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La falta de viento obligó a suspender la tirada del Snipe santanderino.

La falta de viento obligó a suspender la tirada del Snipe santanderino.

Tal y como preveía el parte para la jornada, durante la mañana del domingo, el viento no hizo su parición en la bahía santanderina, lo que obligó al Comité a suspender la tirada.

La hora de la regata coincidía con la bajamar, con rampa en pésimas condiciones y cubierta por el verdín, dejando al descubierto las vergüenzas de la misma, y de los responsables de que esto suceda, teniendo en cuenta que es la salida natural de la Vela ligera del CEAR y del RCMS a la bahía, condiciones que la convierte en un potencial peligro para la integridad física de los que practican la Vela en Santander

La mañana era soleada, con una agradable temperatura, lo que hacía más llevadera la espera a que las condiciones fuesen favorables para la práctica de la Vela, lo que propicio que las tripulaciones que habían bajado para regatear aprovecharan esta espera para mejorar la puesta a punto de sus embarcaciones y para cambiar opiniones sobre el rendimiento de las mismas. Acordando reunirse un día a la semana para cambiar opiniones de las regatas del domingo y aclarar las dudas que se hayan suscitado en las mismas.

Una de las cuestiones que más interés suscito entre los regatistas fue el aumento desmesurado del coste del almacenaje de las embarcaciones, que alcanza el 200%, que no tiene ninguna justificación, nada más que la de hace caja, y que para nada facilita la práctica de la Vela en una entidad en la que su principal actividad es justamente la de la práctica de la Vela

En esta ocasión la flota contó con David Solana, que acababa de llegar de Panamá, en donde está trabajando desde principios de año, y que aprovecho para navegar en el Patín junto con Javier Gutiérrez; también bajaron los hermanos Sánchez Barcaiztegui, para salir en su Tolosa y Cia, y Chus Corona con su mujer, para regatear con el Chiflete; bajando también Andrei Smintina con Tamara Menguiano, para navegar en su Rayo, y los Hermanos Pedro y Juan Nistal para sacar su Leviathan

Una vez más acudieron Mapi y Alfredo Martínez, que no fallan nunca con su Larus, como tampoco fallan Fran Silvela y Roberto Liaño con su S&C, ni Enrique García de Soto y Luis Abarca, con su Chiqui IV, y Chiqui y Cesar Arrarte con su Chiqui.

En esta jornada se han echado en falta a Pablo Pelayo y Alejando Palomero, que son de los asiduos, con su Atchung Baby; a Pablo Gómez y Manolo Sua y a su Águeda; a los juveniles, Juaquin Cabero y Cesar Villalonga, con su RCMS; a Manuel Sánchez Valverde y Héctor Castanedo con su Caramomas; a Luis Lainz y Fico Kilkoyne con su Puntarras; a Juan y Sofia Gutierrez con su Gust; a Fernando Porres y Marcos Hurtado con su Azulón; a Javier Cifrian y Guillermo Ramos con su Valnera; a Luis y Lucia Arrarte con su Chupinazo; a Sergio Merlicco y Elisa Monar con su Pajaro Amarillo, ; a Ward de Brest y Wendy Parhoens con su Rage Quit.

Acordándonos todos de Leticia Herrerías y Gustavo Matarazzo y su Patagonia, y de Edgard Camaros y Luis Teira y su Candas; los que en la actualidad están trabajando fuera, pero que siempre que pasan un tiempo en Santander aprovechan para regatear.

Estas son las tripulaciones que componen la Flota de Snipe Santanderina, que este año, cumple 87 años formando parte de la estampa de la bahía, siendo la única embarcación de las que navegan en ella, que tiene el honor de que los Santanderinos la bautizasen con el nombre de “la Laguneja”, pájaro que todos los años acude a anidar en las riberas de la misma.

J.F.M.J.O