Día 35: Didac Costa pasa Buena Esperanza y entra en el Índico
- Romain Attanasio retoma la regata, una reparación exitosa de la mayor por Arnaud Boissières
- Armel Le Cléac'h y Alex Thomson, en el sur de Nueva Zelanda. Armel sigue líder
- Jean Le Cam siguiente competidor para cruzar la longitud del cabo Leeuwin
- Alan Roura / Rich Wilson: ¡43 años de diferencia y 15 millas de distancia!
A las 6:37 horas de hoy sábado, el español Didac Costa ha cortado la longitud del cabo de Buena Esperanza, el primero de los tres grandes cabos de los mares australes junto a Leeuwin (Australia) y Hornos (Chile). Costa ha invertido 33 días, 17 horas y 35 minutos desde la salida oficial de la Vendée Globe en Les Sables d'Olonne, aunque una avería en su barco One Planet One Ocean le obligó a regresar al puerto de partida y volver a tomar la salida cuatro días más tarde. Un retraso que a buen seguro le ha impedido estar inmerso en el numeroso pelotón de una docena de barcos que ahora está algo fragmentado en varios grupos.
Conocedor del océano Índico en la pasada Barcelona World Race, donde fue capaz de recuperar unas 1.000 millas sobre sus predecesores los hermanos Bruno y Willy García, el joven navegante catalán tratará de recortar su desventaja y subir algún puesto más en la clasificación. Tras dejar atrás a Sébastien Destremeau y a Romain Attanasio, Costa ha ido reduciendo su desventaja con el holandés Pieter Heerema a 750 millas en la clasificación de las 15:00 horas, mientras más adelante se encuentra un cuarteto (Wilson, Bellion, Roura y O'Coineen), a unas 1.100 millas del español.
Al sur de Nueva Zelanda, con fuertes vientos y un mar caótico, la lucha entre Armel Le Cléac'h y Alex Thomson es épica. Delante de sus proas, la inmensidad del Pacífico les promete algunos puzles estratégicos. Tras el regreso de Romain Attanasio a la regata esta mañana, los 22 navegantes que continúan compitiendo en la octava edición de la vuelta al mundo en solitario están todos en marcha. Cerca de la longitud de cabo Leeuwin, Jean Le Cam aprieta, al igual que Louis Burton, que registró velocidades medias impresionantes en las últimas 24 horas. En cuanto al más joven y al más veterano de la Vendée Globe, Alan Roura (23) y Rich Wilson (66), sólo se llevan quince millas.
La semana fue difícil para la flota de la Vendée Globe, que lamentó varios abandonos y daños múltiples. Afortunadamente los días pasan y son diferentes. El inicio del fin de semana llega con buenas noticias: el regreso a la competición de Romain Attanasio (Famille Mary-Etamine du Lys) después de dos días anclado al pie de cabo de Buena Esperanza para reparar sus timones. "Es fantástico reemprender la regata con otros competidores cerca”, celebraba Romain en referencia a Didac Costa (One Planet One Ocean) y Sébastien Destremau (TechnoFirst-faceOcean), dos navegantes que tienen barcos de la misma generación (estrenados entre 1998 y 2000) que él. Romain, probablemente, se resituará tras el español y por delante de Sébastien.
Armel Le Cléac'h, el metrónomo
Más de 6.500 millas por delante, el francés Armel Le Cléac'h continúa su impecable regata con la regularidad de un metrónomo. Las trayectorias son fluidas, sus posicionamientos siempre oportunos. El patrón del Banque Populaire VIII domina las disputas con verdadera maestría, mientras un incisivo Alex Thomson (Hugo Boss) navega más extremo tácticamente, como hiciera François Gabart hace cuatro años.
Sin embargo el reputado tipo duro, Alex, parece acusar un poco el golpe. Hay que decir que el británico no ha dado tregua a su cuerpo ni a su barco desde que salió de Les Sables d'Olonne, y hay que recordar que navega sin su foil de estribor, roto en una colisión con un OFNI. "Es difícil dormir, me inquieta lo que pueda suceder en los próximos 5 o 10 minutos", dice. "¿Qué pasará si la estructura cede o si el barco choca contra algo? ¿Cuánto tiempo tendré antes de la próxima racha? Por la noche, es aún más difícil manejar estos pensamientos. Deseo que las condiciones se calmen un poco para poner mi casa en orden y relajar la presión. A veces me pregunto por qué hago esto... ".
Por desgracia para Alex, el respiro puede ser de corta duración: una denominada depresión "secundaria" cruza al norte de la primera que impulsa a los dos líderes. Esta nueva depresión se moverá al sur y les bloqueará el paso. Se avecinan horas complejas…
Jean Le Cam y Louis Burton en gran forma
Situado en séptimo lugar, a 2.350 millas del líder, Jean Le Cam (Finistèrre Mer Vent) está a punto de cruzar la longitud del cabo Leeuwin (suroeste de Australia). Jean fue el más rápido de la flota en las últimas 24 horas con 480,9 millas recorridas a una velocidad media de 20 nudos (entre las 15:00 horas de ayer y hoy). Se mantiene a una buena distancia del octavo, Thomas Ruyant (Le Souffle du Nord pour le Projet Imagine).
Al norte de las Islas Kerguelen, Louis Burton (Bureau Vallée) también registra velocidades considerables (436 millas en 24 horas) y está ganando terreno en el grupo de cinco que trata de impedir su escapada.
Un grupo en el que nos encontramos con Arnaud Boissières (La Mie Caline), feliz de haber resuelto su problema con la vela mayor. En un breve mensaje enviado a la Dirección de Regata, Arnaud mostró su satisfacción: " Nunca en mi vida había reparado tantas cosas en un barco en regata. Estoy empapado, pero en camino otra vez!".
Alan Roura / Rich Wilson: el contacto decano y de primer año
En el siguiente grupo, a mil millas de las Kerguelen, cuatro regatistas (Enda O'Coineen, Alan Roura, Eric Bellion y Rich Wilson) navegan separados por sólo 30 millas después de 34 días de competición. Entre ellos están el más joven y el decano de la Vendée Globe, que se conocieron por primera vez hace unas pocas semanas en Les Sables d'Olonne y no se separan. El suizo Alan Roura (La Fabrique), de 23 años, y el estadounidense Rich Wilson (Great American IV), de 66 años, están a sólo 15 millas. Rich Wilson comentaba: "Estoy particularmente contento de estar en contacto con Alan y Eric, que simpatizamos en Les Sables. Nos enviamos correos electrónicos y hablamos por VHF cuando podemos". Hablar por VHF en el océano Índico, después de más de un mes de regata, debe suponer sensaciones extrañas, pero también tranquilizadoras en estas zonas del planeta tan hostiles y aisladas...
MÁS DECLARACIONES
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Didac Costa (One Planet One Ocean):
“Después de lo ocurrido en la salida, la valoración hasta hoy no puede ser mejor. La verdadera Vendée empieza ahora, en el Índico. Afortunadamente he ido cogiendo confianza en el barco, tras los problemas electrónicos debido al rayo, complicados después por la inundación el día de la salida. Una confianza indispensable para afrontar los mares del Sur en condiciones. Voy a aprovechar para descansar y hacer pequeñas reparaciones durante estas horas de poco viento, antes de la llegada de un nuevo frente mañana por la tarde”.
Louis Burton (Bureau Vallée):
"Voy rápido, ¡muy rápido! Estoy unas 150 millas al norte de las Kerguelen, con mucho viento (40 nudos) y mar cruzada pero relativamente manejable. El problema es que se ha detectado la presencia de un iceberg que ha sido descubierto no muy lejos de mi posición y me acercaba rápidamente a él. A priori, es un trozo de hielo de treinta metros y ha sido identificado por las imágenes de satélite, ya que es un área supervisada debido a la pesca ilegal. Voy todo recto hacia el este ya que normalmente debería pasar a cien millas de distancia de las islas. Es difícil llevar siempre la vela idónea porque el viento es muy racheado. Hay mucha humedad y frío, voy equipado como un alpinista”.
Paul Meilhat (SMA):
"No estoy seguro de si esto es lo que esperaba del océano Índico pero una cosa segura: he estado preparado desde la salida. Las noches son muy frías cuando sopla viento del sur. Mi plan es descender hasta los Cincuenta Furiosos, apurando el límite de la zona de exclusión de hielo, aunque me obligará a trasluchar muchas veces. Es probable que caigamos en algunas zonas de calma en los próximos días. Tener barcos perseguidores tan cerca es una presión añadida pero te obliga a mantener un buen ritmo y a estar más concentrado, además de ser tranquilizador en cuanto a mi seguridad. Los líderes tienen claramente con sus foils un plus de velocidad y son tan rápidos que pueden estar más tiempo delante de los frentes de las borrascas, que además es más seguro. Es mi mayor tiempo en el mar, pero lo duro no es estar tantos días sino las condiciones en el Índico, los trenes de borrascas. El viento y el oleaje impiden descansar. El continuo movimiento del barco es lo más complicado aquí en el Sur”.
Romain Attanasio (Famille Mary - Etamine du Lys):
"¡Si hubiera sabido que iba a ser así no habría venido (risas)! Fue muy difícil. Desmontar los timones y luego arrastrarlos hasta la cubierta... Reparé uno de los timones y cambié el otro. Crucialmente, sufrí una deslaminación en el fondo del casco en una tira de dos metros de la parte posterior. Fue la reparación que me llevó una gran cantidad de tiempo ayer, pero tenía algunas láminas de carbono que me resultaron muy útiles. Tuve que esperar hasta el día siguiente para que se secara, pero es genial estar navegando de nuevo. Espero que las reparaciones funcionen, voy a tener que estar especialmente atento al tema del casco. Cuando pienso en el hecho de que estoy regresando a la regata… es increíble. ¡Estoy muy contento! Había mucha gente a mi alrededor que quería darme provisiones y no entendían por qué me negaba. Lo que fue particularmente sorprendente durante los dos días que estuve fondeado era la falta de ruido. ¡No me atrevía a hablar!”.
Rich Wilson (Great American IV):
"He logrado unas velocidades que son nuevas para mí. El viento sopla fuerte y el barco va rápido. Estoy muy contento de estar aquí, es una gran experiencia. El barco está en buenas condiciones y yo estoy animado. Hace tres días tuve 40 nudos de viento y el barco hacía puntas de 30 nudos. No es razonable, pues el peligro de roturas es mayor a esas velocidades.
Anoche tuve dos maravillosos intercambios de correos electrónicos con mis compañeros Alan Roura y Eric Bellion. Cinco días antes de la salida, Eric nos invitó a mí y Alan a cenar a su casa y fue una noche maravillosa. Somos tres amigos multi-generacionales, yo de 66, Eric de 40 y Alan de 23. Pero todos compartimos el mismo sueño, lo estamos haciendo, y a esta altura de la regata estamos a unas cien millas uno del otro. Hay una maravillosa camaradería entre los navegantes en solitario”.
Arnaud Boissières (La Mie Câline):
"Ésta es la segunda vez que los carros de la vela mayor me fallan. Los desmonté durante la noche y ahora acabo de sustituirlos. He cambiado el sistema de fijación con unos cabos. Me he quedado detrás del frente y ahora no hay demasiado viento. Y por encima está lloviendo ¡y estoy empapado!".