Didac Costa cruza el cabo de Buena Esperanza
- El español sigue compitiendo intensamente con la británica Pip Hare
Este mediodía, a las 11 horas y minutos, el One Planet One Ocean ha cruzado el meridiano de Buena Esperanza, el primero de los tres míticos cabos australes que marcan la circunnavegación del planeta. Didac Costa es la tercera vez que lo hace, todas en los últimos cinco años tras su participación en la Barcelona World Race (2015) y la Vendée Globe (2016), y siempre a bordo del mismo barco, el mítico Kingfisher construido para Ellen MacArthur en Nueva Zelanda hace más de 20 años.
El bombero de profesión ha empleado 29 días, 20 horas y 57 minutos en cortar el meridiano 18º 28´19´E del hito geográfico, que también determina la separación entre los océanos Atlántico e Índico. Costa ha sido el vigesimoprimer participante de esta novena Vendée Globe en hacerlo, 7 días y 11 horas después que el líder Charlie Dalin (Apivia), a solo 16 horas y 5 minutos de predecesor Manuel Cousin (Groupe Sétin). Su perseguidora Pip Hare (Medallia) lo hacía 1 hora y 45 minutos tras el español. Hasta este hito geográfico, Costa ha navegado 8.021,6 millas náuticas desde la salida, con un promedio de velocidad de 11,2 nudos
El navegante barcelonés está inmerso en un interesante duelo con la británica Pip Hare, quien compite con su Medallia, un barco de la misma cosecha que el One Planet One Ocean. Ayer, 12 millas separaban a ambos, mientras que hoy a las 15:00 horas Costa aumentaba su ventaja a 24 millas, disputándose la decimonovena posición de la clasificación. Pero si los barcos son viejos conocidos desde la Vendée Globe 2000-2001, Hare y Costa también son viejos conocidos, desde que ambos compitieron con éxito en la Mini Transat, donde solo 40 minutos les separaron en la clasificación final. Su proximidad hizo que Didac Costa alertase a Pip Hare cuando colisionó anteayer con una ballena, por si le ocasionaba alguna avería grave y le ayudase, al navegar ella unas millas por su popa.
Declaraciones de Didac Costa este mediodía:
Estoy contento de dejar atrás el Atlántico y adentrarme en el Índico. La bienvenida ha sido gris… de repente el cielo se ha tapado y está lloviendo. Pero me ha alegrado el viento que sopla moderado de 15 a 18 nudos y avanzo bien. Parece que en las próximas horas será variable y con alguna encalmada.
Cuando colisioné con la ballena estaba navegando a unos 10 nudos de velocidad. El impacto fue fuerte, 9 toneladas frenadas de golpe a esa velocidad siempre es algo brutal, aunque por suerte fue menor que si se hubiera sido a 18 nudos de velocidad. Estuve más de media hora filmado debajo del agua todo el casco, la quilla y los timones. Luego en el ordenador revisé las imágenes para ver si se habían producido daños, pero afortunadamente no encontré nada importante.
La última vez que subí al mástil para revisarlo fue en las calmas ecuatoriales, y todo estaba perfecto. Desde la cubierta también voy lo voy mirando frecuentemente. Tengo previsto volver a subir arriba dentro de 10 días, cuando encuentre algún momento con buenas condiciones de oleaje para hacerlo.
No sé decir si las condiciones de esta edición son mejores o perores que en la anterior. En el Atlántico Norte fueron peores por la tormenta tropical, pero luego han sido favorables. Apenas he tenido encalmadas de viento, estoy navegando más fluido, aunque el también atípico anticiclón de Santa Helena me ha obligado a recorrer más distancia. Ya veremos las próximas semanas en el Gran Sur, pero creo que las condiciones allí no serán malas.
El match race con Pip Hare me estimula, es un aliciente para buscar las máximas prestaciones al barco. Cómo además su Medallia y My One Planet One Ocean son del mismo año ambos tenemos una buena referencia, pero también miro más adelante, a los barcos que tengo en proa”.