La falta total de viento impidió el comienzo de la temporada de Otoño en la clase Snipe santanderina

Esta parada que rompe la inercia en la participación de las tripulaciones, complica, y mucho, la incorporación a la competición de las mismas. Así y con todo, 6 han sido las tripulaciones que han bajado al Casetón a preparar sus embarcaciones para intentar navegar en esta primera tirada del otoño.

Una vez más ninguna tripulación se ha interesado en navegar en el Snipe de la Escuela de Vela, lo que no deja de ser altamente preocupante, ya que el Snipe es la clase de Vela ligera en la que más alta es la calidad de sus tripulaciones, y en donde los alumnos de la Escuela pueden aprender más que regateando en ella que “saliendo a entrenar” en otras embarcaciones en las que la flota han desaparecido prácticamente de nuestra bahía. Siendo incompresible, que tras 8 años de funcionamiento de la Escuela de Vela del Club, no haya ninguna tripulación juvenil en Snipe, y que la una gran parte de otras flotas hayan prácticamente desaparecido de la bahia, lo que exterioriza la nula política deportiva que existe.

Durante toda la mañana han estado las tripulaciones, con sus embarcaciones aparejadas, a la espera de que el viento hiciese su aparición en la bahía Santanderina, lo que la predicción del parte para esta jornada indicaba que sería muy complicado que el viento llegase a soplar, teniendo que lidiar Eolo con la bajamar, que coincidía a las 12, y con el que la mañana estuviese cubierta de nubes, que incuso llegaron a descargar algunas gotas de lluvia, lo que imposibilitaba que la tierra se calentase.

A las 1330h, y sin una bizna de viento sobre la bahía, se suspendió la jornada ante la imposibilidad de poder celebrar las regatas en el interior de la bahía como consecuencia del tráfico de mercantes que iban a navegar por la canal.

Es preocupante que la parte inferior de la rampa de Puerto Chico no se la limpie el verdín, lo que unos por otros, sigue siendo una pista, peligrosa, de patinaje que sufren en bajamar las tripulaciones que aún siguen navegando en Santander, y que las rocas de los aledaños a la misma, sigan estando demostrando la inoperancia de la Autoridad Portuaria para mantener en buenas condiciones las instalaciones que la competen, en las que para su desgracia cada bajamar deja constancia de tal inoperancia; operación, que con tan solo voluntad por parte de la Autoridad Portuaria, desaparecerían en una mañana, algo más de tiempo, pero no mucho más, llevaría a este organismo el arreglar la superficie de la rampa de Prácticos, que presenta una situación deplorable desde hace un montón de años, y de la que nadie se ocupa.

J.F.M.J.O