Dalin y Richomme parecen bendecidos en Navidad, pero ¿quién liderará en Cabo de Hornos?
Los líderes de la Vendée Globe, Charlie Dalin y Yoann Richomme aparentemente pegados y separados por sólo unas millas, están listos para virar el Cabo de Hornos este lunes por la noche alrededor de las 22:00 horas UTC, pero incluso a falta de sólo unas horas, todavía no está claro cuál de los dos amigos y rivales será el primero. La verdad que esta bendición se repitió, primero la entrada en el Índico con la baja que les catapultó, este se le indica a Neptuno y el de la bonanza meteo del Pacífico a Eolo
En la regata de 2020-21 Dalin lideró en los dos primeros Grandes Cabos, pero se cruzó segundo por detrás de Yannick Bestaven. En esta regata, Dalin ha vuelto a liderar en Good Hope y Leeuwin, pero más que nunca quiere completar el conjunto. Para el dúo, que, según ha recordado Dalin hoy, se enfrentaron por primera vez en 2005 y que compitieron y entrenaron juntos en el marco del programa de formación e identificación de talentos Skipper MACIF, el derecho a presumir sigue siendo importante.
«¿Yoann? Hemos navegado juntos por el Pacífico, es mi rival número uno y creo que nos veremos mucho navegando por el Atlántico. Es un amigo y lo aprecio mucho como rival. Navegamos juntos por primera vez en 2005.... hace casi 20 años. Y trabajamos juntos en Skipper MACIF durante dos años y es un competidor feroz. Así que estoy contento de estar por delante de él, pero no contento porque es un duro competidor. Va a ser duro remontar el Atlántico.
Lo que está claro es que quiero llegar en cabeza al Cabo de Hornos.
¿Aún más cerca?
De hecho, parece muy probable que su duelo continúe en el Atlántico. Su rivalidad recuerda al duelo entre François Gabart y Armel Le Cléac'h en la regata de 2012, cuando el joven novato Gabart lideró por sólo 80 minutos en el Cabo de Hornos, camino de convertirse en el ganador más joven de la Vendée Globe a sus 27 años.
«¿Quién tendrá ventaja? No lo sé». opinó Dalin: «En términos de longitud, estoy un poco por delante de Yoann. Pero tendrá que haber mucha sustentación para que pueda pasar la punta sin trasluchar. Él debería encontrar el nuevo viento primero. Así que ya veremos», informa con prudencia el patrón del MACIF Santé Prévoyance.
«Vamos a tener más de 30 nudos y rachas de 35. En términos absolutos, no es enorme comparado con lo que podemos tener en este lugar. La buena noticia es que pasaremos bastante cerca del cabo, y durante el día si mantenemos la ruta», dijo Dalin, que se dispone a doblar el punto más meridional de Sudamérica por segunda vez en su carrera y espera resarcirse de la frustración de hace cuatro años, cuando pasó de noche sin poder verlo.
«Queda una gran etapa por delante. Estoy contento de volver al Atlántico. Creo que, de hecho, ¡me gusta el Atlántico!», comentó entre risas Dalin, que claramente contaba sus bendiciones tras una travesía superrápida y sin complicaciones del Gran Sur. «Probablemente fui el más afortunado de toda la flota, porque no tuve ni una sola tormenta, aunque sentí el aliento de una muy, muy grande en el cuello en el océano Índico», recuerda, impaciente por salir de las temperaturas polares. «Para combatir el frío, llevo capas y capas de ropa. Estoy deseando poder quitármelas como pelar una cebolla».
Centrarse en los de delante
Para el grupo de detrás, como Jérémie Beyou, sexto clasificado, es difícil mirar hacia delante sin mirar también por el retrovisor,
«Con el viento entrando siempre por detrás tienes que seguir empujando tan fuerte como puedas. Hay que jugar con las nubes e intentar trasluchar en los momentos adecuados. Nico (Lunven), Thomas (Ruyant) y yo estamos metidos en el mismo lío meteorológico. No nos queda más remedio que apretar y apretar al máximo para no ser alcanzados por los de atrás, que pueden ir rectos a diferencia de nosotros», comentó Beyou, sexto, que pasará el Cabo de Hornos el próximo viernes. «Desde la primera depresión en el índico, en la que los tres primeros consiguieron escaparse y meternos 1.000 millas, he estado rezando para que hubiera una oportunidad de remontar. No la hubo en el Pacífico. Así que ahora rezo para que así sea en el Atlántico. Casi me da miedo fijarme demasiado en lo que nos espera allí porque temo decepcionarme».
La situación aún tiene mucho tiempo para evolucionar -e incluso cambiar radicalmente-,(Esto es de mi cosecha, en todas las ediciones los cabeza de flota declararom que la Vendée se gana o pierde en la subida Atlántica) pero los ases y estudiosos de la meteorología observan que podría ser que el dúo Dalin - Richomme se beneficiara de un patrón meteorológico casi perfecto para el ascenso Atlántico de vuelta a Les Sables d'Olonne. Según los últimos modelos, podrían estar de vuelta en Vendée en sólo 21 o 22 días. En esta edición de récord, lo mejor está por llegar».