12 días, 02 horas, 40 minutos)
- Buena Esperanza – Cabo de Leeuwin: 14 días, 20 horas, 50 minutos (récord F. Gabart 11 días, 06 horas, 40 minutos)
- Cabo de Leeuwin – Cabo de Hornos: 20 días, 11 horas, 33 minutos (récord F. Gabart 17 días, 18 horas, 35 minutos)
- Cabo de Hornos – Ecuador: 16 días, 21 horas, 26 minutos (récord F. Gabart 13 días, 19 horas, 28 minutos)
- Ecuador – Les Sables d’Olonne: 13 días, 07 horas, 32 minutos, 05 segundos
Mientras tanto, la regata continúa
Solo quedan cuatro participantes en el mar. Arnaud Boissières (AKENA Vérandas) debería llegar mañana a primera hora de la tarde, con la marea entrante. Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) estima que su hora de llegada será la noche del domingo al lunes. Para Tanguy de Lamotte (Initiatives-coeur), en plenos alisios, y Alessandro Di Benedetto (Team Plastique), aún es demasiado pronto para prever una fecha de llegada.
Di Benedetto ha dejado por fin atrás las calmas ecuatoriales y paulatinamente va acelerando, a medida que recibe los vientos alisios cada vez más establecidos.
Los cuatro patrones navegan en estos momentos sin problemas a bordo.