Marín, algo más que playas y naturaleza
Habitantes: 25.329. Extensión: 36,68 Km<custom name="sup">2</custom>
A muchos les vendrá a la cabeza, al citar la Villa de Marín, las arenas blancas y aguas cristalinas de Mogor, Lapamán, Loira<custom name="sup">, </custom>Portecelo... parajes de encanto como la isla y playa de O Santo, sus espacios naturales como <strong> Cotorredondo</strong>, y el <strong>lago Castiñeiras</strong>, excelentes miradores hacia los brazos de mar que son la Rías Baixas , enfin toda la naturaleza de la costa norte de la península de O Morrazo, naturaleza en todo lo que entra en su concepto. Pero San Xiao de Ancorados, viejo nombre de Marín esconde historia y arte, tanto rupestre como románico, un pueblo con encanto en su alameda y casco antiguo que nos hablan de mar, de su pujante puerto, de marineros y de marinos.
De su privilegiada situación natural y estratégica nos hablan los restos prehistóricos que podemos encontrar en el término municipal. De ello la mejor referencia es el "Laberinto de Mogor", famosos petroglifos: la Pedra dos Campiños, la Piedra de los Moros y la Piedra del Laberinto; muy cerca del centro urbano, frente a la playa que lleva del mismo nombre, partiendo del centro de interpretación un sendero nos lleva a las piedras, con sus composiciones circulares. En el Centro de Interpretación enontraremos la explicación de estos grabados en piedra y su relación con tradiciones rupestres.
Se encuentran también petroglifos en el río Lameira, en Cachada Grande, Pornedo, Subida, Carballal y en Godalleira.
Siguiendo con los reslos prehistóricos encontraremos mámoas en buen estado de conservación como la de Chan da Armada en San Tomé de Piñeiro, y las de Chan da Lagoa o Mámoa do Rei en las inmediaciones del lago Castiñeiras.
De los asentamientos castrenses, el mejor conservado es el Castro de la Subidá, en alto de la Porteliña, entre las parroquias de San Xurxo de Mogor y la de San Xián. Asentamiento castrense romanizado de entre los siglos I al IV d.C., que nos lleva a como se vivía con la economía basada en una fuerte base agrícola y ganadera, complementada por la caza, la pesca y el marisqueo-
Avanzando en el tiempo, el arte románico tiene su representación en el municipio, tanto en la iglesia de Santa María del Campo de finales del s. XII y principios del s. XIII, de estilo románico tardío o la igualmente románica de de San Tomé de Piñeiro, la iglesia de Santa María del Campo, la capilla de Santa María de Ardán y Santa María del Puerto y por último la nueva iglesia parroquial de Marín.
Y ya en el casco urbano y como referencia este último edificio, conocida antiguamente como Nuestra Señora de Oseira, la primitiva iglesia fue construida en el siglo XII, levantada sobre una roca, que tras numerosas reformas nos lñlega al actual aspecto barroco. Situada en la Plaza de la Veiguiña,corazón del casco vello que data del medievo, origen de la Villa siempre a la orilla del mar. Viviendas de marineros y pescadores simultaneadas por otras de más envergadura y porte pertenecientes a "corsarios" al servicio del rey de Castilla. Por citar al más conocido, Xoán Gago de Mendoza.
Por supuesto que me dejo más lugares interesantes en el tintero, por ejemplo la Escuela Naval Militar, el Museo Manuel Torres, el Ecoparque aventura o la "Casa de Briz", el Pazo do Cadro. el de San Blas de Aguete, el Pazo A Brea, y el Pazo Chirleu y los múltiples cruceiros y horreos diseminados por su extensión. Pero imposible obviar la gran riqueza natural que encierra Marín. Sus playas en sus ocho kilómetros de costa albergan 8 arenales de arena blanca y fina y aguas cristalinas., de mayor o menor importancia que son hoy en día su principal atractivo turístico.
Ya para rematar esta pequeña reseña, subimos a Cotorredondo, tanto en coche como si preferimos hacer sendersmo, para reflejarnos en las aguas del Lago Castiñeiras, para admirar la belleza de la costa de la Galicia sur desde el mirador de Cotorredondo, con las rías de Arousa, l Pontevedra y Vigo, a nuestros pies.