Otra semana más y van tres seguidas en blanco para el snipe santanderino

La mañana del domingo era espectacular para la práctica de cualquier actividad, tanto lúdica como deportiva, pero desgraciadamente negativa para la práctica de la Vela Ligera.

Desde primeras horas de la mañana el sol calentaba por encima de los 20 grados, a esas hora el Sur cumplía con lo pronosticado, no sobrepasando los 9 nudos de intensificad, pero a medida que fueron pasando las horas la fuerza del viento fue aumentando, llegado a sobrepasar los 23 nudos.

Como ocurre con este viento la ola que crea en la bahía es complicadísima para la navegación, ya que es muy alta y muy corta, imposibilitando prácticamente la navegación en Vela Ligera, a eso hay que añadir que la rampa de Puerto Chico queda prácticamente inutilizada con este viento al no estar protegida contra él , y por ello la ola rompe sobre ella.

Para la jornada de hoy además de las tripulaciones que asiduamente toman parte en las regatas de cada semana comenzaba la temporada una nueva tripulación, la que después de casi un año de ver las regatas desde la ventana de su casa, ha preparado un barco para comenzar a competir con su hijo. El barco en cuestión no era un barco nuevo ni un barco cualquiera, es un Skiper E, que el que suscribe compro hace 39 años para su primo Pancho Jiménez. Se trata por tanto del antiguo “Zipi”, un Snipe que navego a lo largo y ancho de nuestro país durante años y con el que “Panchito” comenzó su en principio difícil, aunque después exitosa andadura en la clase.

Este barco tiene, como casi todos los barcos, una historia peculiar y es la siguiente: Pancho que quería comenzar a competir en la clase Snipe fue a correr el campeonato de Estaña del año 1975 a Santiago de la Ribera, lo quería hacer con un barco que le habían prestado en Santander, concretamente con “el Tutatis” de José Ortega, pero cuando se fue a inscribir con él, la organización no se lo permitió porque le argumentaron no era el propietario del mismo. Ante eso, y como Pancho se encontraba ya en la l Manga fue cuando en le indique que Earling Olsen, el constructor de los Skipers había bajado de Dinarmara dos Skiper E con la intención de venderlos allí. Dicho y hecho, Pancho se compro uno y Pedro Elorza el otro. Pancho le bautizo con el nombre de “Zipi”, y tras la compra, y con su correspondiente contrato fue nuevamente a la organización del campeonato para inscribirse.

Tampoco en esta ocasión el comité le admitió la inscripción alegando que aun la clase no era conocedora de esa compra. Total que a Pancho no le dejaron inscribirse, aunque participó en el evento por su cuenta, eso sí, la organización le ignoro completamente, tratándole como si no existiera. Así de difícil era entonces el practicar la Vela en nuestro país.

Posteriormente Pancho vendió esa embarcación a un deportista de Santander que hacia sus pinitos en la clase, este le llamo “Barquera” durando poca la actividad deportiva de su nuevo propietario, el que viendo lo fácil que era subir y bajar su Snipe por la rampa de puerto Chico, ni corto ni perezoso le coloco un fuera borda de 5 caballos en su espejo de popa y con su flamante Snipe reconvertido en barco de pesca se dedico durante años a la pesca del magano en la bahía santanderina. Cuando se canso de esta actividad vendió la embarcación a unos jóvenes santanderinos que apenas la usaron y la dejaron abandonado en la rampa de Practicos de Puerto Chico.

En una remodelación de la rampa la Autoridad Portuaria, que había decido (en un ataque de ganas de trabajar) que las rampas no fuera el lugar donde invernasen las embarcaciones, (lo que había venido ocurriendo desde tiempos inmemoriales) lo tiro a un descampado de RAOS junto con otras muchas embarcaciones que sobre las rampas se encontraba en aquellos días. De ese descampado fue recuperado hace tiempo y dormido en una nave hasta que ahora su nuevo propietario le ha dejado “flaman”, tanto es así que hoy era la admiración de propios y extraños.

La verdad es que el viejo “Zipi” ha quedado hecho un primor, ya que como digo tiene la friolera de 39 años sobres sus amuras. Lo más llamativo después de todas las peripecias que ha soportado es que la embarcación esta por debajo del peso mínimo de la clase, con lo que puede competir contra cualquier otro Snipe de última generación en igualdad de oportunidades, es mas en ciertos países punteros hay autenticas luchas por hacerse con embarcaciones del Modelo Skiper E, del que por cierto se fabricaron poquísimos

Esta excepcional posibilidad de que una embarcación que tiene más de 39 años, que ha estado tirada en un descampado durante años, que ha sido usada para la pesca deportiva, que ahora con un lavado de cara pueda volar a competir nuevamente es única entre los miles de tipos de embarcaciones que pueblan la Vela Ligera, y dan al Snipe algo que ninguna otra clase puede tener, y que no es otra cosa que en ella con un coste insignificante se pueda practicar del deporte de la Vela a plena satisfacción.

Incomprensiblemente, y desde luego muy mal aconsejado, uno de los causantes del grave incidente ocurrido hace dos semanas en la regata de Laser ha informado al Comité de Regata de los hechos en los que intervino, implorando para ello la regla 69 del RRV. Ante el informe recibido el Comité de regatas ha convocado una audiencia para clarificar los hechos denunciados. Se da la circunstancia que el año pasado por unos hechos que luego resultaron falsos el Comité de Regatas aplico la regla 69 al deportista que fue falsamente acusado, por lo que con la gravedad de los hechos que insensatamente unos de los causantes ha denunciado ahora el asunto pinta muy mal.

Se da la circunstancia que el denunciante de los hechos, e interviniente en los mismos, forma desde hace unas pocas fechas parte de la tripulación de la embarcación de la Presidenta de la Federación Cántabra de Vela,

La semana próxima tendrá lugar el XVII trofeo RCMS para la vela ligera, para el evento están inscritos 212 embarcaciones entre las 5 clases que en el participan. Esta es una magnifica oportunidad para poner en valor la explanada asfáltica que para el Mundial 2014 se ha construido en San Martin, con un coste superior al millon de euros, explanada que aparte de estar en estos momentos sin uso alguno, que contiene una rampa de varada que permite poner múltiples barcos a la vez en el agua, lo que no ocurre en la rampa de Puerto Chico en la que las botaduras han de hacerse una a una.

Si en esta ocasión no se usa la explanada de San Martin, el CEAR, que se encuentra en obras será, como acostumbra a ser cada semana, un CAOS, el que además se verá aumentado por los remolques que las embarcaciones que traen los participantes foráneos, los dejaran el poco espacio de que se dispone actualmente el CEAR completamente inoperativo.

Esperamos que los responsables del evento hayan caído en esto y soliciten la explanada de San Martin para que las tripulaciones que acudan al evento depositen su embarcaciones en ese lugar, lo que contribuirá a una mejor organización de un evento como es el XVII Trofeo RCMS.

J.F.M.J.O.