Peter Burling: “Ver cómo otros te superan en algún aspecto, te motiva para seguir trabajando”
El regatista neozelandés Peter Burling, ganador junto a su compañero Blair Tuke del 46 Trofeo Princesa Sofia IBEROSTAR en la clase 49er, participa en muchas regatas a lo largo del año para mantenerse en lo más alto porque “ver cómo otros te superan en algún aspecto, te motiva para seguir trabajando”
“Por eso competimos en tantos eventos ya que en cada prueba sale algo en lo que tienes que trabajar y algo en lo que otros han mejorado”, confiesa Burling.
Tanto Burling como Tuke se encuentran en un muy buen momento de su carrera. De hecho, Burling dice que le gusta pensar “en nuestros puntos fuertes y que tenemos pocos puntos débiles. Estamos trabajando muy duro y somos consistentes a lo largo del circuito”, algo que ha quedado demostrado en el Sofia IBEROSTAR, donde han ganado en 5 de las 13 pruebas celebradas hasta hoy.
A los neozelandeses les quedan objetivos por cumplir este año dado que si bien su país ya está clasificado para los Juegos Olímpicos de Rio 2016, no está aún decidida la tripulación que representará a su país.
“Fue muy bonito ver lo mucho que significó para Nueva Zelanda el haber ganado la medalla de plata en Londres 2012, así que ahora queremos volver de Río con una medalla de oro”, comenta Peter Burling, quien fuera el regatista de 49er más joven en la cita olímpica en la capital británica con sus 21 años de entonces.
En su opinión, el 49er “es el barco más salvaje porque navega muy rápido en todas direcciones y las regatas son increíbles, aunque también bastante duras”.
Considera, además, que navegar en esta clase “nos está ayudando mucho a mejorar nuestras habilidades para otros barcos. La verdad es que nos estamos divirtiendo mucho”.
En cuanto a su próximo reto como patrón del equipo neozelandés de la Copa América, Peter Burling reconoce que es “un gran honor haber sido elegido y es bueno tener en el equipo a alguien que esté compitiendo de manera tan intensa como lo estoy haciendo yo”.
Admite que en estos momentos hay cierta presión sobre el equipo neozelandés, aunque no parece preocuparle. “Cuantas más veces te pones bajo presión, y ves cómo respondes tú mismo y cómo responden los que te rodean, se va haciendo más fácil. Es algo de lo que incluso disfrutamos”, concluye.