Arcade – Soutomaior. La mar de las ostras. Tierras de dos ríos
Video: Desde A Peneda Arcade Final de la ria viguesa Desembocadura del Verdugo Oitaben
Concello de Soutomaior (Pontevedra)
Superficie: 24,9 km² Población: 7.144 habitantes
En el extremo interior de la Ría de Vigo, allí donde la mar se funde con el agua dulce de los ríos Oitavén y Verdugo que condicionan la geografía de este municipio, se encuentra el puerto de Arcade.
Los fondos de la bahía son muy aplacerados, las sondas más profundas se encuentran en el estrecho de Rande, 27 m, para ir disminuyendo hacia sus orillas de forma que todo su saco al fondo de la ensenada queda en seco en bajamar.
La navegación no entraña dificultad, simplemente tendremos presente el estado de la marea ya que si las sondas marcan en bajamar una profundidad de 4 m en San Adrián, no ocurre lo mismo en Santa Cristina de Cobres (a 0,75 M al N del puerto deportivo) y hacia el N, donde se mide desde 1 m hasta 0 m en las bajamares y en casi todo el saco. Solamente es navegable para embarcaciones de poco calado y con la marea arriba, pleamares y comienzo de bajamar. La naturaleza del fondo es fango.
Para acceder a los canales que nos llevan a la desembocadura del Verdugo/Oitavén y aconsejamos acometer la recalada con marea alta, preferentemente un par de horas antes de la pleamar.
A 1 M al N de la isla de San Simón, la corriente del Verdugo marcó dos canales de acceso, uno (el aconsejado) más pegado a tierra en la vertiente E, a escasos 100 m de la punta Pesquera y muy cerca del dique del puerto de Arcade y otro al N/S de la isla de San Simón que se acerca más a los islotes Salvadosas (con fondos muy variables por la acumulación de arenas).
No existe señalización oficial que marque estas derrotas por lo que procederemos con velocidad moderada y sondando.
El Verdugo/Oitavén es navegable en sus tres kilómetros finales. Aconsejamos pasar, entrando por el 2º ojo a Br del puente romano de Pontesampaio, una hora antes/después de la pleamar.
Atención, los barcos cabinados deberán controlar la altura de su obra muerta.
La navegación por el río será totalmente intuitiva, ya que no existe señalización. Buscaremos la corriente natural a velocidad de maniobra, muy moderada y con vigilancia en proa. Los parajes de este río son de excepcional belleza.
Reseñar que en las inmediaciones de Punta Puntal a unos 500 m al S del puerto de Arcade, fondea una pequeña boya de las utilizadas para pesca (no oficial) de color naranja que siempre dejaremos entrando a Arcade por Er y saliendo por Br. Nos marca la restinga de piedra de esta punta.
Soutomaior, destino turístico.
No nos engañaríamos si dividimos a este Concello en dos grandes y diferenciadas áreas.
La primera, que comprende el espacio litoral: Arcade.
La segunda, montañosa, muy marcada por los dos cursos fluviales (que se unen en el hermoso lugar del puente colgante) y que se adentra en el perfil de las tierras altas de Pontevedra, Ponte Caldelas, Fornelos y Pazos de Borbén. Su altitud se va elevando a medida que nos alejamos de la costa y penetramos en el interior, alcanzándose como cotas más altas: Monzón, 479 metros; Redondiñas, 471; Couto Agudo, 409 y Peneda, 334.
El clima es una combinación entre el oceánico húmedo propio de la costa y el oceánico de montaña. Debido a su situación abrigada, es una zona protegida de vientos fríos.
Su ubicación cercana a Pontevedra, menos de 15 kilómetros, y a Vigo, 20, unido a su oferta hotelera, gastronómica y sus importantes atractivos culturales y naturales le confieren a Soutomaior la cualidad de ser un destino turístico en sí mismo y de primera importancia. Playas fluviales y marítimas, puerto deportivo, senderos, Camino de Santiago, el castillo con sus hermosos jardines, los parajes del río Verdugo con sus puentes colgantes o románicos, las amansadas aguas del mar de Vigo en la costa de Arcade, la pesca de mar o la importante de río en sus cotos de reo y trucha y miradores como A Peneda son atractivos suficientes para recalcar esta afirmación.
Ríos Verdugo y Oitavén
Puentes del Verdugo y Oitavén
Entorno a sus ríos se encuentran además de unos extraordinarios parajes naturales, el puente medieval de Comboa, que atraviesa el río Verdugo y el de Pontesampaio, que dio nombre a la famosa batalla contra las tropas Napoleónicas del General Ney, en la que se derrotaron con el famoso "Cañón de Pau". Por otra parte está el puente colgante y el puente sobre el río Oitavén.
Capilla del Castro de la Peneda
(Patrimonio Histórico)
A dos quilómetros al oeste de castillo, se encuentra la capilla de Nuestra Señora de las Nieves, coronando el monte de la Peneda. Por eso la ermita se conoce como la de la "Virgen de la Peneda".
Desde este lugar se goza de amplios horizontes que abarcan la ría de Vigo y el hermoso valle del río Verdugo.
Castillo de Soutomaior
Sin duda alguna, el Castillo de Soutomaior es el lugar preferido por los visitantes.
El amplio paisaje que desde allí se divisa junto con su jardín dotado de variedades como la Secuoya sempervirens o la Araucaria araucana, lo convierten en un lugar especial para el paseo relajado y tranquilo en contacto directo con la naturaleza.
Playas
Además de las numerosas zonas de baño a lo largo del río Verdugo, en Arcade podremos disfrutar de la arena, brisa y agua de mar en la Playa Matilde y en la Playa del Muelle.
Iglesias (Patrimonio Cultural)
Dentro del amplio patrimonio cultural del Ayuntamiento de Soutomaior, podemos destacar sus dos iglesias parroquiales; la de San Salvador de Soutomaior, construcción barroca del siglo XVIII;y la de Santiago de Arcade, construcción románica de los últimos años del siglo XII, muy deteriorada debido a numerosas reformas posteriores.
En cuanto a la gastronomía, los dos productos más destacables del municipio son, sin duda, las ostras y el vino albariño.
En los arenales de Arcade se recogen las mejores ostras y sus bancos naturales son famosos y hacen de Arcade una de las capitales del marisco de Rías Baixas.
La fiesta de la Ostra en Arcade exalta, en el primer fin de semana de abril, la mejor y más preciada ostra de toda Galicia.
El albariño de Soutomaior tiene legítima, justa y merecida fama, es siempre el complemento ideal de un buen marisco.
La historia del municipio camina pareja con la del castillo de Soutomaior, levantado en el siglo XIII, cuando era su propietario Hernán Eanes de Soutomaior, noble de la corte de Alfonso XI. Dos siglos más tarde, el castillo será asediado y atacado por los “irmandiños”, en las revueltas que se extienden como la pólvora por toda Galicia. Son los tiempos de Pedro Álvarez de Soutomaior, su propietario más famoso, apodado Pedro Madruga. Este noble protagonizará numerosas disputas, incluso con la mismísima mitra compostelana cuando era arzobispo Alonso de Fonseca. En su reconstrucción, la función militar y defensiva que diera origen a la fortaleza da paso a la de castillo residencial, que mantendrá hasta que mediado el siglo XX. En la década de 1980 es adquirido por la Diputación de Pontevedra, que afronta su reconstrucción y rehabilitación hasta convertirlo en un equipamiento cultural y uno de los iconos de las Rías Baixas. La rehabilitación se logra cinco anos después, en la que se reponen entre otros elementos; techos artesonados de madera del palacio neogótico; se sustituyen las carpinterías exteriores y se repone la cubierta del castillo por una estructura metálica, ofreciendo mayor volumen utilizable. La nueva modificación en la Galería de las Damas permite que esta sea visitable, ofreciendo un nuevo mirador sobre el patio de armas.
Hoy en día las viejas piedras de la fortaleza, juntamente con el Jardín que la rodea, destacan sobre las irregulares parcelas de cultivo que en suave pendiente descienden hasta el río. Constituye un paraje para vivir plácidamente de las comodidades que la naturaleza puede ofrecer, con abundancia de agua y bosques próximos con grandes posibilidades de caza, el deporte favorito en la época de los orígenes de este castillo, sin olvidarnos tampoco de la pesca que ofrecen los ríos del lugar.
También cabe destacar el importante papel opositor de los lugareños contra el invasor francés durante la Guerra de la Independencia.