S&C y Chiqui IV se repartieron las victorias en una complicada tirada del Snipe santanderino.

Sobre las 12, cuando la marea, de coeficiente 112, llevaba 45 minutos subiendo, un viento del primer cuadrante comenzó a entrar entre puntas.

Cuando la suave brisa el N/NE lleno la bahía los participantes comenzaron a votar sus embarcación, sufriendo para ello con la resbalosa rampa, que en sus metros finales era una atentica pista de patinaje, pero no solo sufrieron los consabidos resbalones, y caídas, sino que, una vez más, las rocas aledañas a la rampa, machacaron los timones de sus embarcaciones

Es de imaginar que la rampa se limpie y de deje como una patena para el campeonato de España de 420 que se celebra los días 8 al 11 de abril, y si se quisiera, se rompiesen las rocas que pueblan esa zona de Puerto Chico; tiempo hay, y tiene, para para ello los responsables de la organización y del Puerto. ¡Ya veremos lo qué hacen¡

Para la tirada acudieron 9 tripulaciones, contando en esta ocasión con la participación del Patagonia de Leticia Herrerías y Magdalena Pi, y del Matrako, tripulado por una saga de Snipista de Castro Urdiales: Álvaro Díaz Munio y su hijo Nicolás; echándose en falta a las de Patin y del Raje Quit; las dificultades para la botadura de las embarcaciones ocasión que varias de ellas no llegasen a tiempo para la salida.

El recorrido se instaló en la canal de navegación, fondeándose el comité en las inmediaciones de la boya nº 6, y la baliza de barlovento al 045º de él.

La marea y el escaso viento del primer cuadrante marcaron la tirada, al tener la primera uno de los coeficientes más altos del año, pero sobre todo lo hizo el viento, que tan pronto soplaba del NE, como lo hacía del Norte, pero con distintas intensidades, llegando incluso a encalmarse en algunos momentos, con el agravante que en las cercanías de tierra, los pozos de viento eran enormes; por lo que la tirada se convirtió en una atentica lotería, peor que el Pantano de San Juan en Madrid

La salida a la primera prueba fue valida a la primera, con toda la flota sobre la línea. Inmediatamente todos viraron, amurándose a babor, para encarar la marea por los arenales.

Barlovento fue para el S&C, seguido del Chiqui IV, y del Güemes, más retrasados el Chiqui y el Promesa; al que seguían el resto de la flota,

En la popa, las posiciones se mantuvieron, siendo en el ultima ceñida, en la que el comité modificó el recorrido a la derecha por la rolada que afecto al recorrido, en las que esta variaron completamente como consecuencia de una nueva rolada al norte, destacándose el S&C; al paso por barlovento, el Promesa se colocó en la segundo posición, seguido del Güemes y del Chiqui IV, al que más retrasados le seguían el resto de la flota.

En la popa final, que fue angustiosa por la escasez del viento, el Chiqui IV se colocó segundo, siendo tercero el Promesa, cuarto el Güemes, quinto el Chiqui, sexto el Tolosa y Cía.,

Tras un aplazamiento para volver a modificar el recorrido por la nueva rolada, el comité comenzó con el procedimiento para la última prueba del día, siendo válida a la primera con dos tripulaciones fuera de línea, lo que ambos enmendaron inmediatamente.

En esta ocasión la mayor parte de la flota optó por el bordo de tierra; sin embargo en esta zonal el viento desapareció por completo, quedando una brizna por la canal.

En estas complicadas condiciones, la flota iba cambiando sus posiciones dependiendo de por dónde entrase la racha; El único que se salvó de la quema de los que apostaron por tierra fue el Chiqui IV, que consiguió que el S&C, que aposto por la canal, no le sacase ventaja.

Barlovento fue para el S&C, aunque tocó baliza, lo que al penalizase fue rebasado por el ChIqui IV, tercero la tomó el Tolosa y Cía., al que seguían el resto de la flota.

En la segunda ceñida las posiciones se mantuvieron, siendo la popa de puro trámite.

La clasificación de la prueba fue: 1º Chiqui IV, 2º S&C, 3º Promesa. 4º Güemes, 5º Tolosa y Cía., 6º Chiqui, 7º Matrako, 8º Patagonia; se retiraron el Leviathan y el Águeda.

J.F.M.J.O.