Los Chiqui se reparten las victorias en la jornada de pruebas del snipe santanderino
En la primera tirada la victoria fue para el Chiqui , mientras que en la segunda esta fue para el Chiqui IV.
En la clase B se impuso el Güemes en ambas pruebas
Pocas veces un patrón de más de 68 años se hace con la victoria contra competidores a los que dobla en años, y a los que a la mayoría de ellos ha enseñado este deporte. Pocas veces esto es posible en vela ligera, pero cuando sucede solo ocurre en la clase Snipe, en la que se puede navegar desde los 14 años, hasta que el cuerpo aguante, de lo que en Santander hemos tenido múltiples ejemplos, como ha sido el del gran deportista Rafael Sanz, que navegó en Snipe hasta sus últimos años, rebasando ya los 75.
En esta jornada se esperaba la incorporación de una nueva tripulación, en este caso Juvenil, con lo que la participación en las regatas se verá incrementada y lo que es más importante será un aliciente para que vengan a navegar muchos jóvenes que después de pasar por otras clases juveniles desaparecen para siempre de ese deporte.
En estos momentos la flota cuenta ya con varias tripulaciones juveniles, los que contaran con una clasificación particular para que puedan competir entre ellos bajo la categoría Juvenil lo que les permitirá una mayor incorporación a la competición dentro de la clase, lo que les motivará más aun para acudir a las regatas de la clase.
En la jornada de hoy ocho han sido las tripulaciones que se han dado cita para tomar parte en la tercera tirada del trofeo en liza, las que después de descargar varias embarcaciones que venían de participar en el XXV trofeo Ugarte, estuvieron esperando a que el Nordeste hiciese su aparición en la bahía santanderina, lo que no sucedió hasta bien pasadas las 12, en que poco a poco fue el NE fue rizando su superficie, momento en el que comenzaron a botar sus embarcaciones por la resbaladiza rampa de prácticos, que parecía en su parte inferior una pista de patinaje.
Poco a poco la flota se dirigió hacia el comité que al no haber agua suficiente para navegar por encima del paramo había fondeado en las cercanías de la boya nº6 de la canal.
El recorrido se instaló sobre la canal de navegación fondeando la baliza de barloventos a la altura del Museo Marítimo en plena canal. El viento a la hora de dar la prueba no llegaba a los 6 nudos y la corriente era de las más fuertes del año con un coeficiente del 115, con lo que la competición en aquel recorrido se presumía muy complicada, sobre todo a la hora de determinar la derrota a seguir para llegar a barlovento.
La salida fue valida a la primera, eligiendo toda la flota, menos el Chiqui, el bordo de babor para navegar sobre los arenales a la espera de encontrar más presión de viento en ellos; por su parte el Chiqui apostó de salida por navegar por tierra, en donde la corriente es menor.
Esta decisión le catapulto a la cabeza de la prueba con mas 500 metros de ventaja sobre el Güemes que fue su inmediato seguidor en la toma de la baliza de barlovento, los demás participantes sufrieron enormemente para atravesar la canal.
En la segunda vuelta el Chiqui aumentó su ventaja, mientras que el Mojito y el Patín superaron al Güemes, terminando estos destacados sobre el resto de participantes, siendo de resaltar la actuación del Tram que consiguió desbancar a tripulaciones mas avezadas realizando una magnifica regata.
La clasificación de esta prueba fue: 1º Chiqui , 2º Mojito, 3º Patín, 4º Güemes, 5º Chiqui IV, 6º Tram, 7º Carlitos, 8º Bandido
Para la segunda tirada del día el comité pudo fondear sobre los arenales de la bahía, desde donde volvió a instalar el recorrido, que nuevamente fue un 22 con entrada en popa.
La salida fue valida a la primera, teniendo que izar el comité la llamada individual al encontrarse dos tripulaciones fuera de línea, las que rápidamente enmendaron su error.
Con la fuerte correntada que afectaba a la bahía el bordo era descarado por la derecha, con lo que toda la flota se amuro a babor desde la señal de salida para intentar llegar lo más pronto posible al Lay Line, siendo el Chiqui IV el que consiguió en primer lugar, seguido del Chiqui, montando por detrás de este, y muy juntos, el resto de participantes comandados por el Carlitos.
En la empopada el Chiqui IV se distancio del grupo, mientras que este se compacto completamente, siendo el Patín el que en los últimos momentos consiguió el interior, con lo que salido primero de la baliza, seguido del Chiqui.
En la ceñida el Patín mantuvo la cabeza del grupo perseguidor del Chiqui IV, mientras que el Chiqui, con una avería en su aparejo, fue superado por toda la flota.
La última empopada fue definitiva para determinar la segunda posición de esta prueba, entablándose una dura lucha entre el Mojito y el Patín, en la que el primero fue el que la consiguió en la ultima trabuchada,
La clasificación de esta prueba fue: 1º Chiqui IV, 2º Mojito, 3º Patín, 4º Güemes, 5º Chiqui, 6º Carlitos, 7º Bandido, 8º Atram.
Nuevamente a la hora de endulzar los barcos en el explanada del CEAR solamente estaba operativa una manguera, pues a la otra la faltaba la abrazadera y no funcionaba, la pregunta es ¿es tan difícil el tener operativas dos torres con 4 mangueras en la explanada del CEAR para que el endulzado de las embarcaciones sea rápido y efectivo? Sobre todo teniendo en cuenta que lo que se les enseña a los nuevos navegantes es a eternizarse en una operación tan sencilla como la de endulzar las pequeñas embarcaciones, las que desgraciadamente no crecen por mucho agua que se las eche encima.
La verdad es que hace años que esto, lo del verdín de las rampas, y lo de las rocas adyacentes a las mismas, se viene denunciando un día sí, y otro también, pero para desgracia de los navegantes de vela ligera de Santander nadie hace nada para solucionarlo; a los responsables de que esto siga así semana tras semana nos gustaría verlos sufriendo estos inconvenientes producidos por su dejadez.
J.F.M.J.O.