Desperdigados en el océano. El duelo franco-británico se reactiva
Hay un navegante a la altura de Brasil, dos al Sur y al Oeste de Cabo Verde, unos cuantos al sudoeste de las Canarias, un par entre Madeira y las Azores. Uno incluso está fondeado en un puerto de Galicia. “La Vendée Globe es eso”, ha sentenciado este mediodía Bertrand de Broc. Un conjunto de circunstancias diversas para los nueve participantes que siguen en regata. Sus llegadas a Les Sables se escalonarán entre el 6 y el 18 de febrero.
Hace mal tiempo en Les Sables d’Olonne. La lluvia y las fuertes rachas de invierno no impiden, sin embargo, que los curiosos deambulen por Port Olona para mirar de cerca a los tres primeros barcos que han terminado esta vuelta al mundo. Ha empezado ya la espera del cuarto: un barco azul sin quilla.
Este es el mal tiempo que quería evitar Jean-Pierre Dick y que lo ha llevado a su “escala” gallega. Desde su llegada en la madrugada de ayer jueves, el patrón del Virbac-Paprec 3 no se ha quedado de brazos cruzados. Se ha echado dos veces al agua para asegurar su amarre a una boya del puerto y para inspeccionar su barco bajo el agua. Por primera vez ha podido constatar los daños ocasionados por la pérdida de su quilla. “Es impresionante”, ha confesado esta mañana.
Ayer, blogueros, periodistas y TVG (la televisión gallega) informaron de su presencia en San Ciprián (San Cibrao), un pequeño puerto minero en la costa de Lugo. En los muelles había gente admirando el gran monocasco azul, convertido en la gran atracción local.
El navegante nicense ha podido dormir la pasada noche, pese a que sopló bastante viento. Tiene la intención de zarpar el domingo por la mañana. Al principio el viento no ayudará demasiado: deberá alejarse de la costa con una brisa muy floja, antes de encontrar un flujo de oeste que llevará al Virbac-Paprec 3 sin quilla hasta Les Sables d’Olonne.
En las redes del anticiclón
Jean Le Cam y Mike Golding han trasladado su duelo a las aguas entre Madeira y las Azores. Todo empezó a mediados de noviembre, prácticamente en esta misma zona, durante la bajada del Atlántico. Ahora, tras completar toda la vuelta al mundo, el enfrentamiento es más intenso que nunca. Cuando los dos se aprestan a rodear el anticiclón que les cierra el camino hacia Les Sables d’’Olonne, Gamesa ha recortado a apenas 4 millas su retraso respecto de SynerCiel. Desplazado hacia el Este, Golding ha sido más rápido que su rival en las últimas 12 horas. Pero Le Cam no parece ponerse nervioso, pese a su escasa velocidad (apenas 3 nudos en las últimas 4 horas). Está convencido de que será el primero en encontrar viento, mientras su rival cae en las redes del anticiclón.
Según los programas informáticos de rutaje, los dos deberían subir hasta la altura de Bretaña para rodear el centro de altas presiones y cruzar la línea de llegada el próximo 6 de febrero.
Alisios mareados
Antes de habérselas con este mismo anticiclón, Mirabaud, AKENA Vérandas y ACCIONA 100% EcoPowered aprovechan lo que queda de los alisios, orientados más al Este de lo habitual. Dominique Wavre, Arnaud Boissières y Javier Sansó han aprovechado esa circunstancia para amollar escotas y subir hacia el nornordeste a entre 12 y 16 nudos. Dentro de unas horas irán perdiendo velocidad, a medida que el viento amaine al aproximarse ellos al centro de alta presión.
El hombre que había realizado una extraordinaria remontada del Atlántico Sur Bertrand de Broc (VNAM avec EDM Projets) se ha quedado descolgado en una zona con muy poco viento y sufre más que nadie la existencia de la depresión que ha mareado los alisios. Hasta los programas de rutaje parecen haberse mareado y dudan a la hora de encontrarle una salida hacia el norte. El veterano navegante lo tiene claro: esperar a que vuelva el viento para avanzar.
En breve
Previsiones de llegada a 1 de febrero
- Jean Le Cam, el miércoles 6 de febrero
- Mike Golding, entre 5 y 7 horas después
- Bernard Stamm (fuera de regata), el 7 de febrero
- Dominique Wavre y Arnaud Boissières, el viernes 8 de febrero
- Javier Sansó, el 8 o el 9 de febrero
- Bertrand de Broc, el 11 o el 12 de febrero
- Tanguy De Lamotte, el 14 o el 15 de febrero
- Alessandro Di Benedetto, entre el 16 y el 18 de febrero
Han dicho:
Ahora estoy navegando a 16-17 nudos, con un viento que diría que es de unos 20 nudos. Por fin voy rápido. He tenido mala suerte al quedarme sin viento, pero al mismo tiempo he tenido suerte porque solo me he parado 4 o 5 horas. Ahora estoy haciendo millas hacia la línea de llegada. No creo que haya cambios en la clasificación, si no pasa nada raro. Ahora estoy haciendo mi última carga de agua, porque ya tengo el tanque lleno. El barco está bien; esos días uso mucho los hidrogeneradores porque hay menos sol. Ya no me queda chocolate. ¡Y solo tengo caramelos para dos días!
Javier Sansó
Sencillamente, no hay viento. Estoy al Norte [de Mike Golding]. Y como la situación se despejará por el norte, en un momento u otro volveré a ir hacia el norte. Y dar la vuelta a este anticiclón para llegar a los vientos hacia Les Sables d’Olonne, que se anuncian fuertes. Para rodear el anticiclón, tengo un rutaje que no me hace llegar tan al norte como eso, hacia el 46°24, casi la latitud de Les Sables. Tengo otro que me hace ir hasta el 47°29, a la altura de Port la Forêt. ¡Puedo elegir! Pero los rutajes se han tranquilizado, ¡antes nos hacían ir hasta la latitud de Irlanda! Las cosas siempre acaban calmándose, hay que dar tiempo al tiempo. Me gusta rodear un anticiclón: el barómetro, el control de la presión, me gusta. No sé si me gustará esta vez, pero la idea de hacerlo me gusta, estoy contento.
Jean Le Cam (FRA, SynerCiel)
Ayer fue un día bastante denso. El viento subió por la tarde, soplaba muy fuerte, incluso estando bien refugiado. Pasé buena parte del día asegurando el fondeo, para estar seguro de que estaba bien amarrado. Por la noche, hay estrés por el hecho de que estoy cerca de un dique, pero pese a ello he podido dormir bien. Me preparo para zarpar el domingo por la mañana, quizás el sábado por la noche si es posible, pero prefiero asegurar la jugada si el viento es más moderado el domingo. Espero haber tomado la buena decisión. Estoy en un puerto minero. Hay barcos, he visto gente del puerto. Algunos han venido, tenían un poco de miedo por mí, pero todo el mundo está de acuerdo en que me quede aquí. Algunos blogueros y la tele española han estado aquí, algunos curiosos se han acercado para iluminarme desde el muelle. ¡Todo el mundo sabe que hay un barco de la Vendée Globe en este fondeadero!
Jean-Pierre Dick (FRA, Virbac-Paprec 3)
La mar está llama, ando a 5-6 nudos, a veces 4. Es muy suave desde anoche. Tendré paciencia, el viento volverá suavemente durante el día y la próxima noche ya debería ser un poco mejor. Se hace un poco largo, estoy entre dos vientos, uno de izquierda y otro de derecha. No es fácil. Tendré que salir de este “no sé qué”, porque ni siquiera los rutajes saben qué es. Una vez me hacen ir a la derecha, la siguiente a la izquierda… Espero que vuelva el viento para avanzar y recargar las baterías. La Vendée Globe es una regata un poco especial. Cuando se mira el esquema actual de la regata –he hecho un repaso esta mañana, paseándome por cubierta- hay uno en Brasil, otro en las calmas ecuatoriales, uno de una bahía cerca de La Coruña, dos que han cruzado la línea de llegada… Los hay por todas partes, cada uno con su viento, sus problemas, sus alegrías. La Vendée Globe es eso, cada cual explica su historia. Como Jean-Pierre Dick, que quiere llevar su barco hasta la llegada, cueste lo que cueste. Hay momentos difíciles, pero son las alegrías lo que hay que guardar.
Bertrand de Broc (FRA, VNAM avec EDM Projets)