Un Eolo caprichos mantuvo a la flota Snipe en la mar sin poder terminar ninguna de las dos pruebas que comenzaron.
Un Eolo caprichos mantuvo a la flota Snipe en la mar durante mas tres horas sin poder terminar ninguna de las dos prueba que comenzaron.
Con un día espectacular de sol, y con el viento soplando del Oeste por encima de los 10 nudos en el momento de arbolar las embarcaciones, doce fueron las tripulaciones que se hicieron a la mar para tomar parte en la última tirada del trofeo La Posada del Mar, quedando en tierra otras cinco, a los que los exámenes les impidieron acercarse al “Casetón”. Con estas fabulosas condiciones meteorológicas, los snipistas se las prometían felices en cuanto a la práctica de la vela, lo que luego termino siendo un fiasco.
En esta ocasión el comité decidió realizar la tirada fuera de la bahía, fondeando la motora en las cercanías de Somo, desde donde instaló un recorrido al viento, fondeando barlovento al rumbo 290 , en las cercanías de la Isla de la Torre, determinando a se diesen dos vueltas, con entrada en popa.
Tras un aplazamiento a la espera de que las tripulaciones llagasen al campo de regatas, sobre las 12 30 se comenzó con el procedimiento, siendo válida la salida a la primera y con toda la flota sobre la línea.
Segundos después del cañonazo la flota se dividió en dos grupos, aprovechando cada rolada para virar, intentando con ello no perder metros en la navegación hacia la primera marca.
A barlovento llegó en cabeza el Enjoy-it. A mas de tres esloras de este montaron el Julio Cabrero y Cía y el Chiqui IV, más retrasado el resto de la flota a los que la encalmada les pillo de lleno.
En la popa el viento se fue a la derecha de forma descarada, con lo que la ceñida daba de un bordo, con lo que el comité anuló la prueba.
Tras ello, el comité volvió a preparar un nuevo recorrido, fondeando la baliza de barlovento al 340º, comenzando la tirada cuando el viento alcanzó los 5 nudos de intensidad.
Nuevamente la salida fue valida a la primera, con toda la flota sobre la línea. En esta ocasión la flota viró inmediatamente a la derecha en busca de la rolada que seguía haciendo a la derecha, sin embargo la tripulación que montó en primer lugar barlovento lo hizo navegando por la izquierda del campo, ello gracias una mayor presión de viento por ese lado.
Durante la popa le viento fue dejando de soplar, con lo que esta se convirtió en un suplicio para los participantes, los que además tenían en ese tramo la corriente en contra.
En estas condicione, cuando las primera tripulaciones montaban sotavento el comité suspendió la prueba.
Bajo la anulación se estuvo esperando más de media hora con la esperanza de que Eolo se decidiese a llegar hasta donde estaba fondeado el campo de regatas, lo que no sucedió, con lo que el Comité anuló la jornada, en la que los participantes estuvieron flotando desde las 11 30 hasta pasadas las 14 30, sin que pudiesen terminar ninguna de las dos regatas que se comenzaron.
Para la vuelta a Puerto Chico el comité remolcó a tierra a las tripulaciones que lo solicitaron, volviendo alguna otra navegando a vela, extrañando el que otra clase, que también navegaba en la tirada con solo dos tripulaciones, estuviese acompañada todo el tiempo por una zodiac del Club, la que solo se ocupaba de esas dos embarcaciones, mientras que a las 12 de la clase nadie les hacia ni el más mínimo caso, lo que no es de recibo.
J.F.M.J.O.