Sin viento y sin regata. Jornada en blanco para el snipe santanderino
Tras dos horas de dura espera, el comité suspendió la tirada ante la incomparecencia de Eolo
A pesar de la complicada mañana que presentaba la jornada del domingo en Santander, en la que el viento apenas soplaba y la lluvia caía desde primera hora, diez fueron las tripulaciones que acudieron a la cita para la segunda tirada del último trofeo social del año.
La preparación de las embarcaciones que habías pernoctado en el interior de la duna fue complicada a la hora de coger los mástiles de las alturas en los que de momento se les ha instalado, siendo esta una operación para equilibristas, desde luego nada operativas y propicias a un accidente. Esperemos que esta colocación de los mástiles se modifique para que el poder almacenarles sea una operación simple y sin problemas, lo que desde luego ahora no lo es, sino todo lo contrario.
Con 10 tripulaciones en la cancha, esta jornada era una de las que más afluencia de tripulaciones ha tenido este año en las regatas sociales, sin embargo este esfuerzo de las tripulaciones no se vio compensado por Eolo que les dejo sin competición por su falta de comparecencia.
Llamó mucho la atención, como viene sucediendo desde hace tiempo, que otras clases que también tomaban parte en la competición fuesen remolcadas hasta la ubicación del comité, cuando los Snipes tuvieron que llegar navegando por sus propios medios. No se acaba de entender que en las regatas sociales todos los participantes son iguales, que la escuela de regatas (¿)nada tiene que ver con las regatas del calendario del Club, por lo que no es de recibo que unas clases tengan una persona pendiente de ellas, y otras como la Snipe tengan que apañárselas por si solos como puedan,
Desde las 1130 hora en la que las 10 tripulaciones estaban en el agua, el comité estuvo haciendo todo lo posible por conseguir sacar adelante la tirada, para ello modifico por tres veces el fondeo de la motora buscando una mejor posición de cara a una posible salida, pero en ningún momento de la mañana el viento paso de los 3 nudos de intensidad, la que en barlovento, más cerca de tierra, no llegaba a mudo y medio. A todo esto una lluvia fina pero intensa acompaño gran parte de la mañana a las tripulaciones que se habían hecho a la mar, lo que hacía más difícil la espera.
A las 1330, tras dos horas de soportar estas duras condiciones, y ante la falta absoluta de viento, el comité suspendió la tirada, con lo que procedió a remolcar a tierra a las pocos Snipes que aun quedaba en sus cercanías.
Una vez más, cuando hubo que meter las embarcaciones en la duna, la colocación de los mástiles en el lugar preparado para ello, fue un complique, teniendo que hacerse con dificultad entre varias personas subidas, (mojadas como estaban), a la estructura.
J.F.N.J.O.